Don Wenceslao Ramírez de Villaurrutia, marqués de Villaurrutia —gran diplomático y gran historiador, ameno como pocos—, fue nombrado ministro plenipotenciario como jefe de la delegación española en Constantinopla.
Por aquel entonces reinaba en Turquía el sultán Abdul Hamid. Villaurrutia tuvo que entrevistarse con el sultán al tomar posesión de su cargo, hombre ignorante, que no conocía más lengua que el turco y, al parecer, desconocía hasta la existencia de España; le hizo decenas de preguntas por medio de un intérprete.
El intérprete tradujo inmediatamente una nueva pregunta.
El sultán quedó satisfecho con la respuesta del marqués. Una buena respuesta y muy diplomática
Foto: Don Wenceslao Ramírez de Villaurrutia.