Los vampiros siempre han estado ahí y han sido una amenaza que se ha amparado en las sombras. Hace largo tiempo, hubo un grupo dedicado en cuerpo y alma a destruirlos. Ante el aumento de ataques de vampiros, un antiguo Vigilante de Stendarr, Isran, ha decidido reconstruir ese grupo, la Guardia del Alba, en su antiguo fuerte. Interesado, el Sangre de Dragón va al Cañon de la Aurora, aceptando una misión de reconocimiento en una cripta. Allí se encontrara a Serana, hija de Lord Harkon, líder del Clan Volkihar. En agradecimiento por devolverle a su hija, este le ofrecerá al Sangre de Dragón la posibilidad de unirse a su corte. Se una a los vampiros o permanezca con la Guardia del Alba, dará inicio una carrera por obtener un arma clave para cumplir una antigua profecía hecha muchísimo tiempo antes y que podría acabar con la debilidad de los vampiros a la luz del sol...