Oración para todos los días


Oración Eucarística pidiendo irradiación del Amor Divino

Pbro. Padre Juan Martín Osorio

Colombia

Enseñanza Eucarística

De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 11-111  Noviembre 13, 1915

AUDIO


Necesidad de Jesús de comulgarse a Sí mismo antes de darse a los demás 


Cómo debe el alma ofrecer la Comunión

 

"Después de haber recibido la Santa Comunión, pensaba para mí cómo debía ofrecerla para complacer a Jesús. Y Él, siempre benigno, me dijo:

“Hija mía, si quieres agradarme, ofrécela como la ofreció mi misma Humanidad. 

Yo, antes de darme en comunión a los demás, me comulgué a Mí mismo, y quise hacer esto para dar al Padre la gloria completa de todas las Comuniones de las criaturas, para encerrar en Mí todas las reparaciones de todos los sacrilegios, de todas las ofensas que habría de recibir en el Sacramento. 

Mi Humanidad, encerrando la Voluntad Divina, encerraba todas las reparaciones de todos los tiempos, y recibiéndome a Mí mismo, me recibía dignamente; y como todas las obras de las criaturas fueron divinizadas por mi Humanidad, así también quise sellar con mi comunión las comuniones de las criaturas; de otra manera, ¿cómo podía la criatura recibir a un Dios? 

Fue mi Humanidad la que abrió esta puerta a las criaturas y les mereció recibirme a Mí mismo. 

Ahora tú hija mía, recíbela en mi Voluntad, únete a mi Humanidad y así encerrarás todo y Yo encontraré en ti las reparaciones de todos, la retribución de todo y mi complacencia, más bien encontraré otra vez a Mí mismo en ti”.

Ofrecimiento de la Santa Comunión

Como Jesús la ofreció en su Misma Humanidad


Jesús, te Ofrezco esta Santa Comunión, como Tu la ofreciste, en tu Misma Humanidad.

Tú antes de darte en la comunión a los demás, te comulgaste a Ti Mismo para dar al Padre la gloria completa de todas las Comuniones de las criaturas, para encerrar en Ti todas las reparaciones de todos los sacrilegios, de todas las ofensas que habrías de recibir en el Sacramento. 

Tu Humanidad, encerrando la Voluntad Divina, encerraba todas las reparaciones de todos los tiempos, y recibiéndote a Ti mismo, te recibías dignamente; y como todas las obras de las criaturas fueron divinizadas por tu Humanidad, así también sellaste con Tu comunión las comuniones de las criaturas, para que pudiéramos recibir a un Dios, en la Comunión.

Gracias Te damos, porque por Tu Humanidad merecimos recibirte a Ti mismo. 

Jesús, ahora yo, hija Tuya, Te recibo en tu Voluntad, y me uno a tu Humanidad para encerrar todo, y así, encuentres en mí, las reparaciones de todos, la retribución de todo y Tu complacencia, más bien Te encontraras otra vez a Ti mismo en mí.  

Fiat.

En virtud de la Divina Voluntad Vol. 11-111 

Ofrecimiento de la Santa Comunión

(Corto)

Madre, acompáñame a recibir a Jesús.

Jesús, te recibo en tu Voluntad y me uno a tu Humanidad para recibirte a Ti mismo, y así, encerrar todo para dar al Padre la gloria completa de todas las Comuniones de las criaturas y que Tu encuentres en mí las reparaciones de todos, de todos los sacrilegios, de todas las ofensas que habrías de recibir en el Sacramento, la retribución de todo y Tu complacencia, más bien Te encontraras otra vez a Ti mismo en mí.  

Fiat.


En virtud de la Divina Voluntad del Vol. 11-111:  

"Cómo debe el alma ofrecer la Comunión" hagamos el siguiente ofrecimiento corto al hacer la fila para recibir la Comunión..