Dionisio, Tirano de Siracusa, sobornó al ejército y engañó al pueblo para conquistar el poder. Una vez en él, contrató a Platón al que sometió a esclavitud ya que el filósofo criticaba la tiranía. Dionisio quería ser un gran poeta y ser mejor que todos los demás; para ello organizó un certamen literario, compró a los jueces y se proclamó vencedor. Dionisio era odiado por el pueblo pero eso a él no le importaba. Un día se enteró de que una anciana, llamada Hiemera, pedía a los dioses que lo protegieran, el tirano se sorprendió tanto que decidió visitarla. La anciana Hiemera le explicó que cada vez que había pedido a los dioses que un tirano muriera, su sucesor había sido aún peor. Por eso, escarmentada, pedía a los dioses que alargaran la vida de Dionisio.
Foto:Moneda de Dionisio I de Siracusa (405-367 a. C.)