Lunes – Números 13:2
No se tiene influencia en todas las áreas.
Martes – Números 14:36-38
Podemos causar desastres si nuestra influencia es negativa.
Miércoles – Deuteronomio 31.1-8, 23
La relación con nuestro líder es muy importante.
Jueves – Josué 18.1-10
Tiempo y madurez.
Viernes – Josué 1.16-18
Momento oportuno.
Sábado – Josué 23:1-11
Mantenerse firme en sus convicciones.
Número 14.6-9
6. Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos,
7. y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena.
8. Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel.
9. Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los temáis.
Josué 1:16-17
“Entonces respondieron a Josué, diciendo: Nosotros haremos todas las cosas que nos has mandado, e iremos adondequiera que nos mandes. De la manera que obedecimos a Moisés en todas las cosas, así te obedeceremos a ti; solamente que Jehová tu Dios esté contigo, como estuvo con Moisés.”
En la iglesia, lo único que funciona es el liderazgo en su forma más pura. Se trata de influencia, y Josué demuestra que la influencia se reduce a carácter y convicción.
Identificar las características de la influencia en el liderazgo de Josué.
Describir la naturaleza del liderazgo.
Determinar la importancia de la influencia en la vida cristiana.
La gente tiene muchos conceptos erróneos acerca del liderazgo. Cuando oyen que alguien tiene un título impresionante o una posición de liderazgo asignada, suponen que la persona es un líder. A veces es cierto. Pero los títulos no tienen mucho valor cuando se trata del liderazgo. El verdadero liderazgo no puede ser otorgado, nombrado, ni asignado. Sólo procede de la influencia, y esta no puede imponerse. Debe ser ganada. Lo único que un título puede comprar es un poco de tiempo —sea para aumentar su nivel de influencia sobre otros o para eliminarlo.
Entre los doce espías que examinaron Canaán, solamente Josué y Caleb creyeron que los israelitas podían tomar la tierra. Josué instó al pueblo a avanzar, pero su influencia por sí sola no pudo convencerlos (Números 14:10). En este momento de su vida, Josué no había madurado hasta un lugar de gran influencia. Aunque tenía razón, no pudo persuadir al pueblo para que le siguiera. Ellos no le miraron a él; siguieron a los otros diez espías (Números 13:31-33).
El éxito de Josué finalmente aumentó en proporción a su liderazgo, pero necesitaba tiempo para profundizar su influencia. Moisés fue su mentor personal, y finalmente Josué se convirtió en el líder obvio para llevar a los israelitas a la Tierra Prometida (Josué 1:16-18).
1. Liderazgo es influencia.
La verdadera medida del liderazgo es la influencia; nada más nada menos. Josué se enfrentó cara a cara con la verdadera naturaleza del liderazgo cuando no pudo influenciar al pueblo para seguir su dirección. Su posición como líder tribal no hizo nada para ayudarlo a influenciar a otros.
2. Los líderes no poseen influencia en cada área.
Los elegidos para espiar la Tierra Prometida eran cada uno líder (Números 13.2). Eso significa que Josué era un líder con cierta influencia, pero su influencia parece que no sobrepasaba la de los otros once líderes.
3. Nuestra influencia es positiva o negativa.
Si todos los doce espías hubieran dado un buen informe de la Tierra Prometida, el pueblo de Israel probablemente habría obedecido a Dios y cruzado a la tierra; pero la influencia es una espada de doble filo, y corta tanto positiva como negativamente. Los diez líderes tribales infieles usaron su influencia para desviar al pueblo: un desastre para aquellos líderes y para todos sus seguidores (Números 14:36-38).
4. Los líderes fieles usan su influencia para añadir valor.
Los influyentes que dirigen por un deseo de avanzar sus propios planes manipulan a las personas para su propio beneficio. Eso es lo que hicieron los otros diez espías. Su temor los llevó a usar su influencia para asustar a Israel. Ellos mintieron, afirmando que la tierra “traga a sus moradores” (Números 13.32). Por otro lado, Josué y Caleb deseaban motivar a sus compatriotas para hacer lo que beneficiaría a todos: siempre la agenda de los grandes líderes.
5. Con la influencia llega la responsabilidad.
Quizá los diez líderes tribales infieles no querían comenzar una rebelión, y sin embargo eso fue lo que hicieron. Siguiendo su informe negativo, el pueblo quiso destruir a Moisés y Aarón y regresar a Egipto (Números 14:2-4). Como resultado esos diez lideres murieron de una plaga, y todos sus seguidores murieron en el desierto (Números 14:28-32).
Muchos individuos que al principio parecen ineficaces como líderes abandonan. Afortunadamente para la nación de Israel, Josué no encajó en ese molde, él decidió llegar a ser un mejor líder. A pesar de su revés, Josué siguió siendo fiel a Dios y a aprender todo lo que pudiera de Moisés.
1. La influencia de Josué aumentó debido a su relación con Moisés (Deuteronomio 31.1-8,23).
A través de tener a Moisés como mentor, Josué no solo pulió sus capacidades, sino que también el pueblo lo aceptó como su líder, la Biblia dice que cuando Israel que cuando Israel se preparaba para entrar en la Tierra Prometida. “Llamó Moisés a Josué, y le dijo en presencia de todo Israel: esfuérzate y anímate: porque tu entrarás con este pueblo a la tierra que juró Jehová a sus padres que les daría, y tú se la harás heredar” (Dt 31.7). De esa manera Moisés impartió autoridad a Josué.
2. La influencia de Josué aumento con tiempo y madurez (Números 14.1-10; Josué 18.1-10).
Josué dio básicamente el mismo discurso en Números 14 que dio en Josué 18, ¿La diferencia? La segunda vez, un Josué maduro habló a una nueva generación. El pueblo había visto sus capacidades de liderazgo en acción, y su historial como líder les dio la confianza para seguir su dirección.
3. La influencia de Josué aumento debido al momento oportuno (Josué 1.16-18)
A veces, un líder ejerce poca influencia hasta que sus seguidores quieren ir a alguna parte. Solamente cuando los judíos se cansaron de vagar por el desierto, prestaron atención a las palabras de Josué. En Número 14, el pueblo respondió a la primera exhortación de Josué de entrar y tomar la tierra sugiriendo con fuerza que fuese apedreado. En Josué 1 respondieron diciendo: “Nosotros haremos todas las cosas que nos has mandado, e iremos adondequiera que nos mandes” (v:16).
4. La influencia de Josué amentó porque poseía paciencia e integridad (Josué 1.5-9)
Josué siguió creciendo pacientemente incluso después de que el pueblo rechazara sus palabras, como vemos en Números 14. Aunque ni él, ni Caleb murieron en el desierto, como les sucedió a todos los que se rebelaron contra Dios, aun así, ambos fueron forzados a vagar en el desierto por cuarenta años, aunque no había sido culpa de ellos. Tal giro de acontecimientos “injusto” podría haber convertido a Josué en un hombre enojado, melancólico, malhumorado y cínico: sin embargo, no llego a ser ninguna de esas cosas. En el largo viaje por el desierto siguió mostrando gran coherencia y credibilidad, hasta que el pueblo estuvo finalmente preparado para seguir.
5. La influencia de Josué aumentó debido a que él tenía razón (Josué 23:1-11)
Desde el principio, Josué intento hacer lo correcto. Intento dirigir al pueblo en la dirección correcta. Después del éxodo de Egipto, la mayoría de Israel consideraba sus palabras necias y rudas; sin embargo, las palabras de Josué soportaron la prueba del tiempo. Su mensaje nunca cambió, y finalmente todos vieron que tenía razón.
En la milicia, los líderes pueden usar su rango y, si todo lo demás falla, se manda la gente a la cárcel militar. En los negocios, los jefes tienen una tremenda fuerza en forma de salario, beneficios, y emolumentos. La mayoría de los seguidores son muy cooperadores cuando su sustento está en juego. Sin embargo, en las organizaciones voluntarias, como las iglesias, lo único que funciona es el liderazgo en su forma más pura. Se trata de influencia, y Josué demuestra que la influencia se reduce a carácter y convicción.
Una persona influyente tiene integridad con las personas. Muchos tienen éxito inmediato por lo que saben; Algunos tienen éxito temporal por lo que hacen; pero Pocos logran éxito permanente por lo que son.
Una persona influyente nutre a los demás. Su meta es hacer que quienes lo rodean se sientan amados, respetados, y seguros.
Una persona influyente tiene fe en las personas. Cada persona tiene semillas de grandeza por dentro, aunque ahora puedan estar dormidas. Pero cuando uno cree en las personas, les echa agua a las semillas y les da la oportunidad de crecer.
Una persona influyente escucha a las personas. Si les muestra a las personas cuán interesado está y hace las preguntas sin intimidar, se sorprenderá de cuánto le dirán.
Una persona influyente entiende a las personas. Cuando comprendemos el punto de vista de otra persona—lo que está tratando de hacer—, nueve de cada diez veces intenta hacer lo correcto.
Una persona influyente amplía a las personas. Los mejores mentores mueven a la gente que desarrollan al crecimiento y a áreas fuertes. Cuando uno amplía a otros, aprovecha la oportunidad para ayudarlos a alcanzar su potencial.
Una persona influyente navega por otras personas. La habilidad de navegar en los problemas y sobreponerse a los obstáculos es una destreza que cualquiera puede aprender, pero implica práctica.
Una persona influyente se conecta con las personas. Requiere destrezas de comunicación, deseo de ayudar a las personas a crecer y cambiar, y un sentido de misión personal o propósito, después de todo, tiene que saber a dónde va y llevarse a otros consigo.
Una persona influyente fortalece a las personas. Cuando uno fortalece a las personas, no solo las influye; impacta a todos los que ellos influyen.
Una persona influyente reproduce otros influyentes. En cierta medida, enseñarles a otros a convertirse en líderes es como entregar el «testigo» en una carrera de relevo. Si usted corre bien pero no puede pasarle el testigo al otro, pierde la carrera. Pero si corre bien, recluta, entrena a otros corredores buenos, y aprende a entregar el testigo con facilidad, puede ganar. Y en lo que a la influencia se refiere, puede realizar ese proceso varias veces, y multiplicar su influencia de manera increíble.