¡A cuántos que me fallaron
les retiré mi afecto,
creyendo que la vida es larga
y volvería a quererlos!
¡Creer que para todo hay tiempo
es mi mayor defecto!
Lo digo en verso (otro defecto mío)
para no decirlo de manera franca.
Pero los versos si son buenos
no dejan de escarbar
con rimas que remueven losas
que cubren unos traumas.
¡A cuántos que me fallaron
les clausuré mi ser,
sin darle tiempo al tiempo
de irse por las ramas!