Para hacer el hueco del fregadero,
ponemos cinta de carrocero en la
encimera y marcamos el contorno
del mismo.
Con ayuda del taladro, perforamos
una esquina para introducir la hoja
de la sierra de calar. Serramos todo
el perímetro.
Comprobamos que el fregadero
encaja; si no usaríamos una escofina
para limar la madera. Al ser de
aglomerado, protegeremos toda la
zona cortada dando una capa gruesa
de látex sin diluir. Dejaremos secar
antes de instalarlo.
Hacemos el orificio para el grifo
con una sierra de corona. Ponemos
el grifo y lo fijamos al fregadero
(cada modelo de grifo trae sus
propias instrucciones para fijarlo).
Ponemos los latiguillos que van
desde el grifo hasta las tomas de
agua. En este caso, el latiguillo
para el agua caliente no es lo
suficientemente largo para llegar a
la toma correspondiente. Usaremos
una pieza auxiliar enrollando teflón
en la rosca, para evitar pérdidas.
Colocamos el colector del
desagüe y lo fijamos con
el tornillo al fregadero.
Después la bajante, el sifón y en la
parte final del tubo pondremos una
junta tórica para unirlo a la pieza
en forma de embudo.
En la toma de salida ponemos una
pieza a la que uniremos con la de
embudo, pegándola previamente
con pegamento para PVC.
Antes de usar el fregadero, hay que
dejar secar el pegamento 24 horas.
Sellaremos la parte superior con
silicona.
La encimera se fija a los muebles
mediante tornillos especiales para
aglomerado o también tirafondos,
comprobando que no sobrepasen en
longitud. Para rematar la superficie
de la encimera, colocamos unos
copetes. Se cortan en ángulo de 45º
por un extremo (el otro a 90º).
Se marcan los puntos a perforar
sobre cinta de carrocero y se hacen
los orificios. Se atornilla la pieza
de plástico a la encimera.
Se coloca la parte de aluminio sobre
la de plástico, encajándola y se
colocan unas piezas especiales
de plástico en las esquinas.
También se colocan unos
embellecedores en los extremos;
de esta manera la encimera queda
a salvo de la humedad.