"La escuela ha de edificar en el espíritu del escolar, sobre cimientos de verdad y sobre bases de bien, la columna de toda sociedad, el individuo."
Eugenio María de Hostos
(Educador, filósofo, sociólogo y escritor puertorriqueño)
La educación es la base y formación del desarrollo de una sociedad. Por lo tanto, sirve como agente de cambio y libertad para el ser humano. El arte de educar influye en el avance y progreso de las personas y comunidades. Ayuda a proveer conocimientos, saberes y aprendizajes; al igual que enriquece el espíritu, los valores, la cultura y todo lo que nos caracteriza como seres humanos. La educación es un derecho inalienable y forma parte de la dignidad de todo ser humano. Así mismo es un instrumento poderoso que permite a las personas desarrollar su personalidad e identidad, así como sus capacidades físicas e intelectuales y favorece su contribución a la integración social y profesional. Al igual que realiza su aportación para el desarrollo económico, social y cultural del mundo. En fin, la educación contribuye a una mejor calidad de vida y crear un mejor mundo.
La filosofía educativa se constituye como la base de diferentes posturas ideológicas y sirve como práctica educativa. Se trata de la reflexión sobre los procesos y sistemas educativos, los modelos pedagógicos aplicados en clase y otros temas relacionados como la tecnología en la educación.
Existe un enlace entre la educación y la sociedad. Ambas van de la mano porque depende del desarrollo de nuestros (as) estudiantes para crear seres humanos íntegros y que puedan realizar aportaciones al crecimiento de nuestra sociedad. Los modelos a elegir para educar va a depender de los momentos en que estamos viviendo, el entorno social y cultural que nos rodea. La educación surge en los hogares con sus familias y en las escuelas. Es así que la educación moral es esencial para el desarrollo de seres humanos íntegros y es enseñada tanto en las escuelas como en sus hogares. Por lo tanto, las escuelas sirven como fundamento de la democracia, permite el crecimiento de la identidad del estudiante, posibilita una difusión e incremento del conocimiento y cultura en el alumno, y se les prepara para la inserción hacia el mundo real.
Se puede señalar que la escuela tiene un rol importantísimo para promover el aprendizaje. Como docentes debemos de fomentar el pensamiento crítico en nuestros (as) estudiantes. Parte de mi filosofía educativa está basada en el pensamiento freiriano. En las escuelas se practica frecuentemente el proceso donde el educador deposita contenidos en la mente del educando. El rol del estudiante es archivar información y esto lo llama Paulo Freire una educación bancaria. La educación bancaria es un instrumento de opresión porque pretende transformar la mentalidad de los educandos y no su situación actual. Por lo tanto, los (as) estudiantes funcionan como sujetos receptores pasivos donde el razonamiento y el trabajo intelectual no tienen lugar en su mente. Desde el aspecto socio emocional y de derechos humanos, la educación bancaria trae como consecuencia donde los (as) alumnos (as) son simples objetos, pierden su identidad como sujetos y se anulan sus derechos. Por eso, la educación bancaria se trata de opresión y dominación. El estudiante se convierte en el sujeto incapaz de realizar una transformación. Así mismo es reconocido como un objeto y no un sujeto.
Critico este modelo porque no promueve el aprendizaje y la reflexión crítica en el estudiantado. Esto es observable hasta en mi especialidad donde los (as) maestros (as) de Educación Física practican el modelo del comando directo. El papel del estudiante es seguir órdenes e imitar sin cuestionar el por qué de las cosas o el por qué de realizar ciertas destrezas. Hay que impulsar el descubrimiento guiado, la educación inclusiva y el aprendizaje cooperativo. El comando directo y práctico en mi especialidad es necesario, pero no debe de ser la prioridad dentro del modelo educativo. El objetivo es que el niño disfrute y experimente en la clase mientras aprende.
Mi postulado como maestra es ser una educadora liberadora. El concepto de educación liberadora es propuesto por Paulo Freire. Una educación liberadora permite la participación del diálogo, despierta la creatividad y la reflexión crítica del estudiante. Al igual que ayuda promover el cambio, la lucha por la emancipación, fortalece el humanismo y la capacidad para atender a los desafíos del mundo actual. Dicho esto, permite al estudiante una continua reflexión sobre su propia realidad a lo largo del proceso educativo. Así mismo como educadora liberadora aprovecho de las situaciones donde utilizo técnicas y medios propiciando el diálogo y el aprendizaje.
Por consiguiente, soy fiel creyente de que todos (as) los (as) niños (as) son maravillosos y son seres intelectuales. No hay nadie más inteligente que otro. Todos poseemos inteligencias, tenemos nuestras propias fortalezas y de aquí viene otra de mis ideología filosófica, la Teoría de Inteligencias Múltiples de Howard Gardner.
Tenemos otro desafío en nuestra enseñanzas y es que el docente se enfoca mayormente en el aspecto académico del estudiante. Marginamos, castigamos o hacemos sentir inferiores a aquellos estudiantes que no son diestros en ciertas áreas académicas. En vez de enfocarnos en las debilidades del estudiante, debemos de enfocar en sus fortalezas. El docente con sensibilidad tiene fe en sus estudiantes y para lograr eso hay que crear una conexión entre ambos incitando el diálogo y la confianza. El maestro debe de ser su mejor amigo y una figura ejemplar manteniendo su profesionalidad. Se debe de utilizar la creatividad en el aula de clases para exaltar esas fortalezas innatas y escondidas que posee cada estudiante. Todos somos seres únicos e inteligentes y hay una diversidad de conocimientos. Hay algunos que poseen el dominio en lo académico, otros en las artes, en los deportes, en la poesía, en los idiomas, en las relaciones interpersonales, el cuidado del medio ambiente, etc. En mi opinión, no existe un sólo tipo de inteligencia ni existe la posibilidad de medir la inteligencia. Como parte del problema, enseñamos a nuestros (as) estudiantes a estudiar para un examen en vez de proveer un espacio de cuestionamiento y reflexión crítica. Enseñar no es transferir información sino crear puentes y posibilidades para el desarrollo de su conocimiento. Mi filosofía educativa es uno libre, constructivista y enfocada en los valores como la ética, moral, derechos humanos y responsabilidad social. Como maestra, también soy parte del proceso donde ayudo y proveo las herramientas a mis estudiantes a construir su conocimiento partiendo desde lo más simple a lo más complejo.
Otras de las ideologías pedagógicas que practico es implementar el aspecto humanista en el aprendizaje significativo. Este pensamiento surgió en el 2017 cuando estudiaba en Centro de Estudios Martianos, en Habana, Cuba. Las ideas y pensamientos de José Martí se presencia en mis enseñanzas educativas. El pensamiento martiano fue concebida por los latinoamericanos y tiene como centro, la defensa de la cultura de estos pueblos donde se proyecta como arma de lucha para el logro de la unidad del pueblo. Esto no sería posible sin el modelo educativo de Martí. Al mismo tiempo, representa uno de los valores puertorriqueños y costumbres que se practica en toda Latinoamérica que es la protección y continuar promulgando su cultura, costumbres y valores. A su vez, estos aspectos se debe continuar promulgando en las escuelas para no perder nuestra identidad cultural. Así que Martí concebía la educación como un derecho del ser humano. En las escuelas no se promueve lo suficiente en el acceso a la información acerca de los derechos humanos. La ideología de Martí predomina dentro de mí en tener fe en la educación y sobre todo que prepara el alumno a la vida real. La filosofía martiana atribuía la gran importancia a los sistemas educativos, planes de estudios y programas que conlleva a la formación del ser humano. Es importante expandir la información donde todo ser humano tiene el derecho del acceso a una educación de calidad. La educación en América Latina era autoritaria y memorística (lo cual todavía existe hoy en día), llegaba solamente a una pequeña población y como consecuencia surge el analfabetismo y la ignorancia del pueblo. Martí criticaba este tipo de educación. Para que la sociedad se desarrolle necesitamos seres humanos con la capacidad tanto intelectual como la sensibilidad humana para el progreso social. Finalmente, el acceso a la educación debe de ser para todos, sin distinción de raza, clases sociales, ideologías políticas, religión, género, diversidad funcional, minorías, etc. La educación debe ser accesible para todo el mundo. Como maestra transmito este pensamiento integrando la reflexión acerca de nuestro pasado y situación actual que permite a nuestros jóvenes crear mejores condiciones de vida en el futuro y aportando su pequeño grano de arena para posibilitar mayor acceso a la educación para el pueblo, un derecho inalienable.
Como docente ejemplar desde el aspecto de los derechos humanos, me gustaría trabajar con la violencia de género en las escuelas. El docente no se trata de educar solamente sino de mejorar la calidad de vida de sus estudiantes. La violencia de género en las escuelas es una violación a los derechos humanos. Los docentes tenemos el poder de trabajar ofreciendo talleres e implementándolo en nuestras clases para disminuir conductas como el ciberacoso, el "bullying", la discriminación, el hostigamiento, la violencia homofóbica, física y psicológica promoviendo una educación inclusiva y la aceptación a la diversidad. Como maestra para prevenir la violencia de género en el ámbito escolar, mi propósito es diseñar enfoques curriculares para prevenir y reducir las incidencias de la violencia, promover la igualdad de género, la solidaridad y la empatía creando espacios seguros. Nuestro propósito también es respetar el derecho a los (as) estudiantes a disfrutar y practicar su idioma, costumbres, tradiciones, valores culturales y creencias (Art. 30, Los derechos de los niños, niñas y adolescentes en lenguaje sencillo según la Convención de los Derechos a la Niñez). Los (as) niños (as) tienen el derecho a ser escuchados, como padres y maestros es nuestro deber crear espacios de ambiente seguros a base de sus intereses. Para finalizar, la comunidad escolar y el Estado debe de proveer una educación encaminada al desarrollo óptimo de sus capacidades y personalidad, al aprecio de su identidad cultural y al respeto de los derechos humanos, la paz y el medio ambiente (Art. 29, Los derechos de los niños, niñas y adolescentes en lenguaje sencillo según la Convención de los Derechos de la Niñez).
Añado que el enfoque de escuela total es aquella que promueve un acercamiento holístico donde todos los aspectos del ambiente escolar promueve la no discriminación. Podemos tomar acción en los currículos, materiales y políticas con la aportación de maestros (as), estudiantes, administradores y la comunidad. Como aportación a la sociedad hay que tener un compromiso fundamental con el carácter emancipatorio de la cultura escolar que empodera a los (as) estudiantes. Finalmente, hay que valorizar, extender las destrezas y habilidades de los grupos de minoría empoderando a nuestros (as) estudiantes a validar sus identidades. Asi mismo, el currículo debe de abordar asuntos "sensitivos" tales como los estereotipos, el reconocimiento de la injusticia otorgando las herramientas y las destrezas críticas para reaccionar ante la discriminación y violencia escolar. Como resultado, debe de ser dirigido por los valores de una cultura de paz, tolerancia, respeto y derechos humanos (2014, UNESCO Teaching Respect for all). Este modelo pedagógico también surge de mis experiencias y vivencias pasadas. Pertenezco de esos (as) educadores (as) que vienen de grupos marginados y eso me ha permitido ser más empática y comprender mejor a mis futuros (as) aprendices con experiencias similares que ayuda a reducir la prevalencia de discriminación y violencia.
Mientras tanto, ser educadora me permite ser mediadora y ayudar en la resolución de conflictos en los centros educativos. Ser mediador (a) ayuda a conseguir un entorno escolar más pacífico y productivo, reduciendo el número de sanciones, el fracaso y el abandono escolar. Por medio de la mediación escolar, es posible crear un ambiente de convivencia más participativa, cooperativa y ayudando a formar a los estudiantes, docentes y a las familias en las habilidades específicas de comunicación, social e inteligencia. También favorece la preocupación por los demás creando una empatía en nuestros (as) estudiantes y mejora las habilidades sociales. Como consecuencia, la escuela debe facilitar el desarrollo de competencias ciudadanas. De acuerdo a Villarini Justino (2010) establece cuatro (4) competencias ciudadanas, a saber: 1) capacidad para inquirir, 2) capacidad para la interpretación crítica, 3) capacidad para el diálogo y la deliberación, y 4) capacidad para la acción ciudadana. En apoyo de esto, las escuelas y los educadores tenemos como propósito contribuir a la educación moral en los (as) estudiantes. Por este medio, es posible exaltar los valores puertorriqueños. En el Perfil del Egresado de Escuela Superior de Puerto Rico (2013), adoptado por el Departamento de Educación, se establecen cinco (5) competencias esenciales: 1) el estudiante como aprendiz, 2) como comunicador efectivo, 3) como ser ético, 4) como emprendedor, y 5) como miembro activo de diversas comunidades. Es necesario repensar la verdadera función de la escuela. El reto está en cómo desarrollar individuos capaces de lograr la transformación hacia esas sociedades deseadas y necesarias. Por ende, el desafío se encuentra en cómo movernos del deseo a la acción. En apoyo a esto, mi enfoque también es humanista además de ser constructivista, mi prioridad es centrado en la formación humana. De nada nos sirve depositar información en nuestros (as) estudiantes y que sean objetos subordinados bajo la dominación de otras personas por medio del poder. Al ser objetos, no tienen la capacidad hacia el pensamiento crítico y la tenencia de la responsabilidad social. El enfoque humanista es fundamental en la filosofía educativa de todo docente.
Por otro lado, el modelo Montessori forma parte de mi enseñanza educativa. Es una filosofía única e innovadora donde se le da la libertad a los (as) niños (as) para elegir sus actividades. El docente presenta a los (as) estudiantes en cómo realizar las actividades, ofrece ayuda cuando el niño lo requiera y actúa como su ayudante. Forma parte de mi ideología educativa porque toda enseñanza debe de ser individualizado. No todos (as) estudiantes aprenden de la misma forma y tienen las mismas habilidades. Por eso, este modelo de descubrimiento guiado permite fluir la creatividad del estudiante, pone en prioridad el desarrollo de sus habilidades y capacidades e integra a los padres y maestros como parte del desarrollo emocional.
Cabe añadir de la pedagogía liberadora hostosiana. Su pensamiento educativo refuerza a los modelos pedagógicos que aspiro lograr en el salón de clases. De igual modo, es otro diseño enfocado en el humanismo, en lo moral y razonamiento crítico en los (as) estudiantes. La reforma educativa hostosiana solo se puede conseguir sobre los fundamentos de la libertad, la razón y la educación cívica. Por lo tanto, su hilo conductor es que el ser humano tenga la capacidad moral, intelectual, afectiva, cívica. Para Hostos, la finalidad última del ser humano se cumple en lo moral, pero el que la humanidad alcance una existencia plenamente moral solo es posible con la educación, mediante el establecimiento de un orden social fundado en el derecho y el sentido del deber de un pueblo como conjunto de personas autónomas (Villarini, 2010, p.11). Cuando se educa en la razón, educamos a la conciencia y esta induce al bien. Precursores de la educación liberadora se encuentra Simón Rodríguez, José Martí y nuestro Hostos.
Todos los educadores referidos forman parte de mi filosofía pedagógica, que es uno libre y que el estudiante es el centro de todo. No necesariamente un docente debe de poseer y ejercer un solo tipo de modelo pedagógico. El docente tiene la libertad de integrar cualquier diseño instruccional que promueva aprendizaje significativo. Mi filosofía educativa es basada en las experiencias vividas y en cómo contemplo hacia el mundo, que se ha desarrollado a través de los años creando una sensibilidad humana que reside en mi corazón. El conocimiento debe transmitirse permitiendo que los mismos alumnos puedan descubrir, analizar críticamente y construirse. Se requiere un entorno lleno de motivación, seguridad y alegría para el desarrollo personal y del conocimiento. Como maestra de educación física, mi meta es emplear mis pensamientos humanísticos y constructivistas en mis clases. La educación física desarrolla destrezas motoras y cognitivas como el procesamiento de la información y la toma de decisiones. Consecuentemente, desarrolla el aspecto afectivo. Por medio de juegos y actividades se puede desarrollar valores, la capacidad moral y cívica en la educación física. La cultura física también aporta el conocimiento de las demás materias. Reafirmando mi pensamiento educativo, las clases deben ser interconectadas promoviendo el diálogo, investigación, experimentación y discusión. Como resultado, son efectivos porque capacita al estudiante a pensar críticamente creando una autonomía en la toma de decisiones teniendo en cuenta su entorno.
En conclusión, mi meta como maestra es desarrollar estudiantes con valores y que puedan aportar a una mejor calidad de vida a las próximas generaciones. El docente tiene que establecer una conexión y confianza con su estudiante, ser su guía y ejemplo. Deseo que mis estudiantes se lleven lo mejor de mi convirtiéndose en un ciudadano global. Ser maestra es un privilegio y mi aspiración es ser entusiasta, justa, responsable, firme, empática, flexible y comunicativa. Así que, como dice María Montessori mi responsabilidad y tarea de la educación es agitar la vida, pero dejándola libre para que se desarrolle.