Una predicción inexplicable
Cuatro semanas antes de las elecciones a la Presidencia de los EE.UU., en 1956, un fabricante de pinturas llamado Jack Swimmer, predijo por escrito los votos que obtendría el general Eisenhower:
En el condado de los Ángeles, 1.218.462
En California, 2.875.637
En todo el país, 33.974.241
También extendió un cheque por 4.200 dólares y entregó ambos documentos a un funcionario de la Beneficencia Municipal de Los Ángeles.
El funcionario encerró las predicciones de Swimmer en un envase de cobre precintado que guardó en una caja de madera, la cual quedó depositada en la caja de caudales del Jefe de Policía, custodiada como garantía de que no habría ninguna trampa.
Después de las elecciones se convocó a los periodistas a la oficina del Jefe del Policía y se leyó el documento. Las predicciones de Swimmer eran absolutamente exactas... hasta el último dígito.
Había ofrecido los 4.200 dólares a la Beneficencia en caso de equivocarse, pero estaba tan contento de su éxito que hizo no obstante donación del dinero.
Swimmer se negó a revelar el secreto de su acierto. Pudiera haber sido una suposición increíblemente afortunada, pero con anterioridad ya había adivinado el resultado de las elecciones de 1952 y los tanteos de los campeonatos mundiales de béisbol.
Foto: El mentalista Jack Swimmer entregando sus ppredicciones al Supervisor del condado antes de las elecciones de 1956