Cosas de los antiguos griegos
Las palabras «Grecia» y «griego» son de origen latino. Los miembros de una tribu helena, que emigró a la península Itálica, se denominaron a sí mismos como los «graikoi», que los romanos tradujeron como «graeci» y lo aplicaron por extensión a todos los helenos aunque pertenecieran a otras tribus distintas. Para los griegos, extranjeros eran todos aquellos que no hablaban su misma lengua y que pronunciaban sílabas que no comprendían, algo como «bar-bar-barbar...»; por eso los llamaron «barbaroi» (gente que habla con lengua extraña), lo que dio lugar al término «bárbaros».
El general griego Argelisao, infiltrado en el ejército del rey Jerjes de Persia, fue descubierto. Jerjes ordenó que fuera torturado hasta que confesara, pero Argelisao se adelantó, puso una mano en el fuego hasta que estuvo quemada y, sin hacer ningún gesto de dolor, le dijo al rey persa que ningún griego lo ayudaría a conquistar su país. Para demostrar lo que había dicho metió la otra mano en el fuego. Jerjes asombrado lo liberó.