Estamos en el año 201 de la Cuarta Edad, y en Skyrim las cosas distan mucho de ir bien. Su Rey Supremo ha muerto asesinado y el país está inmerso en una guerra civil. Las cosas parecen dispuestas para un desastre... que acaba llegando en forma de criaturas que no se habían visto en el mundo desde hace largo tiempo y cuyo retorno anuncia el principio del fin: Dragones.
El retorno de los dragones es inevitablemente una mala noticia, pues anuncia el retorno de Alduin, el Devorador de Mundos, derrotado tiempo atrás y cuya vuelta anuncia el fin de los tiempos. Sin embargo, un prisionero del Imperio acaba revelándose como la última esperanza de Tamriel, ya que es el ultimo Sangre de Dragón, y según la profecía, el único capaz de derrotar a Alduin y evitar el fin del mundo...