Fabio Morábito
A tientas

Cada libro que escribo

me envejece,

me vuelve un descreído.

Escribo en contra

de mis pensamientos

y en contra del ruido

de mis hábitos.

Con cada libro

pago un viaje

que no hice.

En cada página que acabo

cumplo con un acuerdo,

me digo adiós

desde lo más recóndito,

pero sin alcanzar a ir muy lejos.

Escribo para no quedar

en medio de mi carne,

para que no me tiente el centro,

para rodear y resistir,

escribo para hacerme a un lado,

pero sin alcanzar a desprenderme.