Con tantas beldades en el mundo
debía encenderme por ti
tengo dentro de mí un fuego vivo
que quema y consuma cada día
los vanos llantos à la luna
muestran mi deseo ardiente
Yo me afano en un mar encandecido
y mi corazon late más fuerte
¡Devuélveme la vida perdida
y mi paz para siempre!
Vana espera de quietud