Los tiroteos escolares en EE.UU han sido un problema que han azotado este país desde 1966. Desde entonces se han perpetrado más de 900 tiroteos escolares que han dejado miles de estudiantes, profesores y demás personas muertas. Ante esta preocupante situación, el gobierno de los Estados Unidos ha tratado de implementar algunas estrategias, pero estas no han sido de mucha ayuda y año a año los atentados aumentan alarmantemente. Entre las soluciones propuestas y ejecutadas se encuentran: fomento de un ambiente escolar libre de violencia, incremento de los recursos para atender problemas de salud mental, la realización de simulacros de tiroteos, entre otras. Si bien estas campañas pueden ayudar a tener un poco más conciencia y pueden prevenir algunos tiroteos, en mi opinión este problema requiere de soluciones más efectivas, y no limitadas como las que he mencionado anteriormente.
En mi opinión, si el problema de los tiroteos se ha hecho común es porque se ha generado una especie de cultura de la violencia, la cual es causada en gran parte por los contenidos violentos que los medios audiovisuales han mostrado a través de las pantallas. Películas de terror, guerra, ira, hasta la más explícita violencia han contaminado el cerebro de los menores durante años. Se han hecho muchas investigaciones sobre el impacto de la violencia de los medios en los niños, y estas han mostrado que ver, jugar y leer contenidos con violencia gráfica puede hacer que los niños sean agresivos, asociales y que pierdan la sensibilidad ante estos hechos, tal como lo dice la experta Coraline Knorr. Esto puede ser un detonante para el origen de los tiroteos, ya que los jóvenes normalizan la violencia y la venganza, y tratan de imitar los comportamientos que ven en represalias en contra de sus compañeros de escuela, lo cual resulta sencillo al tener fácil acceso a armas de fuego.
En añadidura, los medios comunicativos han cometido un gran error en darle a los asesinos fama y una imagen que los jóvenes ven como un modelo a seguir, como es el caso de series como Jeffrey Dahmmer. Estos han sido romantizados hasta el punto de ser idolatrados y apoyados. La solución a este problema podría estar en no presentar este tipo de personajes como héroes y en formar una sociedad que no idolatre todo lo que le es presentado. La clave también está en proteger más a los niños del contenido que consumen. Lamentablemente las redes de comunicación han crecido tanto en los últimos años que hoy en día es incontrolable el contenido que se publica y las personas que lo ven, pero con un acceso más riguroso y acompañamiento de los padres, se prevendrían muchas muertes.
Todo lo anterior no debe hacer olvidar el principal obstáculo para solucionar el problema, el cual es la venta de armas que existe en EEUU. Para adquirir un arma en EEUU solo se necesita ser mayor de edad y no tener antecedentes penales. Algunas personas sostienen que estas son necesarias por temas de seguridad, pero si existiesen bases sólidas de seguridad, definitivamente no serían necesarias, además que los tiroteos evidencian que la libre venta de armas no mejora la seguridad, sino que la empeora. Si comparamos a EEUU con otros países en los que no se permite el porte de armas, podremos notar que los homicidios en tierras norteamericanas son mayores. De modo que la solución “desde la raíz” es que las armas solo puedan ser portadas por personas que tengan un cargo militar o que las necesiten estrictamente. Esto no solo ayudará a que los tiroteos escolares disminuyan, sino que también podría reducirse la tasa de otros delitos.
Por todo lo visto, es claro que los tiroteos escolares es un problema de grandes magnitudes al que no se le están dando las soluciones adecuadas y que cada vez está más normalizado culturalmente. Aún sabiendo la gravedad del asunto y el riesgo que sufren los niños en la escuela, las soluciones propuestas resultan débiles y tardías, por lo cual se deben de tomar soluciones más efectivas e inmediatas.
Sofía Vides, 8°D.
Su primera parada fue en la ciudad de Montería, donde los estudiantes conocieron el parque lineal La Ronda Del Sinú, caracterizado por un letrero con su nombre y las diferentes esculturas de María Varilla, quien es ícono del porro y el fandango. Luego, los estudiantes asistieron a las instalaciones de la Asamblea Departamental de Córdoba. Allí les explicaron la importancia de la asamblea y conocieron al presidente de esta, el cual se llama Fabián Lora Méndez. Siguiendo el recorrido, los chicos tuvieron un encuentro con el escritor e historiador cordobés William Fortich, quien les habló acerca de la importancia del porro, les mostró desde afuera la casa del porro y conocieron el monumento que representa su cultura musical.
Más tardes, los estudiantes fueron al municipio de Lorica. Allá conocieron la iglesia, los hermosos murales y el mercado colonial, lugar de gran importancia por su valor arquitectónico. En el último tramo del recorrido, los estudiantes visitaron el municipio de Tuchín, en donde les mostraron un cultivo de caña flecha, visualizaron como se realiza un sombrero vueltiao e hicieron compras de manillas y sombreros. Finalmente, los estudiantes regresaron al municipio de Montelíbano muy felices por la experiencia vivida durante esta salida pedagógica.
Editoras generales: Alejandra Martínez, 11A; Sofía Uparela, Luna Martínez, Sofía Valle, Isabella Echavarría, Ana Sofía Estrada, 11C; Silvia Castilla, Melissa Villadiego, 11D.
Diagramación: Luna Martínez;11C.
Redacción: Amy Arrieta Martínez, 3°D; Julieta Fuentes Meneses, 3°E; Gabriela Aguas Polo, 6°A ; Sofìa Vides, 8D.
Fotografía: Consejo Estudiantil FEM 2023.
Asesores: Beatriz Watts, Carlos Betancurt, Sara Negrete (Departamento de Español).