En el Madrid de los Austrias las corridas de toros tenían lugar en la Plaza Mayor, por lo que tanto el Rey como el Alcalde de la Villa alquilaban los balcones de alrededor de la misma, todo aquel que era invitado, por cualquiera de ellos, disfrutaba de un refrigerio compuesto de frutas, helados, y dulces, cosa que hacia más agradable y llevadera la fiesta de los toros.Las damas que eran invitadas por el Rey, eran obsequiadas para acudir al evento con, abanicos, medias de seda, ligas, guantes, cintas, etc., lo que hacia que dicha fiesta fuera muy querida por dichas damas.
Foto: Fiesta de toros en la Plaza Mayor. Anónimo; s. XVII. Museo Municipal de Madrid