"Con esta intención de recibir de Mí la vida, tu acción adquiere el mérito de mi Humanidad"


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De los escritos de la S. D. Luisa Piccarreta

Vol. 7-69 (2) Noviembre 28, 1906



El bien de obrar junto con Jesús



(1) Continuando mi pobre estado, en cuanto he visto al bendito Jesús parecía que se transformaba todo en mí, de modo que si yo respiraba sentía su respiro en el mío; si yo movía un brazo, sentía mover el suyo en el mío, y así de todo lo demás. Mientras esto hacía me ha dicho: 

(2) “Hija amada mía, mira en qué estrecha unión estoy Yo contigo, así te quiero a ti, toda unida y estrechada Conmigo; y esto no creas que lo debes hacer sólo cuando sufres o rezas, sino siempre, siempre; si te mueves, si respiras, si trabajas, si comes, si duermes, todo, todo lo debes hacer como si lo hicieras en mi Humanidad y saliera de Mí tu obrar, de modo que no deberías ser tú otra cosa que la cáscara, y rota la cáscara de tu obra se debería encontrar el fruto de la obra divina, y esto debes hacerlo en favor de toda la humanidad, de modo que mi Humanidad se debe encontrar como viviente en medio de las criaturas, porque

haciendo tú todo, aun las acciones más indiferentes con esta intención de recibir de Mí la vida, tu acción adquiere el mérito de mi Humanidad, porque siendo Yo Hombre y Dios, en mi respiro contenía los respiros de todos, los movimientos, las acciones, los pensamientos, todo contenía en Mí, así que los santificaba, los divinizaba, los reparaba. 

Por eso, haciendo todo con la intención de recibir de Mí tu obrar, también tú vendrás a abrazar y a contener a todas las criaturas en ti, y tu obrar se difundirá para bien de todos; así que aunque los demás no me den nada, Yo tomaré todo de ti”.

Fiat Divina Voluntad




CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA


932 En la Iglesia que es como el sacramento, es decir, el signo y el instrumento de la vida de Dios, la vida consagrada aparece como un signo particular del misterio de la Redención. Seguir e imitar a Cristo "desde más cerca", manifestar "más claramente" su anonadamiento, es encontrarse "más profundamente" presente, en el corazón de Cristo, con sus contemporáneos. Porque los que siguen este camino "más estrecho" estimulan con su ejemplo a sus hermanos; les dan este testimonio admirable de "que sin el espíritu de las bienaventuranzas no se puede transformar este mundo y ofrecerlo a Dios" (LG 31).