En la puerta de la casa antigua
Reposas
Viejo padre
A la puesta del sol
Y la caliente paz estival
Cuidadosa
Y gentil
El cansancio te roba
El paso ya pausado vacila
Te apoyas
Sin fuerzas
A tu bastón de olivo
La lánguida luz de tus ojos
Acaricia
Sin pausa
Las hileras de vides
Y pronto se enciende vivamente
A mi llegada
Inesperada
Y yo sé lo que dice
A mi animo exacerbado
Viejo padre
Satisfecho
Tu puro latido
El niño en tierra sentado
Me enseñas
Y le cedes
El vigor de la vida