Fabio Morábito
Cansados de mi padre y de su amigo...
Cansados de mi padre y de su amigo,
hartos de verlos jugar tenis,
fuimos a ver qué había
atrás de la barrera de los árboles.
Mi hermano al frente y yo siguiéndolo.
Nos deslumbró el rectángulo de césped
de la cancha
en medio del verano más tedioso.
Lejos del mar y los amigos,
ese milagro, ¡ese partido
de rojos y azules, ya empezado!
¿Hay más colores además del rojo,
del azul y el verde?
No he vuelto a ver un juego
de futbol así,
sentado en la tribuna con mi hermano.
¿A quién le vas?, me dijo.
¿Y tú?, le dije.
A los azules, dijo, ¿y tú?
A los azules, dije.
Qué novedad, me dijo.
Él siempre al frente y yo siguiéndolo.
No he vuelto a ver más rojos
contra azules,
no he vuelto a ver el rojo y el azul
como esa tarde sobre el césped,
no he vuelto a ver ningún color
junto a mi hermano.