Hoy me despierto como si fuera un día común y corriente. Veo el reloj y faltan 10 minutos para las 5 a.m. A las 6 debo ir a trabajar. Miro que mi esposo sigue dormido a mi lado, mientras yo me levanto y voy directo a la cocina a preparar el desayuno para ambos.
Al tiempo en que cocino, escucho en la radio: “feliz 8 de marzo” y el típico “es momento de celebrar a las mujeres en su día especial”. Lo único que se estanca en mi mente es aquella palabra: “celebrar”; ¿qué se supone que debemos celebrar?, ¿la lucha que vivenciaron otras para llegar hasta donde hoy estamos?, ¿todas aquellas épocas sin derechos y vulnerabilidad? o ¿las falsas promesas que la sociedad desató en nosotras durante mucho tiempo?
Ilustración: Luna Martínez, 11C.
El sonido de la tetera me saca de mis pensamientos y me dispongo a servir el desayuno para posteriormente ir a bañarme. Solo hay dos platos en nuestro comedor. Seguramente, si mis padres los vieran, dirían que me estoy dejando coger del tiempo para tener hijos y me reprocharían por no empezar a buscar aquellos nietos que tanto anhelan.
Realmente aspiro a ser vista más que como una máquina para engendrar bebés. Quiero que se enorgullezcan de mis metas y logros, que compartan cada uno de mis sueños y que me apoyen en el camino, no que me reprendan por no tener hijos aún. ¿Acaso soy menos mujer por no tenerlos en el tiempo en el que según la sociedad ya debería tenerlos? ¿Tener hijos define quien soy realmente?
Dispongo a irme a bañar, pensando en aquella realidad que muchas mujeres viven, en la cual día tras día luchan por mantenerse a flote y ser exitosas, por buscar ser reconocidas mediante sus propios méritos. Me doy cuenta de lo afortunada que soy por todo lo que tengo y lo que he logrado, pero ¿está mal querer más?, ¿está mal enfrentarme al mundo, siguiendo mis convicciones, como lo hicieron muchas? No, no está mal, de eso estoy convencida.
Lo que realmente debo hacer no es celebrar, sino conmemorar el largo proceso que se dio para que hoy esté aquí y pueda contar con las oportunidades que seguramente no contaría si aquellas mujeres de esa época no hubieran alzado la voz. Debo conmemorar aquella lucha que aún no acaba en busca de una igualdad que, si bien aún no es perfecta, espero que las mujeres del futuro puedan disfrutarla. Espero que podamos seguir siendo fuertes, resilientes, empoderadas. Que nos enorgullezcamos de ser mujeres y de las capacidades que tenemos. Que entendamos que, si bien no vivimos en un contexto cien por ciento inclusivo, podemos crear nuestras propias oportunidades y caminos para llegar a ser quienes queramos ser. Espero que podamos ser dueñas de nuestras propias realidades, siendo felices, libres, entusiastas, viviendo en un mundo dispuesto a vernos crecer. Con estos pensamientos salgo de la ducha y me visto. Mi esposo me espera con una gran sonrisa y me da uno de esos abrazos cálidos que solo él sabe darme. "Feliz 8 de marzo" me dice. Inmediatamente volteo mis ojos y él suelta una carcajada, entonces yo le respondo: el 8 de marzo es una fecha que debemos conmemorar, no celebrar.
Melissa Villadiego, 11D.
La escritora estadounidense Frances Wright afirma que: "La igualdad es el alma de la libertad; de hecho, no hay libertad sin ella", queriendo decir que la igualdad es fundamental para mantener el bienestar social en todos los ámbitos del ser humano. Así pues, la lucha por la igualdad de género ha permitido una mayor participación de la mujer en el mundo, pero también existen distintas prácticas y tradiciones culturales que han impedido el avance en el ejercicio de los derechos.
A nivel mundial, las mujeres todavía acceden a sólo tres cuartas partes de los derechos reconocidos a los hombres. En 86 países, las mujeres enfrentan algún tipo de restricción laboral y 95 países no garantizan la igualdad de remuneración por un trabajo con valor digno. Por lo tanto, la línea entre lo que se establece a través de leyes y lo que se hace es casi imperceptible. La cultura forma parte de un papel supremamente importante, debido a que engloba los valores y las creencias compartidas de una comunidad en particular.
Con relación a esto, encontramos a la India como un punto de referencia en el bajo desarrollo integral de una cultura de derechos. En la india, tradicionalmente la cultura ha sido dominada por el patriarcado y ha reforzado la desigualdad de género y la discriminación de castas y minorías. Aunque, hay una fuerte tradición de lucha por los derechos y la justicia, en India todavía existe una gran falta de conciencia sobre los derechos y es prácticamente imposible el acceso a estos mismos para muchas personas, especialmente para aquellas en grupos marginados o desfavorecidos.
Por lo tanto, para fortalecer la cultura de derechos en India y en el mundo, es importante abogar por una cultura que fomente el respeto por los derechos humanos, la igualdad ante la ley y la no discriminación. Esto incluye la educación y la sensibilización sobre los derechos, la implementación de leyes y políticas que los protejan, dando especial importancia a los grupos marginados, mediante la promoción de una sociedad inclusiva y equitativa.
Joyce Arango, Maria Fernanda Ayazo, Alexandra González, y Samuel Villorina, 11B.
El Festival de Astronomía de Villa de Leyva fue una aventura única, donde tuvimos la oportunidad de obtener grandes enseñanzas sobre astronomía en compañía de Rafael Acevedo (10°C) y de los profesores Edilberto Arroyave y Eberto Ríos. El impacto de este festival fue muy significativo, ya que contaba con diversas conferencias, juegos y planes astronómicos para el entretenimiento de todos los visitantes. Nosotros, en representación de la Fundación Educativa de Montelíbano, logramos hacer amistad con los mejores astrónomos del país, entre ellos el gran Germán Puerta, y algunos integrantes del colegio Antonio Nariño de Villa de Leyva. También, contamos con la oportunidad de plantear futuros proyectos de difusión de la astronomía en la institución, con el fin de abrir las puertas a un nuevo aprendizaje.
Durante la travesía pudimos reflexionar sobre la Astronomía en Colombia y concluimos que no tiene el valor en el país que esta merece, por lo que festivales como el realizado en Villa de Leyva ayudan a incentivar el interés de los ciudadanos en la astronomía, a través de metodologías interactivas que permiten abordar este campo de estudio científico desde una perspectiva más dinámica para todo tipo de público.
En términos de género, el evento fue 80% realizado por mujeres, lo cual demuestra el alto índice de participación de las mujeres en esta ciencia. Precisamente en el encuentro se habló del número de astrónomos reconocidos a lo largo del tiempo, pero ¿cuántos de ellos son mujeres? La respuesta es muy ilustrativa porque el número de mujeres que han tenido la posibilidad de escribir su nombre en las páginas de la historia de los grandes logros de la astronomía apenas se acerca a veinte. Astrónomas como Hipatia de Alejandría han quedado supeditadas a las figuras masculinas que las han acompañado o directamente olvidadas en los libros de astronomía. No obstante, en el evento pudimos contar con el privilegio de estar acompañados de mujeres como la periodista científica colombo-estadounidense Angela Posada Swafford, así como con la física colombiana Karla Peña, quien tiene una maestría y doctorado en astrofísica, y con las físicas Paola Pinilla y Valentina Abril.
Además, el programa del festival se caracterizó por las conferencias lideradas por mujeres que tienen un largo recorrido en el mundo de la astrofísica. Un hecho que quedó sumamente claro al finalizar las conferencias fue que hoy en día las mujeres tienen inmensas oportunidades para alcanzar sus metas en el campo astronómico, y cambiar el predominio masculino en los libros de ciencia.
Por último, el evento nos dejó una enseñanza: el aprendizaje de la astronomía no debería ser sólo sobre modelizar un agujero negro, hacer un diagrama HR, calcular la órbita de un planeta o explicar los cambios en la apariencia y movimientos de la luna en el cielo. También es primordial comprender los avances en los instrumentos que la humanidad ha creado con el fin de observar la naturaleza del universo desde otro punto de vista. En otras culturas no tan lejanas, el universo pudo ser imaginado, descrito y explicado de modos muy distintos, y seguramente en un futuro con tecnologías más avanzadas podremos evolucionar nuestros conocimientos respecto al universo y descubrir sus secretos.
Desde el Club de Astronomía FEM los invitamos a todos a participar de nuestras diversas actividades durante todo el año. Es nuestro deber enseñarles los increíbles fundamentos de la Astronomía.
Johnyer Peñate, 10°A.
Editoras generales: Alejandra Martínez, 11A; Sofía Uparela, Luna Martínez, Sofía Valle, Isabella Echavarría, Ana Sofía Estrada, 11C; Silvia Castilla, Melissa Villadiego, 11D.
Diagramación: Luna Martínez, 11C.
Fotografía: Gabriela Aguas, Jailiz Cuello, Valeria Urda, 6°A; Johnyer Peñate, 10°A.
Vídeo: Alejandra Martínez, 11A; Ana Sofía Estrada, 11C.
Redacción: Melissa Villadiego, 11D; Joyce Arango, Maria Fernanda Ayazo, Alexandra González, Samuel Villorina, 11B; Johnyer Peñate, 10°A.
Asesores: Beatriz Watts, Carlos Betancurt, Sara Negrete (Departamento de Español).