Indomeñable

Para J.

La mañana tiene un aura de quietud.

Recuerdos, luz, ensoñaciones.

Aquí estoy, con la solemnidad de avanzar por la sexta década de mi vida.

Fragmentos, la chispas de un olor, imágenes a las que mi cerebro pone palabras que se evaporan al instante.

Es el yo indomeñable el verdadero "amo execrable" ...siempre nos sentiremos separados por el yo y el lenguaje...

En el concierto con los hombres parece esencial ser testigo de cuanto acontece, pues lo que acontece es luz, fuente de gozo, aun el dolor es luz pues es existencia... propia (siguiendo a Unamuno).

Quizás no sea posible el encuentro con el otro pero sí al menos causar la menor distorsión y ya que nuestra presencia es casual y contingente, bueno sería vivir lo que nos cumple con un anhelo de paz interior.

Todo esto, sabido desde la adolescencia, se hace urgente tenerlo muy presente en el horizonte romo del crepúsculo cuando la articulación se endurece y el pecho resopla con fatiga.

Para concluir una palabra sobre el recuerdo. A estas alturas de la vida los recuerdos a veces traen pena y remordimiento por no haber sido más claro, más fuerte, mas compasivo. Desde mis 61 años puedo sentir la gravidez de lo que pude hacer y no hice y del dolor infringido a otros por un yo tambaleante, débil... Indomeñable.

Indomeñable

Acuarela por Nuria Gamboa

14 de noviembre de 2017.