Debido a la humedad, la pared presentaba este aspecto.
Después de solucionar la causa de dicha humedad,
procedemos a la restauración.
Rascamos toda la pintura suelta y hacemos hincapié
en las zonas más negras.
Después damos una capa de masilla tapagrietas para
igualar y dejamos secar.
Pintamos primero los bordes con brocha (podemos proteger
con cinta de carrocero lo que no queramos pintar).
Finalmente, con el rodillo aplicamos la pintura
en varias direcciones.
De esta manera cubrimos mejor la superficie.