Iglesia Nuestra Sra del Rosario en Villa de Leyva


La Confesión

De los escritos de la S. D. Luisa Piccarreta

“Es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena” (Mt: 5, 29)



"con el pecado viene al encuentro, a recibir los golpes.


Reza, reza por la gran ceguera de las criaturas”





De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 20-50 (1-2) Junio 12, 1918

“No soy Yo que golpeo al hombre”


Encontrándome en mi habitual estado, estaba diciendo a mí siempre amable Jesús: “¿Cómo es posible, Tú has hecho todo por nosotros, has satisfecho todo, has reintegrado en todo la gloria del Padre por parte de las criaturas, de modo de cubrirnos a todos como con un manto de amor, de gracias, de bendiciones, y con todo esto los flagelos caen casi rompiendo el manto de protección con el cual nos has cubierto?”

Y mi dulce Jesús, interrumpiéndome me ha dicho:

“Hija mía, todo lo que tú dices es verdad, todo, todo lo he hecho por la criatura, el amor me empujaba tanto hacia ella, que para estar seguro de ponerla a salvo la quise envolver dentro de mi obrar como dentro de un manto de defensa, pero la ingrata criatura con el pecado voluntario rompe este manto de defensa, huye de debajo de mis bendiciones, gracias y amor, y poniéndose a cielo abierto es golpeada por los rayos de la Justicia Divina. No soy Yo que golpeo al hombre, es él que con el pecado viene al encuentro, a recibir los golpes.

Reza, reza por la gran ceguera de las criaturas.”


Fiat Divina Voluntad