La Asociación "Casa de la Divina Voluntad" fundada por Rev. P. Carlos Massieu y la Madre Marianela Pérez, con personalidad jurídica privada, en la Diócesis de León, Nicaragua con drecto dado por su Excelencia Reverendísima, Mons. César Bosco Vivas Robelo a los veintisiete días del mes de junio del año dos mil dos, en la Fiesta de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.  La Asociación tiene su origen en la vida de la Sierva de Dios Luisa Piccarreeta y de ello dan prueba los Escritos de Luisa. Volumen 25, 7 de octubre de 1928. Origen y apertura de la Casa de la Divina Voluntad en Corato.

AUDIO


De los escritos de la S. D. Luisa Piccarreta

Vol. 11-11 (1) Marzo 13, 1912



Ésta es la misión de las misiones y el apostolado de los apostolados




EFECTOS DEL ESTADO DE VICTIMA


Vol. 11-11 (1),  marzo 13, 1912

"El bautismo de víctima es bautismo de fuego"


“Hija mía, el bautismo del nacimiento es de agua, por eso tiene virtud de purificar, pero no de quitar las tendencias, las pasiones; 

en cambio el bautismo de víctima es bautismo de fuego, por eso tiene virtud no sólo de purificar sino de consumar cualquier pasión y tendencia mala; es más, 

Yo mismo la voy bautizando parte por parte: 

Mi pensamiento bautiza el pensamiento del alma, 

mi latido su latido, 

mi deseo su deseo

y así de todo lo demás. 

Este bautismo se desarrolla entre Yo y el alma a medida que ella se da a Mí y no vuelve a tomar lo que me ha dado, he aquí porqué hija mía no adviertes malas tendencias ni otras cosas, esto te sucede por el estado de víctima, y te lo digo para tu consuelo, por eso di al padre G. que esté bien atento, que ésta es la misión de las misiones y el apostolado de los apostolados, dile que siempre conmigo lo quiero y todo atento a Mí”.


‘Venga tu Fiat, 

tu Voluntad sea conocida’ 





CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA


La misión, exigencia de la catolicidad de la Iglesia



852 Los caminos de la misión. "El Espíritu Santo es en verdad el protagonista de toda la misión eclesial" (RM 21). Él es quien conduce la Iglesia por los caminos de la misión. Ella continúa y desarrolla en el curso de la historia la misión del propio Cristo, que fue enviado a evangelizar a los pobres; "impulsada por el Espíritu Santo, debe avanzar por el mismo camino por el que avanzó Cristo: esto es, el camino de la pobreza, la obediencia, el servicio y la inmolación de sí mismo hasta la muerte, de la que surgió victorioso por su resurrección" (AG 5). Es así como la "sangre de los mártires es semilla de cristianos" (Tertuliano, Apologeticum, 50, 13).