Lunes – Hechos 9:26-27
Los líderes seguros creen en los miembros de su equipo.
Martes – Hechos 9:28-29
Los líderes seguros dan libertad para ejercer las funciones que delegan.
Miércoles – Hechos 9:29-31
Los líderes seguros transmiten confianza a los demás sobre los nuevos líderes.
Jueves – Hechos 11:25
Los líderes seguros reconocen el potencial de los nuevos líderes.
Viernes – Hechos 11:26
Los líderes seguros delegan tareas que ellos mismos realizan.
Sábado – Hechos 11:27-30
Los líderes seguros comparten responsabilidades que ellos mismos conllevan.
HECHOS 11:19-30
19. Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución que hubo con motivo de Esteban, pasaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando a nadie la palabra, sino sólo a los judíos.
20. Pero había entre ellos unos varones de Chipre y de Cirene, los cuales, cuando entraron en Antioquía, hablaron también a los griegos, anunciando el evangelio del Señor Jesús.
21. Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor.
22. Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía.
23. Este, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor.
24. Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor.
25. Después fue Bernabé a Tarso para buscar a Saulo; y hallándole, le trajo a Antioquía.
26. Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.
27. En aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía.
28. Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio.
29. Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban en Judea;
30. lo cual en efecto hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.
“Entonces Bernabé, tomándole, lo trajo a los apóstoles, y les contó cómo Saulo había visto en el camino al Señor, el cual le había hablado, y cómo en Damasco había hablado valerosamente en el nombre de Jesús.”
HECHOS 9:27
Si usted quiere tener buen éxito como líder, es necesario que sepa otorgar poderes. No sea luego de encontrar líderes, formarlos, darles recursos, autoridad, y responsabilidad, al soltarlos para que cumplieran su trabajo, debido a su propia inseguridad de manera alternada motive y socave a su mejor gente.
Describir las lecciones de liderazgo de la vida de Bernabé.
Identificar el impacto que causan los líderes al transmitir confianza y respaldo.
Puntualizar la forma que los líderes pueden hacer que su equipo alcance su potencial.
El modelo de liderazgo que otorga poderes abandona su ‘posición de poder’ y da a todas las personas funciones de líder a fin de que puedan emplear su capacidad al máximo. Únicamente los líderes seguros pueden entregarse a sí mismos. Las cosas grandes suceden cuando a uno no le importa quién se lleva el mérito. Pero usted puede dar un paso más adelante. Creo que las cosas más grandes sólo suceden cuando usted da el mentó a otros. El liderazgo debe estar basado en la buena voluntad. Es un compromiso obvio e incondicional de ayudar a los seguidores. Necesitamos que nuestros líderes sean hombres de un corazón tan amable que, en efecto, no tomen en cuenta la necesidad de su trabajo. Pero líderes como esos nunca están sin trabajo, y nunca les faltan seguidores. Aunque suene a extraño, los grandes líderes ganan autoridad cuando se desprenden de la misma.
Sólo las personas a quienes se les han otorgado poderes pueden alcanzar su potencial. Cuando un líder no puede o no quiere otorgar poder a otros, crea barreras dentro de la organización que la gente no puede vencer. Si las barreras siguen ahí demasiado tiempo, la gente abandona, o se van a otra organización donde puedan maximizar su potencial.
Si quieres ser un líder exitoso, tienes que convertirte en alguien que otorga poder a otros. Theodore Roosevelt se dio cuenta de que «el mejor ejecutivo es el que tiene el sentido suficiente para seleccionar buenos hombres para hacer lo que él quiere hacer, y la templanza suficiente para no entrometerse con ellos mientras lo hacen».
La verdad es que la única forma de hacerte indispensable es hacerte dispensable. En otras palabras, si eres capaz de otorgar poder a otros continuamente y ayudarles a desarrollarse para que se conviertan en personas capaces de tomar tu trabajo, te convertirás en alguien tan valioso para la organización que serás indispensable.
Bernabé era definitivamente alguien que animaba a la gente. Parece como si no dejara escapar ninguna oportunidad para añadir valor a otros. Y su mayor contribución en términos de otorgar poderes se puede ver en su interacción con Pablo.
1. Creyó en Pablo antes que nadie.
Es fácil dar una opinión acerca de una persona polémica o un asunto difícil después de que otros líderes ya le hayan dado su apoyo. Otra cosa es acercarse y hablar antes de que alguien más lo haga. Eso es lo que hizo Bernabé. No esperó hasta que los apóstoles respaldaron a Pablo para creer en él. De hecho, creyó en Pablo mientras Pedro y los demás aún le tenían miedo.
Para ser un líder que anima, tienes que estar dispuesto a arriesgarte con la gente. Tienes que ver su potencial y animarles a creer en ellos mismos. Y eso puede ser arriesgado, porque quizá ellos no lo hagan. Pero si lo hacen, la recompensa puede ser enorme. Quizá seas el responsable de inspirar a un nuevo líder a lograr grandes cosas que nunca pensó que fueran posibles. Y los líderes nunca se olvidan de la primera persona que creyó en ellos.
2. Respaldó el liderazgo de Pablo ante otros líderes.
La Escritura dice que Bernabé tomó a Pablo, «lo trajo a los apóstoles, y les contó cómo Saulo había visto en el camino al Señor; el cual le había hablado, y cómo en Damasco había hablado valerosamente en el nombre de Jesús» (Hch. 9.27).
¿Te imaginas cómo podrían haber ido las cosas en Jerusalén en esos días? Cuando Pablo llegó a la ciudad, llegó a los apóstoles la noticia de que afirmaba ser seguidor de Cristo. Debieron haber pensado que era una trampa. Este era el mismo hombre que había estado de pie aprobando el apedreamiento de Esteban, ¡el primer mártir cristiano!
Bernabé debió haber aparecido en una de las reuniones de los apóstoles acompañado de Pablo. No hay duda de que un incómodo silencio debió producirse en la reunión en cuanto la gente se dio cuenta de la identidad del acompañante de Bernabé. Y entonces Bernabé contó la historia de Pablo. Pablo no tuvo que decir ni una palabra. Todos los creyentes conocían a Bernabé. Conocían su reputación, su integridad. Eso fue suficiente. Las Escrituras dicen: «Y estaba con ellos en Jerusalén; y entraba y salía» (Hch 9.28). La iglesia había aceptado, a Pablo.
Una de las mejores cosas que puedes hacer como un líder que otorga poderes es contar las cosas buenas de tu gente a otros. Cuando están haciendo un buen trabajo, cuéntaselo a todos. Sé especialmente intencional en alabarles ante sus amigos y familiares. Pero también llévales ante otros líderes. Ayúdales a que hagan una conexión sobre la base de la fortaleza de tu credibilidad.
3. Hizo que Pablo alcanzara su potencial.
La conexión entre Bernabé y Pablo no terminó en Jerusalén. Después de que el respaldo de Bernabé hiciera que Pablo pudiera moverse libremente por Jerusalén, enseñando a la gente y debatiendo la verdad de las Escrituras, no pasó mucho tiempo hasta que Pablo se convirtió en un enemigo de los incrédulos. Los apóstoles sabiamente le enviaron de regreso a Tarso por su propia seguridad.
Pero después, cuando Bernabé recibió la tarea de ayudar a la iglesia en Antioquía, encontró a Pablo y le hizo su acompañante. Esa acción permitió que Pablo realizara su primera «tarea» como líder, y eso llevó a la asociación de Pablo con Bernabé como misionero, el papel para el que Dios le había destinado.
Para ser un líder que capacita a otros, debes hacer algo más que creer en los líderes emergentes. Tienes que dar pasos para ayudarlos a convertirse en los líderes que pueden llegar a ser. Debes invertir en ellos si quieres hacer que se conviertan en su mejor versión.
Capacitar a gente requiere una inversión personal. Requiere energía tiempo. Pero merece la pena pagar el precio. Si lo haces bien, tendrás el privilegio de ver a alguien ascender a un nivel más alto. Y como un bono extra, cuando ayudas así a otros creas poder en tu organización.
¿Por qué algunos líderes violan la Ley del Otorgamiento de poderes? Considere las siguientes razones comunes:
Deseo de seguridad en el trabajo. El enemigo número uno del otorgamiento de poderes es el deseo de seguridad en el trabajo. Un líder débil piensa que, si ayuda a sus subordinados, más adelante se podrá prescindir de él. Pero la verdad es que la única forma de hacerse indispensable es llegar al punto en que se pueda prescindir de uno. En otras palabras, si de manera continua usted puede otorgar poderes a otros y ayudarlos a desarrollar esos poderes a fin de que sean capaz de hacer el trabajo que corresponde a usted, llegará a ser tan valioso para la organización que lo considerarán indispensable.
Resistencia al cambio. El autor John Steinbeck, ganador del Premio Nobel, afirmó: “La naturaleza del hombre cuando va madurando es protestar contra el cambio, particularmente el cambio hacia algo mejor”. Por su naturaleza misma, el otorgamiento de poderes produce cambios constantes porque estimula a las personas a crecer y a hacer innovaciones. El cambio es el precio del progreso.
Falta de autoestima. Muchas personas obtienen su valor personal y su estima de su trabajo o de su posición. Intente cambiar uno de los dos y estará poniendo en peligro la autoestima de esos individuos. Por otra parte, el autor Buck Rogers dice: “Para los que tienen confianza en sí mismos, el cambio es un estímulo porque creen que una persona puede hacer la diferencia e influir sobre lo que sucede alrededor de ellas. Estos son los hacedores y motivadores”. También son los que otorgan poderes.