Para mí ser educador es una profesión noble y enriquecedora para quien verdaderamente ama. El buen educador ama la docencia de una forma sincera. Ser educador significa ser instruido, culto, divertido, paciente, sutil, y sobre todo saber amar. El educador comprende claramente la influencia que debe de proyectar a sus alumnos. Otro aspecto necesario es en la comunicación. El maestro tiene que saber escuchar, atender las necesidades de sus estudiantes, establecer empatía entre el educador-educando y ser comprensivo con sus dificultades de aprendizaje.
Poseo todas esas características de un ser un buen educador. Soy una persona enfocada, amo sin medidas y me entrego por completo a lo que me dedico y hacia las personas. Por medio de los deportes y de las experiencias de la vida aprendí a ser paciente. Tuve muchos éxitos al igual que muchas caídas, y comprendí que es parte de la vida y del proceso. Lo importante de la vida no es la meta sino el proceso y mantener la calma. Por otro lado, con el tiempo comprendí por medio de mis cursos de Psicología Educativa y las diferentes clases de Fundamentos de Enseñanza para Maestros (Voleibol, Atletismo, Natación, Balompié y Gimnasia), que una de las características más importantes de un maestro es que sea divertido. De por sí me gusta crear y ser innovadora. Los niños les encanta la diversión. Uno de los mensajes que como educadora transmitiré a mis estudiantes, al igual que mis clases van a ser entretenidas, la vida es igual de maravillosa y divertida.
Otras de las características que me representa es que soy empática e inclusiva. Para mi es indispensable la inclusividad. Desde pequeña sufrí de “bullying” y no quisiera que mis estudiantes pasaran por esta experiencia. No le deseo a ningún niño que pase por la experiencia de ser discriminado sea por raza, religión o por discapacidad. Como maestra promoveré por medio de la educación física el respeto y la inclusión hacia sus compañeros. Por otro lado, soy empática porque siempre me pongo en la posición de otras personas. Ser empática me garantiza saber afrontar las diferentes situaciones interpersonales. En la prueba de inteligencia múltiple de Howard Gardner obtuve la inteligencia interpersonal como la más alta. Poseo el corazón para ser una educadora.
Cuando me refiero que ser educador es un acto de amor, es que el maestro se entrega por completo. Cada estudiante es un mundo y como maestra debo de ponerme en su lugar. Ser educador también es saber escuchar a las personas. Soy buena escuchando a las personas y trato de dar el mejor consejo a todo el mundo. Como educadora tengo que escuchar a mis estudiantes acerca de sus necesidades e intereses, y así puedo crear mejores seres humanos para la sociedad. Ser educador es indispensable para nuestra sociedad, nosotros somos una de las influencias primordiales del niño para que sean buenos ciudadanos.
La razón por la cual decidí escoger esta profesión fue por medio de una reflexión interna y una recolección de mis recuerdos y experiencias vividas. También influenció los deportes. Por medio de los deportes, al momento de ejecución pude vivir los valores de respeto, compañerismo, disciplina, perseverancia, honor, liderazgo y entre otras características. Cada momento fui aprendiendo a aplicar cada característica en mi vida. Escoger la profesión de ser maestra de Educación Física, que además de enseñar estos importantes valores, es que es una materia entretenida, activa e influye y relaciona con los componentes de la salud y de otras materias. Al madurar con el tiempo me llevó a ser una persona con un gran corazón y son las cualidades de un buen educador.
Por otro lado, mi filosofía educativa es la de Paulo Freire. Aprendí de él en el curso de Fundamentos Filosóficos de la Educación con el profesor Dávila. El estudiante tiene que cuestionar todo. Nosotros como maestros no podemos depositar toda la información sin tener en cuenta sus deseos y pensamientos. Tenemos que permitir que ellos cuestionen y hagan la exploración por ellos mismos con la guía del maestro. Según Freire, el diálogo es fundamental e indispensable para el desarrollo del ser humano. El diálogo posibilita a los educadores y educandos que se puedan comunicar y expresar libremente sus dudas e inquietudes. El pensar crítico en los estudiantes es importante porque perciben la realidad como proceso que ayuda a favorecer a la creación. No podemos crear en las aulas de clase una educación bancaria porque no favorece el aprendizaje dialógico, y la que favorece es la educación liberadora. La educación liberadora hace que los estudiantes hagan una reflexión crítica hacia situaciones existenciales.
Otras de mis filosofías educativas es la corriente pedagógica del constructivismo. Esta postula la necesidad de entregar al estudiante las herramientas necesarias que les permiten construir sus propios conocimientos para resolver situaciones problemáticas. Las figuras claves del constructivismo son Jean Piaget y Lev Vygotski. Ambos eran psicólogos y Piaget establece que el conocimiento se construye partiendo desde la interacción con el medio. Vygotsky se centra en cómo el medio social permite una reconstrucción interna.
En fin, ser maestro es tener la vocación de servicio, ser el ejemplo para los alumnos y juega el papel más importante ante la sociedad. Ser maestro es una profesión en la que recibes y lo das todo, y en la que tienes que comprometerte con la sociedad para crear a los mejores profesionales del futuro. El buen maestro inspira y reta a sus estudiantes.