Tras una primera sesión en la que presentamos la realidad de la mujer en nuestras instituciones y sociedades, en esta segunda quisimos abordar, primero, lo más relevante de lo que estamos ya haciendo, y, en segundo lugar, los temas importantes a los que no llegamos. Señalamos tres aspectos de nuestra misión y la mujer: 
  • La cuestión de equidad como transversal a nuestra tarea
  • La mujer como parte de la población meta general con la que trabajamos
  • La mujer como población meta específica de algunas de nuestras actuaciones, principalmente con mujeres en situación de mayor vulnerabilidad.
¿Dónde estamos?
  • En primer lugar, todas nuestras instituciones reconocen una preocupación creciente por la situación de la mujer en nuestras sociedades, con un largo camino por delante antes de alcanzar situaciones de igualdad: 
    • Subrayemos el trabajo que está haciendo IGER Guatemala para un diagnóstico institucional en perspectiva de género y en la alianza con la agrupación EJEGUA (Educación Jesuita Guatemala) cuyo grupo de mujer emprende múltiples iniciativas. En esto, nos dan pistas: diagnóstico y alianzas. 
    • Otras instituciones, como IRFA Venezuela, muestran ya una serie de criterios incorporados para hacer de la equidad un asunto transversal a toda la institución: debates, campañas… 
  • Aunque otras instituciones no lo tienen formalizado, es evidente en todas las participaciones que la tarea principal que hacemos, la formación de personas jóvenes y adultas, se hace como una herramienta para la igualdad. Encontramos que tanto la educación formal, ya en los niveles más iniciales, como en algunas formaciones de carácter técnico, ya en lo formal como en lo no formal tienen entre sus objetivos el empoderamiento de la mujer, su liderazgo educativo en la familia y su independencia económica emprendedora.
    • En Ecuador nos hacen notar que la formación de la mujer campesina es una prioridad. IRFEYAL aparece así como un ejemplo de lo que es usar toda la capacidad formativa con esta orientación de igualdad: tanto la educación reglada con título oficial, como los cursos de aula abierta orientados a competencias laborales específicas y con titulación propia, con esta orientación.
    • El trabajo con mujeres de forma específica se orienta, en IPER Panamá, a mujeres madres jóvenes con hijos e hijas en edad escolar para promover su formación oficial y que les ayude en el acompañamiento de la labor educativa con sus criaturas. 
    • En Paraguay, también hay una labor específica con las madres de los propios muchachos y muchachas de las escuela de Fe y Alegría, pero, en este caso, orientado a competencias en micro emprendeduría. 
  • Aunque se hace mucho y las personas participantes lo valoran positivamente, hay indicadores de que todas estas actividades presentan una problemática no siempre fácil de superar: 
    • problemas de financiación, dificultades pedagógicas, niveles de deserción. 
    • Muchas veces, fuera de la actividad central educativa, que también tiene sus problemas, el resto de iniciativas se muestra muy frágil, con dificultad tanto en su formulación como en su financiación.
¿A dónde vamos?
Si miramos hacia adelante, apuntamos a que sería importante trabajar algunos grupos específicos:
  • Acompañar a jóvenes parejas en el momento en el que están definiendo relaciones para que sean verdaderamente de igualdad: acompañar en el proceso no solo a la mujer desde la perspectiva del feminismo, sino también a los hombres en el de un nuevo modo de vivir la masculinidad.
  • Formación que incorpore a las familias en procesos educativos que les ayuden a que sus hijas e hijos crezcan en un ambiente de igualdad.
  • Programas específicos para mujeres en situación de especial vulnerabilidad: mujeres privadas de libertad, mujeres campesinas y/o indígenas, mujeres sometidas a violencia de género, etc.
Pistas de buenas prácticas
  • La importancia de un diagnóstico institucional
  • El valor de que todos los materiales educativos estén revisados desde la perspectiva de igualdad
  • La necesidad de programas específicos orientados a la autonomía económica, la equidad en la pareja, la superación de la doble discriminación que supone ser mujer campesina o indígena…
  • La conveniencia de que la labor formativa se complemente con labores de acompañamiento psicosocial personal y/o familiar y de emprendeduría o inserción laboral.

Para el próximo encuentro: 
  • queremos trabajar en la dirección de posibles colaboraciones, tratando de definir población meta que podría interesar a más de una institución y también el tipo de trabajo. 
  • pistas de colaboración: talleres de estudio e intercambio de experiencias, campañas de sensibilización, estudio de modelos de diagnóstico institucional en la perspectiva de igualdad,  diseño de un proyecto común latinoamericano para formación de mujer en situaciones de mayor vulnerabilidad.