Con la correa de la persiana rota,
no queda más remedio que cambiarla.
Desatornillamos la tapa exterior del
tambor de la persiana y la retiramos.
Quitamos el resto de correa vieja.
El sistema de tope para que no
se suelte puede ser un nudo o
que esté atornillada.
Introducimos la correa nueva por
la ranura lateral y hacemos un nudo.
Luego vamos enrollándola sin retorcerla.
Pasamos el otro extremo por
el agujero superior de la pared.
Desatornillamos la parte inferior
y retiramos lo que queda de correa
antigua. Aquí estaba atornillada.
Ponemos la nueva y atornillamos;
cortamos el excedente con unas
tijeras y quemamos ligeramente el borde
(para que no se deshilache).
Luego volvemos a atornillar
la parte inferior y comprobamos
que funciona correctamente.
Por último, volvemos a colocar
la tapa y a atornillarla.