Esmos 90

Anticuerpos monoclonales: ¿La defensa definitiva contra el lupus?

Jorge Luis Muñoz Amaro iD

Estudiante de Licenciatura en Biotecnología, Facultad de Ciencias Biológicas, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Puebla, México. 

*Email: jorge.munoza@alumno.buap.mx

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Editado por: Jesús Muñoz-Rojas (Instituto de Ciencias, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla).

Revisado por: Cristina Domínguez Castillo (Facultad de Medicina, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla).

Apoyo en la maquetación: Luz del Carmen Cortés Reyes (Estudiante de Bioquímica Clínica, Universidad de las Américas Puebla, Puebla, México).


Colección de ESMOS

Resumen

El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad autoinmune crónica caracterizada por una numerosa producción de anticuerpos dirigidos contra antígenos celulares (particularmente atacan al ADN de doble cadena), como consecuencia el sistema inmune, que ya no diferencia entre lo propio y lo ajeno, ataca múltiples órganos del cuerpo acarreando una respuesta inflamatoria de los tejidos (1). Su etiología es inespecífica, pero es sabido que en el desarrollo de la enfermedad intervienen factores genéticos, hormonales y ambientales en distinta medida. Múltiples factores como el estrés, infecciones o consumo de ciertos fármacos e inclusive la exposición a rayos UV pueden ser desencadenantes de la enfermedad (2). Al ser una enfermedad poco selectiva esta afecta a casi todos los sistemas del cuerpo humano, debilitando al mismo y haciéndolo propenso a otras enfermedades, como infecciones, siendo estas la principal causa de muerte relacionada con la enfermedad.

Convencionalmente los pacientes serán tratados con distintos fármacos para mitigar cualquier manifestación clínica, algunos fármacos son:

Metrotexato, ciclofosfamida, azatioprina, glucocorticoides, betabloqueadores, cloroquinas e inmusupresores; cada uno de estos fármacos tiene una función particular y pueden, o no, usarse en conjunto para mayor efectividad, sin embargo producen múltiples efectos adversos en todo el organismo, algunos tan graves que pueden ser peores que la enfermedad, es por ello que se buscan mejores alternativas.

Una de las mejores alternativas es el uso de anticuerpos monoclonales, actualmente en el mercado se encuentra disponible únicamente el conocido belimumab, una IgG1 monoclonal humana que se une al estimulador de los linfocitos B (BLyS) evitando que actúe sobre las células B. En el Lupus el BLyS se encuentra sobreexpresado promoviendo la supervivencia de linfocitos autorreactivos y la mayor actividad y concentración de los anticuerpos contra el ADN de doble cadena. Para determinar su efectividad se realizaron 3 pruebas en las que se logró determinar la disminución del riesgo de brotes y riesgo a largo plazo lo que se traduce en una menor mortalidad y morbilidad, reducción de anticuerpos contra ADN bicatenario, reducción de dosis de corticoesteroides, aumento de las proteínas C3 y C4, disminución de células B activadas y vírgenes, duración del fármaco por 76 semanas.

Aún quedan muchos otros anticuerpos monoclonales en espera de su aprobación para ser usados como tratamiento de tan terrible enfermedad.

Palabras clave: Lupus; autoinmune; antígenos; anticuerpos; inmunidad

Referencias

[1]. Chavarría-Tapia A, Fernández-Corella A, Marenco-Acosta H, Shen Zhou Y, Ugalde-Zumbado M, Mora-Román JJ. Anticuerpos monoclonales y el tratamiento del lupus eritematoso sistémico. Revista Tecnología en Marcha. 2021;34(1):25- 39.

[2]. Penalva TP, Gonzálvez PB, Casasempere PV. Lupus eritematoso sistémico. Revista de la SVR: Sociedad Valenciana de Reumatología. 2007;2(2):18-32.

[3]. Gómez-Puerta JA, Cervera R. Lupus eritematoso sistémico. Medicina & laboratorio. 2008;14(05-06):211-223.

[4]. Merino AG. Anticuerpos monoclonales. Aspectos básicos. Neurología. 2011;26(5):301-306.

[5]. Remedios Batista SE, Velázquez Grass A, Del Campo Avilés E, Torres Pérez L, Fernández Portelles A. Ciclofosfamida en el tratamiento de la esclerosis sistémica. Correo Científico Médico. 2015;19(4):706-717.

[6]. Gisbert JP, Maté J, Pajares JM, Gomollón F. Preguntas y respuestas sobre el papel de la azatioprina y la 6-mercaptopurina en el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal. Gastroenterología y hepatología. 2002;25(6):401-415