ESCUELA de FILOSOFÍA
y Filosofía para niños
La escuela de filosofía pretende aplicar los conocimientos de filosofía ya que en la asignatura de filosofía no sólo aprendemos filosofía sino que también aprendemos a filosofar (Kant). Para ello proponemos dos actividades para una participación activa y creativa: el ensayo filosófico y el debate filosófico.
La metodología que seguiremos será la siguiente: se ofrecerán dos temas posibles para el ensayo con un material complementario para empezar a trabajar. Haremos también un debate filosófico sobre alguno de los temas propuestos para el ensayo.
Aprendiendo a argumentar: la defensa de tus opiniones.
Consejos para hacer una buena argumentación:
En primer lugar, elige un tema que sea interesante para debatir. El tema tiene que ser importante para ti y tener alguna repercusión ética, filósofica o social ya que así tendrás más posibilidades de encontrar argumentos.
Tras elegir el tema, acótalo. Acotar un tema es llegar a definirlo lo más completamente posible y te servirá de base para tu posterior argumentación. Si no se hace este ejercicio de definición socrática, luego es muy difícil llegar a cuerdos, exponer argumentos, defender tu postura o criticar las contrarias. Puedes servirte de preguntas como:
¿Qué entendemos por...?,
¿A qué nos estamos refiriendo cuando hablamos de...?
¿En qué nos puede afectar a nivel personal, social...?
¿Qué ejemplos específicos tengo sobre los distintos tipos de...?
...
Tras acotar el tema, es el momento de explorar las opciones que tenemos: argumentos a favor, argumentos en contra, zona de "grises". Al ir exponiendo estos argumentos y contraargumentos, puedes ir indicando por qué te parecen relevantes, los problemas que detectas en ellos, las consecuencias previsibles, la jerarquía valorativa, el árbol de decisiones que implica...
Ahora llega el momento de buscar información lo más científica y veraz posible que justifique tus puntos de vista o rebata las posiciones contrarias. Busca en fuentes oficiales, aporta datos fiables, comprueba la información, básate en las opiniones de expertos en el tema... Y evita convertir la argumentación en un anecdotario irrelevante para el tema.
Por último, llega a tu conclusión final una vez expuestos los pros y contras que has ido viendo en el desarrollo del ensayo. Puede ser un final abierto, pero siempre tienes que haber aportado algo al debate, es decir, puede no ser conclusivo pero siempre tiene que ser relevante.
Puedes utilizar las tablas de argumentación que tienes a continuación para enriquecer tu trabajo:
Esquema base de un texto argumentativo:
Introducción al pensamiento crítico:
Aprendiendo a debatir:
la expresión oral de opiniones.
Una vez al trimestre, al menos, haremos un debate filosófico sobre alguno de los temas propuestos para el ensayo filosófico o sobre cualquier otro tema de actualidad. En estos debates, cada "filósofo" deberá argumentar razonadamente.
En los debates no pretendemos tanto llegar a conclusiones uniformes consensuadas sino aprender a emitir razonamientos personales fundamentados siguiendo las “virtudes de la mente”.
Linda Trinkaus Zagzebski en su libro “Virtues of the Mind” cita un texto de James Montmarquet, en que señala tres tipos de virtudes filosóficas: virtudes de la imparcialidad, virtudes de la sobriedad intelectual y virtudes del coraje intelectual.
1. Virtudes de la imparcialidad.
Incluyen cualidades particulares como:
Apertura a las ideas de los otros.
Deseo de intercambiar ideas y de aprender de los demás.
Liberación del apasionamiento que conduce a interpretaciones sesgadas.
Vivo sentido de la propia falibilidad.
2. Virtudes de la racionalidad:
Capacidad de razonar y argumentar y comprender los argumentos.
Decisión de usar racionalmente la inteligencia, es decir, empeño en buscar verdades y valores universales.
Aplicación rigurosa de los criterios de verdad.
3. Virtudes del coraje intelectual:
No ceder ante las creencias ambientales.
Perseverar en la búsqueda del conocimiento.
Tener la valentía de mantener las opiniones que se creen justificadas.
Tener la valentía de rendirse ante las evidencias más fuertes.
Rúbrica para evaluar una exposición oral:
El diálogo filosófico en clase:
formular hipótesis y confrontarlas.
formular hipótesis y confrontarlas.
El diálogo en clase es un ejercicio colectivo que consiste en profundizar en común sobre una pregunta dada, proponiendo respuestas en forma de hipótesis, desarrollándolas o modificándolas a través de una serie de preguntas pertinentes, y comparando esas diferentes respuestas con el fin de extraer las consecuencias principales de la confrontación de las distintas hipótesis.
El trabajo que deben desarrollar los alumnos se fundamenta en los siguientes puntos:
profundizar sobre una pregunta dada,
concebir una serie de ideas, articularlas de forma clara y precisa,
plantear preguntas adicionales y responderlas,
escuchar al otro,
confirmar la presencia de una relación lógica o conceptual entre las ideas,
y, por último, sintetizar o analizar el resultado global del trabajo.
A continuación señalamos unos elementos procedimentales para propiciar el diálogo.
I. Para promover la escucha.
Levantar la mano para pedir la palabra. Esto hará que el profesor pueda repartir la palabra y no hablen siempre los mismos, para que se pueda escuchar la palabra de los más tímidos y los más lentos. En esta línea hay que buscar dar la palabra a los que no hayan intervenido todavía, para asegurar la participación de todos, en particular a los que más les cuesta.
No tener la mano levantada mientras alguien habla. Para no tener la mente ocupada en qué se va a decir en lugar de escuchar al compañero. Esto se ha complementar con la invitación frecuente por parte del profesor a levantar la mano una vez el alumno haya terminado de hablar.
Trabajar la claridad y concisión. Ante una respuesta larga y confusa, es pertinente solicitar un trabajo de síntesis y de claridad. Con ello gana el que lo realiza y los demás reciben ideas claras sobre las que poder construir otras.
Solicitar repetir la idea del compañero. El profesor puede contribuir a que lo dicho por el alumno sea entendido por todos los participantes del grupo, mediante el ejercicio de comprobación de la transmisión de la información, preguntándoles a los demás qué han entendido y, si se hace preciso, proponer al emisor que clarifique.
Es frecuente que algún alumno reaccione vivamente ante una idea que “no le gusta”, hasta el punto que ni siquiera la escucha. Cuando el profesor detecte esa reacción muy cargada emocionalmente, le podrá pedir al alumno que reformule la idea que quiere criticar. Eso hará que se dé cuenta de si ha sido capaz de escucharla o sólo quiere rechazarla. Se le puede proponer que use esta fórmula “No estoy de acuerdo con José cuando dice “….”, porque….”
La fórmula también se puede utilizar para “Estoy de acuerdo…” para ofrecer una razón diferente que apoye esa idea.
Sólo habla uno a la vez. Mientras alguien esté en el uso de la palabra los demás guardarán silencio, el que interviene se dirigirá a todo el grupo (y no tanto al profesor) ya que todos los presentes constituyen el espacio de reflexión.
No tener expectativas sobre la respuesta. Estaremos abiertos a cualquier respuesta, de lo contrario no escucharemos las palabras emitidas sino las que querríamos oír.
II. Para promover la diferenciación y creación de ideas.
Pedir ideas diferentes. Cuando se vaya teniendo ya una serie de ideas, solicitar que hable aquella persona que pueda aportar una idea nueva.
Señalar las ideas repetidas. El profesor preguntará al grupo si la idea que se acaba de aportar es nueva o ya se ha aportado antes. Comprobar que efectivamente no aporta nada nuevo.
Invitar a que se planteen preguntas entre los alumnos. La pregunta nace del asombro, de la incomprensión, o del espíritu crítico. El profesor no tendría que ser el único en articular preguntas.
Reorientar el diálogo. La creación de ideas ha de ser también pertinente y enfocada en el tema tratado. Si el diálogo se pierde o divaga, es necesario retomar el foco. Para ello podemos pedir si alguien puede hacer un resumen de las ideas más importantes tratadas hasta ese momento.
Si las intervenciones no están engarzadas, si solo resulta una yuxtaposición de exposiciones, hay que buscar la relación entre ideas, tanto si están en sintonía como si se contradicen.
Cambiar de opinión. Apoyar el cambio de opinión articulando la razón por la que ello ha sucedido, nos permitirá entender que nuestro pensamiento puede ser flexible y seguir a la razón.
III. Para promover el pensamiento crítico.
El hábito de dar razones. Ofrecer razones en las respuestas debe ser una constante, es así como sacamos a la luz creencias, ideas, latentes que están operando en nuestro modo de vivir sin ser del todo conscientes.
El hábito de problematizar. Cualquier idea es susceptible de ser cuestionada, es así como vemos la solidez o fragilidad de nuestras ideas.
Diferenciar posicionamiento y argumento. Es útil manejar esta diferencia para poder evaluar una respuesta. La respuesta a una pregunta cerrada tendrá que contener un posicionamiento (Sí o No) pero además tendrá que presentar un argumento que será la razón que apoye ese posicionamiento. En una pregunta abierta, se empieza por responder con una hipótesis (que sirve como posicionamiento) que se verá ilustrada con otras ideas (argumentos) que la apoyen y muestren su validez.
Diferenciar crítica interna de crítica externa.
Crítica Interna: en la comprobación de la claridad, la relevancia, la coherencia…dentro de la propia respuesta y también la pertinencia con respecto a la pregunta.
Crítica Externa: consiste en el cuestionamiento de los supuestos que subyacen a la respuesta o en la objeción sobre las ideas desde otra perspectiva, otro sistema de valores u otro paradigma de pensamiento.
Pensar dilemas. La realidad nos plantea a menudo situaciones en las que se superponen o se contradicen valores que nos gustaría respetar. Necesitamos discriminar las razones para poder proceder a una decisión. Ante un dilema se ponen a prueba nuestra capacidad reflexiva y nuestra paciencia para tratar cuestiones problemáticas.
IV. Para promover actitudes favorables al pensamiento.
Perder el miedo al error o a la incapacidad. La pregunta es siempre un reto y así hay que planteárselo, no como algo que ha de tener una respuesta asegurada. Incluso para el profesor, el hecho de no tener la respuesta no es más que un momento en el que el pensamiento se pone en marcha y dará el fruto cuando sea, quizás no inmediatamente.
Interesarse por el compañero y sus ideas. Prestar atención a ideas que resulten novedosas o incluso extrañas, no desecharlas antes de examinarlas. La mejor forma de respeto no es aceptar sin más las ideas de otro sino entrar en diálogo con ellas.
Consciencia sobre las emociones. Hacerse observador de las propias reacciones, de las emociones que nos suscita el hecho de tener que hablar y expresar ideas o tener que escuchar las de los otros. La consciencia, en sí misma, es un regulador de las emociones.
La colaboración. El diálogo no es una pelea de ideas ni un “a ver quién puede más”. El diálogo es una indagación sobre una cuestión. Se puede delegar ciertas funciones en algunos alumnos (de manera rotativa) por ejemplo el “detector de respuestas que no responden” (dicho de manera humorística acerca de aquellas respuestas que se desvían notablemente de lo que se pregunta). O el “detector de objeciones que no objetan” (cuando se quiere contradecir una idea pero lo que se ofrece no funciona como contraposición).
V. Límites prácticos del diálogo.
El consenso. Una vez registrados los desacuerdos y ante la imposibilidad de la unanimidad se puede usar el voto de la mayoría para decidir sobre la conclusión a ofrecer.
La mejor hipótesis. Debemos aceptar la hipótesis que tengamos mientras no tengamos otra mejor, a menos que podamos demostrar que no tiene ningún sentido.
El valor de la palabra. Tomamos la palabra del que expone la idea tal y como la emite. Si ante la reacción de sus compañeros el que habla considera que la puede mejorar, bienvenida será la mejora. La claridad de ideas se traspone a la claridad de la palabra.
VI. Para fomentar la conciencia de lo aprendido.
Evaluar el trabajo justo antes de finalizar.
Sintetizar las ideas surgidas.
Sacar conclusiones.
Evaluar lo que ha pasado: si ha habido problemas en la discusión y si se han resuelto.
Hacer una relación de lo que se ha aprendido.
Oscar Brenifier y Mercedes García Márquez.
Los dilemas éticos: cuando la solución correcta es incorrecta.
Un dilema ético o una paradoja ética es un problema de toma de decisiones entre dos imperativos ético-morales posibles, ninguno de los cuales es inequívocamente aceptable o preferible. La complejidad surge del conflicto situacional en el que obrar de acuerdo a uno podría resultar en transgredir al otro.
Algunas veces llamadas "paradojas éticas" en la filosofía moral, se pueden invocar dilemas éticos para refutar un sistema ético o un código moral, o para mejorarlo y resolver la paradoja.
Un dilema ético puede formalizarse de la siguiente manera:
Es imperativo hacer a
Es imperativo hacer b
Pero no puedo hacer ambas cosas a y b al mismo tiempo.
Los dilemas éticos son experimentos mentales por las que se imaginan situaciones difíciles a las que se debe responder con una acción moralmente correcta. En realidad no hay verdaderas respuestas "correctas" ya que usualmente deben compararse dos imperativos morales diferentes y se debe elegir entre ellas.
Se han intentado resolver de varias maneras, por ejemplo, demostrando que la situación solo es aparente y no existe realmente (por lo tanto no es, lógicamente, una paradoja), o que la solución al dilema ético consiste en elegir el bien mayor y el mal menor, o que todo el encuadre del problema omite alternativas creativas.
Para resolver nuestros dilemas en clase, sugerimos seguir un guion parecido al siguiente:
- Análisis del dilema: descubrir los valores en conflicto, captar la jerarquía de valores en juego, detectar los valores secundarios implicados, relacionar el caso con los valores últimos que están en riesgo.
- Argumentación: consecuencias positivas y negativas de las distintas opciones, argumentos a favor y en contra de cada propuesta, ofrecer alternativas personales de cada una de las opciones presentadas y analizadas.
- Solución: argumentos sólidos para defender la posición final, solución clara y coherente en su argumentación, alternativas personales para dar una respuesta ética al problema.
- Reflexión: relación del dilema con principios éticos generales, con la necesidad de estudio filosófico y ético, valoración personal de la raíz profunda del problema planteado.
También es muy útil tratar de solucionar el dilema ético buscando argumentos para defender todas las posiciones posibles, no solo la inicial tuya, de manera que queden explicadas el mayor número de posibilidades:
Defiende la situación desde cada ángulo posible poniéndote en el lugar de cada una de las personas implicadas, de las consecuencias que puede tener cada opción, de las posibles víctimas en cada caso, las ventajas de tomar cada opción...
Por último, emite tu veredicto de forma clara. Puedes hacerlo por medio de una pregunta resumen y su respuesta, como por ejemplo:
¿Se puede justificar éticamente el principio X / Y / Z...?;
¿Qué problemas racionales veo para justificar éticamente X aunque puedo justificarlo emocionalmente?
¿Por qué me he decantado por la opción X?
...
Tipos de dilemas éticos
El concepto de dilema ético puede parecer claro, pero lo cierto es que no existe un solo tipo. En función de diversos criterios podemos encontrarnos con distintas tipologías de dilemas, que pueden variar en su nivel de concreción, en el papel del sujeto al que se le presenta o en su verosimilitud. En este sentido, algunos de los principales tipos son los siguientes:
1. Dilema hipotético
Se trata de dilemas que colocan a la persona a quien se le pregunta en una posición en la que se ve confrontando una situación que es muy poco probable que suceda en la vida real. No se trata de fenómenos imposibles, pero son algo a lo que la persona debe enfrentarse en su día a día de manera habitual. No es necesario que la persona a quien se le plantea el dilema sea el protagonista de este, pudiendo preguntar qué debería hacer el personaje.
2. Dilema real
En este caso el dilema planteado versa sobre un tema o situación que resulta cercana a la personas a quien se le plantea, sea porque se refiere a un suceso que ha vivido o a algo que puede ocurrir con relativa facilidad en su día a día. Aunque suelen ser menos dramáticos que los anteriores, pueden resultar tanto o más angustiantes por este motivo. No es necesario que la persona a quien se le plantea el dilema sea el protagonista de este, pudiendo preguntársele que debería hacer el personaje.
3. Dilema abierto o de solución
Los dilemas planteados como abiertos o de solución son todos aquellos dilemas en que se presenta una situación y las circunstancias que la rodean, sin que el protagonista de la historia (que puede o no ser el sujeto a quien se le plantea) haya realizado aún ninguna acción para solucionarlo. Se pretende que la persona a quien se le sugiere este dilema escoja cómo proceder en dicha situación.
4. Dilema cerrado o de análisis
Este tipo de dilema es aquel en el que la situación planteada ya ha sido solucionada de una forma u otra, habiendo tomado una decisión y realizado una serie de conductas concreta. La persona a quien se le plantea el dilema no debe decidir qué se hace, sino valorar la actuación del protagonista.
5. Dilemas completos
Se trata de todos aquellos dilemas en los que se informa a la persona a quien se le plantean de las consecuencias de cada una de las opciones que se pueden tomar.
6. Dilemas incompletos
En estos dilemas no se hacen explícitas las consecuencias de las decisiones que tome el protagonista, dependiendo en gran medida de la capacidad del sujeto para imaginar ventajas y desventajas.
Ejemplos de dilemas éticos
1. Dilema de Heinz.
Uno de los dilemas éticos más conocidos es el dilema de Heinz, propuesto por Kohlberg para analizar el nivel de desarrollo moral de los niños y adolescentes(infiriéndose a partir del tipo de respuesta, el porqué de la respuesta dada, el nivel de obediencia a las normas o la relativa importancia que pueda tener su seguimiento en algunos casos). Este dilema se presenta de la siguiente manera:
“La mujer de Heinz está enferma de cáncer, y se espera que muera pronto si no se hace nada por salvarla. Sin embargo, existe un medicamento experimental que los médicos creen que puede salvar su vida: una forma de radio que un farmacéutico acaba de descubrir. Aunque esta sustancia es cara, el farmacéutico en cuestión está cobrando muchas veces más cantidad de dinero de lo que le cuesta producirla (le cuesta 1.000 dólares y cobra 5.000). Heinz reúne todo el dinero que puede para comprarla, contando con la ayuda y el préstamo de dinero de todos sus conocidos, pero solo alcanza a reunir 2.500 dólares de los 5.000 que cuesta el producto. Heinz acude al farmacéutico, a quien le dice que su esposa se muere y a quien le pide que le venda el medicamento a menor precio o que le deje pagar la mitad más tarde. El farmacéutico sin embargo se niega, aduciendo que debe ganar dinero con él ya que ha sido quien lo ha descubierto. Dicho esto, Heinz se desespera y se plantea robar la medicina.” ¿Qué debería hacer?
2. Dilema del tranvía.
El dilema del tranvía o del tren es otro clásico entre los dilemas éticos/morales, creado por Philippa Foot. En este dilema se propone lo siguiente:
“Un tranvía/tren circula fuera de control y a toda velocidad por una vía, poco antes de un cambio de agujas. En esta vía hay atadas cinco personas, que morirán si el tren/tranvía les alcanza. Tú te encuentras delante del cambio de agujas y tienes la posibilidad de hacer que el vehículo se desvíe a otra vía, pero en el que se encuentra atada una persona. Desviar el tranvía/tren hará que muera una persona. No hacerlo, que mueran cinco. ¿Qué harías?”
Este dilema dispone además de múltiples variantes, pudiendo complicar en gran medida la elección. Por ejemplo, la elección puede estar en que puede detener el tranvía, pero ello hará que descarrile con una posibilidad del 50% de que todos sus ocupantes mueran (y 50% de que todos se salven). O se puede buscar más la implicación emocional del sujeto: proponer que en una de las vías hay cinco o más personas que morirán si no se hace nada y en la otra una, pero que esta una es la pareja, hijo/a, padre/madre, hermano/a o familiar del sujeto. O bien un niño.
3. Dilema del prisionero.
El dilema del prisionero es uno de los dilemas empleados por John Nash para explicarlos incentivos y la importancia de las decisiones no solo propias sino también ajenas para obtener determinados resultados, siendo necesaria la cooperación para lograr el mejor resultado posible. Aunque es más económico que ético, también tiene implicaciones en este sentido.
El dilema del prisionero propone la siguiente situación:
“Dos presuntos delincuentes son detenidos y encerrados, sin que puedan comunicarse entre sí, ante la sospecha de su implicación en un robo a un banco (o un asesinato, dependiendo de la versión). La pena por el delito es de diez años de cárcel, pero no existen pruebas palpables de la implicación de ninguno en estos hechos. La policía le propone a cada uno de ellos la posibilidad de salir libre si delata al otro. Si los dos confiesan el crimen cumplirán cada uno seis años de prisión. Si uno lo niega y el otro proporciona pruebas de la implicación de éste, el informador saldrá en libertad y el otro será condenado a los diez años de cárcel. Si los dos niegan los hechos, ambos permanecerán en prisión un año.”
En este caso, más que de moral estaríamos hablando de las consecuencias de cada acto para uno mismo y para el otro y de cómo el resultado depende no solo de nuestra actuación sino también de la ajena.
4. El ladrón noble.
Este dilema plantea lo siguiente:
“Somos testigos de cómo un hombre roba un banco. Sin embargo, observamos que el ladrón no se queda el dinero, sino que lo entrega a un orfanato que carece de recursos para sustentar a los huérfanos que en él viven. Podemos denunciar el robo, pero si lo hacemos es probable que el dinero que el orfanato ahora puede usar para alimentar y cuidar a los niños tenga que devolver lo robado”.
Por un lado, el sujeto ha cometido un delito, pero por otro lo ha hecho por una buena causa. ¿Qué hacer? El dilema puede complicarse si se añade, por ejemplo, que durante el atraco al banco ha muerto una persona.
5. Dilema del periodista.
Un periodista va a realizar un reportaje a pueblos indígenas en el Amazonas. Una vez ha llegado a la selva, es secuestrado por una tropa de guerrilleros que lo dirigen hacia su campamento. Los secuestradores tienen allí a otras diez personas. El jefe, entregándole una pistola al periodista le dice: “Si matas a una de estas personas dejaré libres a las otras nueve, si no lo haces, mataremos a los diez”. ¿Qué debe hacer el periodista?
6. Dilema del indulto.
Luis, a sus 18 años, estaba metido en asuntos de drogas. Junto con dos amigos asaltaron la vivienda de una mujer viuda que vivía con sus dos hijos. Le robaron el dinero del colegio de uno de ellos, varios objetos de valor y recuerdos familiares. La Audiencia sentenció una condena de más de dos años para Luis. La sentencia fue recurrida y a los siete años el Supremo decide devolver a Luis a la cárcel, pese a que éste se ha reinsertado, tiene mujer e hijo y trabaja como peón de obras. Su abogado ha pedido un indultoalegando que el hombre se encuentra completamente reinsertado. ¿Se le debe conceder el indulto?
7. Dilema del bote salvavidas.
Un transatlántico está en alta mar cuando sufre un impacto provocado por un torpedo, que colisiona directamente con la sala de máquinas, provocando que el barco comience a hundirse. Hay muy pocos botes salvavidas, pero uno de ellos, cargado de supervivientes, se aleja de la embarcación principal para evitar sufrir daños.
A lo lejos se escuchan gritos y voces de auxilio, aunque los pasajeros del bote saben que si se acercan a socorrer a más personas, corren el riesgo de volcar. ¿Deben los pasajeros del bote arriesgar su salvación para recoger a más pasajeros?
8. El caso del preso fugado.
El señor Cara fue sentenciado a 10 años de prisión. Después de un año, aprovechando una salida hospitalaria, se escapó de la cárcel, se fue a otra parte del país y tomó el nombre falso del señor Cruz. Durante 8 años trabajó mucho y poco a poco ahorró bastante dinero para montar un negocio propio. Era cortés con sus clientes, pagaba sueldos altos a sus empleados y la mayoría de sus beneficios los empleaba en obras de caridad. Ocurrió que un día la señora Mariví, su antigua vecina, lo reconoció como el señor Cara que había escapado de la prisión ocho años atrás, y a quien la policía había estado buscando.
¿Debe o no la señora Mariví denunciar al Señor Cruz y hacer que vuelva a la cárcel? ¿Por qué?
9. La elección del médico.
Eres un médico y tienes cinco pacientes que necesitan trasplantes inmediatos para vivir. Dos requieren un pulmón, otros dos un riñón y el quinto un corazón. Existe una sala contigua donde se recupera de una fractura en la pierna otro individuo, pero aparte de esta lesión, el individuo está en perfecto estado. Por tanto, si matamos al paciente sano y tomamos sus órganos podríamos salvar a los otros cinco.
¿Qué harías? Es posible que nuestro pensamiento tenga bastante claro que esto es un asesinato, sin más, pero no deja de tener el mismo resultado que el dilema del tranvía.
10. Un caso de asesinato.
En el estado norteamericano de California han sido asesinadas 17 jóvenes. La policía logra detener al presunto asesino y es sometido a juicio. El juez encargado del caso va descubriendo a lo largo de la vista oral que los procedimientos utilizados para detener al sospechoso no se han ajustado a la ley.
El sistema judicial vigente en EEUU señala de forma explícita que toda prueba obtenida por procedimientos no legales deberá ser considerada nula en el juicio. Los policías entraron en casa del supuesto homicida sin una orden judicial (forzando la puerta) y en ella obtuvieron fotografías de las chicas y otras pruebas de culpabilidad. Cuando llegó el dueño de la casa lo atraparon. Pero, dándose cuenta de que les faltaba una orden de detención y registro, uno de los policías logró conseguir de un juez que le firmara falsamente una orden con fecha del día anterior. La sociedad y el fiscal piden que se condene al acusado. El propio hijo del juez que lleva el caso presiona a su padre para que dicte sentencia de culpabilidad, puesto que dos de las víctimas eran compañeras suyas.
¿Qué debe hacer el juez? Argumenta tu respuesta.
En ocasiones también debemos enfrentarnos a ellos en la vida real
Algunos de los dilemas éticos antes propuestos son enunciados que pueden antojarse falsos o una elaboración hipotética a la que jamás vamos a tener que enfrentarnos en la vida real. Pero lo cierto es que en el día a día podemos llegar a tener que hacer frente a decisiones difíciles, con consecuencias o implicaciones negativas tomemos la decisión que tomemos.
Por ejemplo, podemos encontrarnos con que un conocido realice algún acto poco ético. Asimismo podemos observar algún caso de acoso escolar, o una pelea, en la cual podemos intervenir de diferentes formas. Frecuentemente nos encontramos con indigentes, y podemos enfrentarnos al dilema de si ayudarles o no. También a nivel profesional: un juez por ejemplo ha de decidir si mandar o no a alguien a prisión, un médico puede enfrentarse a la decisión de alargar artificialmente la vida de alguien o no o quien debe o no ser operado.
Podemos observar malas praxis profesionales. Y también podemos enfrentarnos a ellos incluso en la vida personal: podemos por ejemplo ser testigos de infidelidades y traiciones hacia seres queridos o llevados a cabo por ellos, teniendo el conflicto de si decírselo o no.
En conclusión, los dilemas éticos son un elemento de gran interés que pone a prueba nuestras convicciones y creencias y nos obligan a reflexionar sobre lo que nos motiva y cómo organizamos y participamos en nuestro mundo. Y no se trata de algo abstracto y ajeno a nosotros, sino que pueden formar parte de nuestro día a día.
Referencias bibliográficas:
Benítez, L. (2009). Actividades y recursos para educar en valores. Editorial PCC.
Fuente: https://psicologiaymente.com/psicologia/dilemas-eticos.
DILEMA DEL PERIODISTA SECUESTRADO
Un periodista va a realizar un reportaje a pueblos indígenas en el Amazonas. Una vez ha llegado a la selva, es secuestrado por una tropa de guerrilleros que lo dirigen hacia su campamento. Los secuestradores tienen allí a otras diez personas. El jefe, entregándole una pistola al periodista le dice: “Si matas a una de estas personas dejaré libres a las otras nueve, si no lo haces, mataremos a los diez”.
¿Qué debe hacer el periodista?
DILEMA DE ROBIN HOOD
Eres testigo de un crimen: un hombre ha robado un banco, pero en lugar de quedarse con el dinero para sí mismo, lo dona a un pobre orfanato que ahora puede permitirse alimentar, dar ropa y cuidar de los niños que viven en él. Tú sabes quién ha cometido el crimen, pero si vas a las autoridades con esta información, lo más probable es que el dinero sea devuelto al banco, volviendo a dejar a los niños con grandes necesidades. ¿Qué decisión tomas?
DILEMA DEL ESTUDIANTE HONESTO
"Estás en un aula de universidad realizando un examen: todos los alumnos estáis sentados en sillas-pupitre alineadas, respondiendo a preguntas que deben ser respondidas por escrito. En determinado momento, llevas varios minutos intentando resolver una pregunta que se te resiste, y viendo que no vas mal de tiempo, decides descansar durante un par de minutos, para ver si desconectando puedes evocar mejor los recuerdos. Sin embargo, tras llevar un rato con la mente en blanco y sin pensar en nada en concreto y con la mirada perdida, te das cuenta de que acabas de ver la respuesta correcta en la hoja de respuestas de la persona que tienes delante. Teniendo en cuenta que lo más probable es que no fueras a poder recordar la respuesta correcta, ¿respondes a la pregunta, o la dejas en blanco?".
DILEMA DE HEINZ (Kohlberg)
«Una mujer se está muriendo de una extraña enfermedad. Hay un fármaco que, a parecer de los médicos, puede salvarla, una forma de radio que un farmacéutico de la ciudad ha descubierto recientemente. Pero el farmacéutico cobra 6000 euros por una pequeña dosis, un precio varias veces superior al coste del fármaco. El marido de la enferma, Heinz, pide dinero a amigos y familiares, pero no consigue sino la mitad del precio de la medicina. Heinz suplica al farmacéutico que le venda a precio más bajo o que le deje pagar más adelante. El farmacéutico se niega recordando que con mucho esfuerzo ha descubierto el fármaco y ahora quiere sacar beneficio. Finalmente, Heinz, en un ataque de desesperación, entra a la fuerza en la farmacia y roba la medicina que su esposa necesitaba. ¿Su decisión es la correcta? ¿Qué harías tú en su lugar?».
Estadios morales estudiados por Kohlberg en función de respuestas-modelo
DILEMA DEL PSICÓLOGO
Usted es un/a psicólogo/a que realiza el doctorado en un país en el que existe la pena de muerte. Usted personalmente no apoya la pena de muerte y conoce que la asociación de psicólogos de su país, a la que pertenece, tampoco lo hace, habiendo emitido una declaración pública en contra. Como parte de su entrenamiento en psicología jurídica tiene que evaluar el estado mental de un prisionero condenado a muerte y sabe que si encontrase al prisionero sano y competente, sus posibilidades de ser ejecutado aumentarían considerablemente.
DILEMA DEL TERRORISTA TORTURADO
Un terrorista ha escondido una bomba en la Gran Plaza de la capital de su país y la ha programado para que estalle durante el evento principal de la fiesta nacional más importante, al que asistirán las principales figuras del panorama político junto con decenas de miles de personas. El terrorista en cuestión ha sido arrestado. La Policía dispone de muy poco tiempo para conseguir que él confiese dónde está colocado el artefacto. ¿Sería lícito, en un caso así, torturar al detenido si al hacerle hablar fuera posible evitar la masacre?
DILEMA DEL VIRUS PANDÉMICO
Un extraño virus se ha extendido entre los humanos. Se trata de un virus desconocido y letal que pone al límite los recursos hospitalarios.
Tres pacientes -un chico de 16 años con diabetes, una madre de 25 años y un abuelo de 75- están apiñados en una tienda de triaje del hospital y luchan por respirar. Sólo queda un respirador. ¿A quién se lo colocan?
¿Asignan camas de cuidados intensivos por orden de llegada? ¿Le quitan a un paciente con una probabilidad limitada de supervivencia un ventilador para dárselo a otro con mejores posibilidades?
Si dos enfermos tienen la misma necesidad médica y probabilidad de recuperación, ¿eligen al más joven, o al que tiene el mayor número de dependientes? ¿Los médicos y terapeutas respiratorios, o incluso los policías y los bomberos, tener prioridad?
DILEMA DEL BEBÉ MEDICAMENTO
Antonio y Carla tienen un hijo de 4 años aquejado de una enfermedad hematológica que no tiene un tratamiento eficaz a día de hoy ya que no se ha encontrado una médula osea compatible. La única posibilidad para salvar a su hijo es tener otro hijo mediante selección genética embrionaria que haga compatible las células madre de su cordón umbilical con las de su hermano. ¿Es ético tener un hijo para curar otro hijo enfermo? ¿Es moralmente justificable el proceso médico en el que pierden la vida algunos embriones que deben ser descartados?
DILEMA DEL PRESO EVADIDO
El caso del preso evadido.- Un hombre fue sentenciado a 10 años de prisión. Después de un año, sin embargo, se escapó de la cárcel, se fue a otra parte del país y tomó el nombre falso del señor Cruz. Durante 8 años trabajó mucho y poco a poco ahorró bastante dinero para montar un negocio propio. Era cortés con sus clientes, pagaba sueldos altos a sus empleados y la mayoría de sus beneficios los empleaba en obras de caridad. Ocurrió que un día la señora Trévelez, su antigua vecina, lo reconoció como el hombre que había escapado de la prisión ocho años atrás, y a quien la policía había estado buscando. ¿Debe o no la Sra. Trévelez denunciar al Sr. Cruz y hacer que vuelva a la cárcel? ¿Por qué?
Fuente: https://www.educa2.madrid.org/web/departamento-de-filosofia-lg/dilemas-eticos
Aprendiendo a exponer por escrito tus opiniones:
El ensayo filosófico.
El ensayo es un género literario moderno en el que, desde el enfoque personal de su autor, se plantea brevemente un tema de actualidad o de interés general.
¿Qué se hace en un ensayo filosófico?
Defender razonadamente una tesis personal sobre un tema planteado por el profesor.
Modestamente: no siendo demasiado ambicioso.
Y de forma personal:
demostrando que has comprendido las lecturas propuestas y que eres capaz de pensar críticamente sobre ello;
lo que no significa encontrar una teoría propia.
¿Cómo se hace el ensayo filosófico?
Tienes libertad para hacerlo a tu gusto, aunque a continuación tienes unas pistas.
1. Antes de escribir el borrador:
Trabaja desde que te han asignado el tema
No escribas el borrador todavía. Sólo lee, busca información y toma notas.
Cuéntale a otros tus ideas, escucha… deja que te aporten ideas frescas.
Haz un esquema (muy importante).
2. Al escribir el borrador:
Usa una redacción clara y sencilla:
Olvídate de la literatura ampulosa o barroca, sé práctico y directo.
Usa oraciones cortas y palabras sencillas (algún tecnicismo no está mal, pero no te pases, sobre todo si no los entiendes)
Haz que la estructura resulte obvia y clara de seguir:
Usa conectivas: puesto que, por consiguiente, en primer lugar, por otro lado…
De vez en cuando explica de dónde vienes y adónde vas.
Muchas veces resulta útil estructurar el trabajo en apartados y presentar al principio un índice.
Sé conciso:
No divagues.
Mantén siempre en la mente la cuestión principal.
Desecha todo lo que no esté relacionado directamente con esa cuestión.
Pero explica con profundidad tus ideas
3. Al escribir el ensayo:
Plantea el tema a tratar:
Con tus palabras explica de qué vas a hablar.
Establece los límites y acota bien tu campo de análisis.
Desarróllalo:
Vete paso a paso explicando cada avance.
Avanza de una idea a otra de forma ordenada.
Presenta opiniones en contra de tu tesis y supéralas usando la lógica.
Expón las objeciones con respeto y muestra su parte positiva y dónde fallan.
Establece tus conclusiones, si es que has llegado a alguna, o las nuevas preguntas que te hayan surgido
4. Una vez que lo tengas todo hecho:
Vuelve al ensayo y revísalo. Reléelo (mejor en alto y si es posible a otra persona) y pregúntate:
¿Es necesaria, tiene sentido y está bien conectada cada oración y cada idea del borrador?
¿Cómo lo modifico para acomodar los consejos del profesor o del que lo haya escuchado?
Con las respuestas: tacha, borra, reordena, reescribe varias veces el texto hasta que quedes satisfecho.
Respeta las siguientes reglas formales:
Deja claro siempre si las ideas son tuyas o ajenas
Esfuérzate por comprender bien a los autores: nunca los trates de estúpidos ni te las des de listo.
Utiliza las citas sólo cuando sean necesarias y según las reglas establecidas de citación.
No uses las citas para sustituir tu propia explicación.
Cuando quieras exponer las ideas de un autor y no necesites citarlo literalmente, parafraséalo (pero indicando siempre el texto y las páginas a las que te refieres).
Empieza tu trabajo yendo directamente al problema (nunca con definiciones de diccionario).
No escribas tu ensayo en forma de diálogo o cuento si no te han dado permiso para hacerlo.
Escribe a doble espacio, enumera las páginas y simplemente grapa tu trabajo (no lo metas en plásticos, cartulinas y demás)
Esquema de elaboración de un ensayo filosófico:
¿Cómo se valora un ensayo filosófico? (Rúbrica):
La disertación filosófica:
Prueba de composición: tesis, antítesis, síntesis y conclusión.
La disertación es una composición escrita en la que se expone con claridad una opinión propia y razonada sobre un tema concreto.
La finalidad de una disertación filosófica es el llegar a una verdad lo más objetiva posible, esto es, que pueda ser compartida por todo ser racional, sobre un tema o cuestión.
La disertación pretende que el alumno reflexione sobre un tema relativamente nuevo para él a partir de sus conocimientos y habilidades filosóficas. Es un trabajo de reflexión propia y personal sobre el tema abordado y no se trata de que exponga una teoría, o sea, que reproduzca unos conocimientos memorizados, pero tampoco se pretende que no recurra en ningún caso a lo estudiado. Por consiguiente, la pregunta que constituye por lo habitual el enunciado de la disertación, probablemente nunca planteada en clase, será siempre fácil de encuadrar en alguno, casi siempre más de uno, de los temas estudiantes durante el curso.
La disertación ha de abordar el conjunto de posibles respuestas (no se trata de dar una respuesta única argumentada, sino que se han de exponer las tres o cuatro posibles respuestas al tema en cuestión e ir aportando argumentos para su posible exclusión). Un plan de trabajo frecuente es apoyarse en una de las respuestas en una primera parte, seguir con la crítica de esta respuesta en una segunda parte (contraargumento); aportar una segunda respuesta, seguida de un contraargumento adecuado; aportar una tercera respuesta y su correspondiente contraargumento, así sucesivamente hasta la obtención de la respuesta más convincente.
La respuesta tiene que basarse en juicios racionales que lleven a una conclusión o posición individual sobre el asunto tratado, respondiendo de manera clara a la pregunta previa. Entre los argumentos elegidos, caben todo tipo de argumentos racionales, incluso ejemplos propios.
* * * * *
Una disertación filosófica consiste en la exposición y valoración objetiva de los argumentos que se consideran más relevantes para resolver un tema o cuestión.
Como signo de su pretensión de objetividad tiene que estar escrita, en su totalidad, en tercera persona o impersonal.
Todos los argumentos, ya estemos personalmente de acuerdo o en desacuerdo con ellos, deben ser expuestos con el máximo rigor y fuerza.
El modelo de disertación más extendido consta de tres partes: introducción, desarrollo y conclusión.
1. Introducción:
Tiene que ser precisa y no muy extensa (10 o 15 líneas como máximo). En ella se plantea, en conexión con el título de la disertación, el problema que se va a abordar.
Si el tema no está formulado en forma de pregunta, entonces es pertinente enunciar una o varias cuestiones que muestren de manera precisa cuál es el problema contenido en el mismo que vamos a tratar. Por ejemplo, si el tema es «La filosofía en el bachillerato», una de las preguntas que podríamos hacer es: «¿La filosofía debe ser una materia obligatoria en el bachillerato?». Con ello, la reflexión se enfoca de forma más directa.
En la introducción no es necesario adelantar la solución (tesis) a la que se quiere llegar, ésta se puede descubrir al hilo de los argumentos expuestos en el desarrollo y expresar con claridad en la conclusión. Aunque también se puede anticipar una postura en la introducción, justificarla en el desarrollo y afirmarla de nuevo en la conclusión.
Es conveniente indicar los pasos que se van a seguir en el desarrollo (un plan de desarrollo).
2. Desarrollo:
En esta parte se lleva a cabo el plan proyectado. Para ello hay que poner en juego los conocimientos que se tienen sobre la materia en cuestión, sin divagar hacia cuestiones irrelevantes. Es la parte dedicada a la discusión de tesis diferentes. Tal discusión debe estar argumentada con claridad, precisión y coherencia.
No existe un plan universal válido para todos los temas. No obstante, dependiendo del tipo de conclusión al que se quiere llegar, las dos estrategias más comunes son las siguientes:
a) Cuando el tema exige afirmar o negar una tesis (como, por ejemplo, cuando se diserta sobre una cuestión como la mencionada al principio: «¿La filosofía debe ser una materia obligatoria en el bachillerato?»), el plan puede comenzar exponiendo la tesis que se rechaza; seguidamente, los argumentos de la misma; para luego refutar dichos argumentos y pasar a establecer la tesis contraria, que es la que se quiere defender. O bien, se puede empezar exponiendo la tesis a defender con sus respectivos argumentos; después, las objeciones contra esa tesis; y, por último, la refutación de esas objeciones.
b) Cuando permite afirmar o negar una tesis, pero también una postura intermedia: una síntesis, entonces se puede plantear una estrategia dialéctica. Por ejemplo, ante la cuestión «¿Se puede decir que la cultura es la que hace al ser humano?», la respuesta puede defender que «la cultura es la que hace al ser humano» o que «el ser humano es el que hace la cultura», pero también ambas a la vez. El plan dialéctico tiene tres partes: la primera, la presentación y defensa de una tesis; la segunda, la exposición y el apoyo de la antítesis; y tercera, la síntesis. Este procedimiento implica que la tesis y la antítesis no son realmente contradictorias, sino que son compatibles.
3. Conclusión:
En la conclusión se expone con claridad cuál es —como resultado de los argumentos expuestos en el desarrollo— la respuesta (la “solución”) al problema planteado en la introducción.
Si no consideráramos cerrado el asunto, convendría formular alguna nueva pregunta que invite a seguir reflexionando.
En la conclusión es conveniente usar algún recurso literario y esforzarse por cuidar el final, intentando que el lector se quede gratamente impresionado.
¿Cómo planificar la disertación?
La conclusión tiene que presentarse como una consecuencia directa del desarrollo que hemos planteado, por lo que conviene, antes de ordenar los contenidos del desarrollo, tener muy claro a qué conclusión queremos llegar. Por paradójico que parezca, la conclusión es lo primero que tenemos que tener claro al iniciar el ejercicio. El orden de la reflexión para preparar la disertación sería, pues, el siguiente (sobre el tema de la disertación):
Qué posición defenderé sobre ese tema. (CONCLUSIÓN).
Qué contenidos, argumentos, puedo utilizar para defender dicha opinión, y en qué orden. (DESARROLLO).
Cómo situar al lector para una adecuada comprensión del asunto que trato. (INTRODUCCIÓN).
El orden de la exposición es, por supuesto, el inverso.
Parte del ejercicio y contenidos que desarrolla:
INTRODUCCIÓN: Elaborada en función del desarrollo y la conclusión.
DESARROLLO: Cuerpo del ejercicio con el desarrollo de los argumentos que me permiten defender la conclusión.
CONCLUSIÓN: Breve exposición y valoración de la tesis (conclusión) defendida.
INTRODUCCIÓN
Hace falta definir las nociones clave y aproximarse a la o las cuestiones planteadas sin despreciar ninguna idea previa (ejemplo: "Se puede..." significa "Es posible", "Es legítimo" o ambos simultáneamente) con el fin de problematizar el asunto tratado. Es por consiguiente un trabajo de clarificación conceptual.
¿Qué hacer?
Restringe y explica el problema que vas a tratar.
Sitúa el tema, define los conceptos que se encuentran implícitos en el problema (usa para ello recursos especializados como diccionarios, enciclopedias o glosarios filosóficos).
¿Cómo hacerlo?
En esta parte es importante que consigas lo que los clásicos llamaban la Captatio benevolentiae: el uso de recursos retóricos para captar la atención y la buena disposición del público para con nosotros. Tienes que conseguir dos efectos en tu lector nada más empezar:
Engancharle, captar su atención, despertarle, mostrar que lo que va a leer es curioso o interesante
Predisponerle a que termine pensando como tú, tocar sus emociones además de su razón, caerle bien, hacerle gracia; pero sin exagerar, que no se note o conseguirías el efecto contrario. De lo que se trata es de “entrar con la suya para salirte con la tuya”.
Tu ejercicio debe abrirse con un párrafo muy atractivo, que apasione al lector. El arranque debe centrar el tema para que el lector sepa ,desde un primer momento, cuál es el problema del que se va a tratar, su importancia y sus implicaciones.
¿Qué apartados puede tener?
Un preámbulo, una continuación y una entrada en materia (normalmente una cita) que trate directamente el asunto e interpele al lector, sin obviedades ni fórmulas generalistas.
El tema, escrito tal cual, sin comillas.
La definición de los términos tratados.
La transformación en problema ha de ser perfectamente equivalente al asunto, del que hay dar las respuestas posibles en una asunción del problema que lo prolongue.
Anuncio del plan.
EXPOSICIÓN DE LA TESIS
¿Qué hacer?
Explica los argumentos a favor de una de las posturas.
Explica las objeciones que se han plateado o se pueden plantear a esta tesis y las soluciones que sus defensores han dado.
Ordena las posiciones y los argumentos empleados.
¿Cómo hacerlo?
Enlaza bien los párrafos.
Para pasar de un argumento a otro puedes formular una pregunta, de manera que la argumentación sea su respuesta.
EXPOSICIÓN DE LA ANTÍTESIS
¿Qué hacer?
Sigue el mismo procedimiento que usaste en la tesis para exponer la postura (s) contraria (s) o alternativas.
Recopila el mayor abanico de opiniones diferentes sobre el tema a tratar.
Ordena las posiciones y los argumentos empleados.
SÍNTESIS
¿Qué hacer?
Toma partido por una de las opciones
Argumenta tu elección
Refuta los argumentos de las otras opciones: ¿Por qué crees que son falsas?
¿Cómo hacerlo?
Esta es la parte central de tu trabajo y a la que deberás dedicarle más extensión
Usa contrajemplos para refutar
Identifica posibles falacias en los argumentos de las posiciones contrarias a la que vas a defender
Apoya tus argumentos con datos que sirvan para respaldarlo
Las anécdotas o ejemplos irrelevantes son un pobre recurso que debe evitarse. No así las que tengan un claro valor simbólico
Puede darse el caso de que tu conclusión opte por una postura conciliadora entre las diferentes posiciones. Si es así, debes argumentar por qué crees que no son contradictorias, sino que en realidad se complementan.
Lo preferible es concebir grupos de varios párrafos conectados entre sí, como pequeños capítulos internos. Todo ensayo debe tener un hilo conductor que le de cohesión .
CONCLUSIÓN
¿Qué hacer?
Debes exponer los resultados obtenidos en el curso de tu ejercicio: haz un breve y claro resumen del recorrido general del trabajo y de las certezas a las que has llegado.
Recuerda solucionar el problema y responder claramente a la pregunta planteada al comienzo y a las otras posibles preguntas que hayas formulado durante el ejercicio
Responde a la pregunta: ¿Qué consecuencias se sacarían si mi tesis fuese cierta?
¿Cómo hacerlo?
El último párrafo servirá como resumen y colofón de todo lo relatado. Este párrafo se debe escribir con sumo cuidado. Tiene que servir como remate, pero sin establecer conclusiones aventuradas o absurdas. El último párrafo tiene que dejar cierto regusto al lector y conectar con la idea principal
Para que tu ejercicio quede redondo, intenta conectar el principio con el final; por ejemplo, si comenzaste contando una historia, vuelve a hacer referencia a ella o termínala en la conclusión.
¿Qué apartados puede tener?
Un resumen claro de las etapas del razonamiento.
Una formulación precisa y breve de la respuesta dada a la cuestión
Una o dos implicaciones directas de esta respuesta (no cambiar de tema, destruyendo el valor de la respuesta dada; basta un ejemplo).
Reglas de estilo:
Rigor: la información debe ser exacta. Por ejemplo, hay que evitar expresiones como varios, un grupo, algunos, numerosos, un montón de… para sustituirla pos datos concretos.
Las muletillas, como “en mi opinión” o “yo opino que”, están prohibidas. En un ensayo se sobreentiende que estás expresando tu opinión así que no es necesario reiterarlo. Prueba a leer una frase de nuevo, si la frase se entiende mejor sin una palabra, elimínala. Tu ensaño cobrará más fuerza
Intenta expresar una idea con el menor número de palabras posible
Las citas deben ir entrecomilladas, no en cursiva
Las cursivas se emplean para los neologismos o palabras no castellanas, y también para referirnos a los significantes
Llama a las cosas por su nombre, evita eufemismos o expresiones vagas (¡USA EL DICCIONARIO!)
No reiteres los términos, usa sinónimos
Los términos empleados deben ser comunes, pero no vulgares. Cuando haya que incluir vocablos poco frecuentes, por ser excesivamente técnicos, es preciso explicar al lector su significado.
Las frases deben ser cortas, con una extensión máxima aconsejable de 20 palabras.
Usa oraciones simples separadas con puntos y apartes. Si te salen largas oraciones subordinadas, divídelas en simples
Sujeto, verbo y complemento es la regla de oro.
No obstante, conviene variar la longitud y estructura de las frases de vez en cuando. Igualmente con los párrafos. La idea es no aburrir al lector.
Es preferible utilizar verbos en activa y en tiempo presente.
Cuidado con los adjetivos y los adverbios que no aportan nada.
El estilo de redacción debe ser claro, conciso, preciso, fluido y fácilmente comprensible
Está probado el efecto que tiene las estructuras en tres partes en el ser humano. Usa tres ejemplos, tres argumentos, tres preguntas, tres afirmaciones fuertes, tres citas, etc…
Ponle un título a tu trabajo que sea atrayente e impactante.
Otros consejos a tener en cuenta:
Asegúrate de que la argumentación está ordenada y es coherente, para ello utiliza correctamente las partículas de enlace «luego», «así pues», «entonces», «por lo tanto»...); indicando la operación que haces en cada momento: «Paso a presentar...»; «A continuación analizaré...»; «Voy a enumerar las objeciones...».
Debes alcanzar un equilibrio entre la longitud de cada parte. La introducción y la conclusión deben ser más o menos igual de extensas y ocupar cada una de ellas una quinta parte del total. El desarrollo es la parte más amplia.
Separa la introducción, el desarrollo y la conclusión utilizando el punto y aparte y un doble espacio interlineal en blanco.
Redacta distinguiendo párrafos. Los párrafos son especialmente importantes en el desarrollo, para separar las ideas y argumentos expuestos.
Al principio se puede hacer una introducción provisional y redactar la definitiva al final, cuando tengas la visión de conjunto.
Guarda un tono mesurado en tus juicios, tanto cuando apruebes algo como cuando lo critiques.
Evita que la argumentación se pierda en frases demasiado largas, pues suelen resultar confusas y complicadas, es aconsejable que redactes preferentemente frases cortas.
Cuida la ortografía y, especialmente, la puntuación; esta última hará más inteligible el texto que elabores. Y no olvides tu caligrafía, procura que sea legible.
Orientaciones para autoevaluar una disertación:
Las siguientes preguntas pueden darte criterios muy útiles para autoevaluarte:
¿Se distinguen las diferentes partes?
¿Hay secuencialidad argumentativa: nos va llevando la exposición ordenadamente de una idea a otra?
¿Se presenta con claridad una alternativa o varias «soluciones» (tesis) al problema?
¿Se distinguen los puntos de vista con los que se está de acuerdo y con los que no?
¿Se diferencia entre lo que tú afirmas y lo que entienden otros?
¿Se dan razones para justificar la tesis defendida?
¿Son correctos los argumentos empleados? Es decir, ¿no se entra en contradicción ni se cometen falacias? ¿Se manejan los conceptos con precisión y propiedad?
Criterios de evaluación de la disertación:
Los principales criterios de evaluación de una disertación son los siguientes:
Que se haya visto que el enunciado suscita un problema, que se haya formulado este con claridad y se haya intentado resolverlo.
Que la solución propuesta obedezca a una argumentación que la justifique, que no se reduzca todo el escrito a meras afirmaciones
Que se haya construido una argumentación razonada siguiendo un plan, que no se reduzca la disertación a una yuxtaposición de observaciones, referencias o ejemplos.
Que en la disertación se muestre un conocimiento sobre el tema en el que cabe encuadrar el enunciado a través de las referencias explícitas o implícitas a posiciones filosóficas
Que ese conocimiento se haya asimilado de modo adecuado de manera que propicie una reflexión personal que supere la simple recitación memorística de un tema filosófico
Que se hayan analizado suficientemente las nociones filosóficas implicadas y que se demuestre un dominio del vocabulario especializado y no especializado manejado.
Que la expresión del pensamiento sea ordenada, clara y precisa.
Selección de temas para la reflexión y el debate:
¿Por qué hay todo lo que hay y no hay nada en absoluto?
¿Por qué existo yo?
¿Quién es «yo»?
¿Soy yo realmente yo?
¿Quién soy exactamente yo?
¿Se puede hablar con uno mismo?
¿Es bueno confiar en los demás?
¿Qué es la amistad?
¿Y qué es la soledad?
¿Por qué me da miedo la soledad?
¿Es malo estar triste?
¿Deberíamos ser más optimistas?
¿Es ésta la vida que soñé?
¿Hay moral en el cerebro?
¿Valen más cinco personas que una?
¿Tengo la obligación de sacrificarme por los demás?
¿Tienen derecho a esperar ese sacrificio de mí?
¿Qué es correcto?
¿Se pueden comer animales?
¿Qué es belleza?
¿Qué es justo?
¿Qué es libertad?
¿Por qué hablamos tanto y no escuchamos?
¿Cómo puedo ayudar a los demás?
¿Todas las opiniones son respetables?
¿Se debe perdonar todo?
¿Nos debemos perdonar todo?
¿Qué es lo que importa en la vida?
¿Podemos cambiar el mundo?
¿Podemos /debemos confiar en los políticos?
Otros temas para el debate:
La inteligencia, el éxito y la felicidad.
Ser adolescente.
Los miedos.
Ser maduro.
El ánimo y el desánimo.
Relaciones familiares y comprensión.
Los deseos.
El futuro y la libertad.
Tomar decisiones.
Optimismo y pesimismo.
Pasiones y razones.
La ira y la venganza.
La verdad y la mentira.
La compasión y el altruismo.
Rebeldía o sumisión.
Revolución y reforma.
Las violencias (sistema, reacción y represión).
La no violencia como acción política revolucionaria.
El proyecto de vida.
La fortaleza.
La preocupación por el aspecto físico.
La justicia.
Las tecnologías de la información y de la comunicación.
Ser emprendedores.
El cuidado.
Los derechos de los animales.
Argumentar y juzgar.
Convivencia y diferencias culturales.
El sentimiento de identidad y de pertenencia.
Moda y publicidad.
El fanatismo.
Desmontar prejuicios y tópicos.
La sabiduría.
Pensamiento creativo.
Dados para inventar historias:
Los Story Dice o Dados para crear historias han sido uno de los materiales que más de moda se han puesto en las aulas. También podemos utilizarlos en Filosofía para favorecer el pensamiento alternativo, la creatividad, la capacidad de escucha y respuesta, el pensamiento crítico, la búsqueda de relaciones... Existen aplicaciones para teléfonos móviles, juegos educativos y plataformas online donde podemos poner a prueba nuestra creatividad.
Existen aplicaciones gratuitas para dispositivos Android:
Seis sombreros para pensar (E. de Bono).
La decisión es uno de los procesos cognitivos conductuales más complejos para el ser humano porque tiene consecuencias directas en la vida. Es decir, todas nuestras experiencias están supeditadas a nuestras decisiones. Nuestro presente y nuestro futuro son, en gran medida, el resultado de las decisiones que tomamos. Por tal motivo, tanto a nivel personal como gerencial, los responsables de tomar las decisiones pueden experimentar un bloqueo por el temor a tomar la decisión incorrecta. Esta es también una decisión inconsciente, que por lo general no tiene resultados positivos. Lo recomendable es tomar decisiones y asumir riesgos. La técnica de los 6 sombreros nos puede ayudar a lograrlo de la mejor manera posible.
Pero ¿de qué se trata? Tomar decisiones no es más que la capacidad de elegir entre una opción u otras con vistas a resolver un problema actual o potencial. Existen múltiples recursos y herramientas para tomar decisiones que nos ayudarán en el proceso para escoger la correcta o la más asertiva. Todas estas técnicas están asociadas a teorías de la psicología del trabajo, que cada vez cobran más importancia, como la motivación laboral, educativa, estudiantil... En este artículo te hablaremos sobre la técnica más creativa conocida hasta el momento: los seis sombreros para pensar de Edward De Bono.
¿Qué es la técnica de los 6 sombreros?
La técnica de los seis sombreros fue ideada por el psicólogo maltés Edward de Bono en su libro Six Thinking Hats, publicado en 1986. Esta estrategia está cargada de creatividad e ingenio. Te ayudará a tomar decisiones asertivas en el ámbito personal o en la gestión de equipos de trabajo. Con el método de los 6 sombreros para pensar puedes evitar que la experiencia de tomar decisiones se convierta en un proceso traumático. Al contrario, puede ser una experiencia positiva y cargada de aprendizaje.
Este método consiste en simular lo que ocurre en la mente humana adoptando el símil de un sombrero que podemos quitarnos o ponernos a nuestra voluntad. Con el sombrero puesto tendremos que adoptar la postura que mande el color del sombrero. Esta técnica está asociada con el pensamiento lateral, que provee de recursos a equipos de trabajo para pensar juntos más efectivamente. También brinda herramientas para planear procesos de pensamiento de un modo detallado y cohesivo.
Son seis sombreros de colores distintos, y cada uno fija una postura diferente al momento de tomar decisiones. Esto nos permitirá ver el problema o la decisión a tomar desde sus distintas ópticas.
Los seis sombreros son:
1. Sombrero azul
Este sombrero es el encargado de controlar al resto de los sombreros en cuanto al tiempo y orden de intervención durante el debate. La persona que encarne el sombrero azul debe tener competencias de carácter resolutivo o talento en la resolución de conflictos. En su postura de moderador, el encargado del sombrero azul tendrá la responsabilidad de:
Dirigir el principio y fin de cada sesión de pensamiento.
Tener la potestad para situar objetivos.
Definir la ruta para llevar los objetivos a cabo.
Realizar preguntas cuando lo considera necesario.
Mantener al grupo focalizado en el objetivo.
Evaluar lo que se tiene y hacia dónde se dirige.
2. Sombrero blanco
Quien use este sombrero tendrá una postura neutral y objetiva. El sombrero blanco explica los hechos o cifras. Y, además, toda la información que se pueda recabar sobre el tema. La información clave es presentada o discutida. La ausencia de información clave también se identifica en este punto. Las principales funciones del sombrero blanco son:
Recabar, organizar y exponer cifras sobre el tema en discusión.
Identificar información que esté ausente.
Presentar los puntos de vista de gente que no esté presente de manera factual.
3. Sombrero rojo
El portador del sombrero rojo puede expresar sus sentimientos y emociones de manera, incluso, irracional. Representa las emociones, nuestros instintos y sentimientos viscerales. Su función dentro de la técnica de los 6 sombreros es:
Abordar el problema desde la emotividad.
Plantear una opinión desde los sentimientos más sinceros y pasionales.
Expresar lo que realmente se desea.
4. Sombrero negro
Quien encarne el sombrero negro representará al lógico negativo. Este nos muestra una visión más racional de una posible decisión, lo que nos permitirá tener una visión realista del tema. Las principales funciones del sombrero negro son:
Exhibir un juicio negativo constructivo.
Identificar claramente las barreras, peligros, riesgos y otras connotaciones negativas necesarias que se deben abordar al momento de tomar una decisión.
Tener un pensamiento crítico, pero sin querer llegar a la confrontación.
Su intención será mostrar la realidad negativa de manera conciliatoria.
5. Sombrero amarillo
Contrario al sombrero negro, nos muestra el lógico positivo de una determinada situación, permitiéndonos ver las oportunidades, pero desde la realidad. El portador del sombrero amarillo podrá:
Exponer un juicio positivo, pero lógico.
Plantear su opinión desde una óptica analítica.
Presentar argumentos válidos a favor, pero sin caer en el optimismo ciego.
6. Sombrero Verde
Este es el sombrero más atrevido de todos, puesto que abre las posibilidades creativas. Está asociado con su idea de pensamiento lateral o divergente. Las características del sombrero verde son:
Es retórico.
Asume riesgos.
Confronta al lógico negativo (sombrero negro), para buscar alternativas aleatorias para los posibles riesgos.
Tiene una postura creativa e ingeniosa.
¿Cómo desarrollar la técnica de los seis sombreros?
El primero en intervenir en la técnica de los seis sombreros para pensar será el sombrero azul. Este explicará cuál es el tema en discusión, establecerá las normas del debate y dará inicio a la dinámica. La charla comenzará formalmente con una acción extendida de sombrero blanco, quien nos mostrará de manera objetiva y nutrida toda la información sobre el tema. Esto nos servirá para tener una visión compartida de la materia a tratar. Después, cada sombrero dispondrá de algunos minutos para expresarse. El orden de las intervenciones será establecido por el sombrero azul.
En la discusión, solo el sombrero rojo está limitado a expresarse durante treinta segundos. Su tiempo es más corto porque su reacción es realmente instintiva, más que una forma de juicio. Se cree que este lapso tiene un impacto positivo en el proceso de pensamiento, de acuerdo con las teorías de Malcolm Gladwell en su libro Blink.
Con la técnica de los seis sombreros para pensar de Edward De Bono, los grupos analizan de manera enfocada, permaneciendo en su labor. Esto asegura que centren sus esfuerzos en los elementos más importantes de la materia a tratar.
Finalmente, escuchada cada postura, el moderador hará preguntas al portador de cada sombrero. Y, además, guiará el término de la práctica cuando considere que esta ha alcanzado su propósito. Sin embargo, durante el proceso deberá estar muy pendiente de que cada sombrero mantenga su postura y no haya confusión de roles. De otro modo, no se logrará el objetivo esperado.
¿Cuándo desarrollar la técnica de los 6 sombreros?
La técnica de los 6 sombreros se podrá desarrollar cuando haya que tomar una decisión individual o en un equipo de trabajo. La meta de este modelo es establecer una decisión común para los problemas.
Debe evitarse juzgar a priori lo que está bien o está mal, lo correcto o lo incorrecto. La idea es descubrir las diferentes facetas de la realidad, hacer visible los aspectos que pueden permanecer ocultos y facilitar el proceso final de la toma de decisiones.
Al no buscar la discusión improductiva, este método ayuda a poner de acuerdo a personas que pueden mantener puntos de vista, en apariencia, irreconciliables. Es una estrategia que hace uso de la empatía para tomar la decisión más conveniente. Puede ser muy útil para fomentar el buen trabajo en equipo y aprovechar así todos los beneficios del trabajo colaborativo.
Técnica de los 6 sombreros: ejemplo práctico
En un ejemplo práctico se pueden aplicar la teoría de los 6 sombreros para pensar en el contexto de un Congreso Legislativo. Las competencias de este ente son legislar un sinfín de normas y leyes que afectarán la vida de sus representados. Este tipo de decisiones deben tomarse de manera responsable, puesto que afectarán de manera positiva o negativa a un determinado grupo social.
Para empezar, el moderador o sombrero azul podría ser el presidente del congreso. Este escuchará y atenderá todas las posturas al respecto de manera neutral. Y, además, con detenimiento y llamando al orden cuando lo considere necesario. Cada postura debe ser atendida. También debe hacer preguntas cuando las considere necesarias para que ningún punto quede difuso.
El sombrero blanco estará representado por la mesa de trabajo de tipo neutral e interdisciplinario. Es la encargada de hacer la propuesta de ley. Esta expondrá de manera objetiva todos los fundamentos, argumentos y datos necesarios que hagan falta para tener una postura clara y objetiva del tema.
Los demás colores pueden representar a los distintos partidos políticos a través de las características propias de cada sombrero.
El sobrero rojo podría exponer una opinión más visceral y emocional. Puede representar, quizás, a los partidos de izquierda. El sombrero negro podría ser encarnado por aquellos partidos más conservadores cuya visión es menos abierta a los cambios. El sombrero amarillo representará a los partidos opositores. Estos tratarán de mantener una postura contraria a los partidos más conservadores. Y el sombrero verde podría estar representado por los partidos nuevos, divergentes. Ellos toman la experiencia de todos, pero de una manera más novedosa y fresca. Quien encarne este sombrero debe innovar con sus ideas creativas y dar aportes para mejorar una determinada propuesta.
Finalmente, una vez escuchada cada postura, el sombrero azul tomará la mejor decisión posible. En este ejemplo práctico, la propuesta legislativa fue abordada de manera novedosa, responsable e inteligente.
La técnica de los 6 sombreros para pensar nos permite acercarnos al problema desde una visión más global de los hechos. Con este método se toman en consideración todos los tópicos sobre un determinado tema, lo que nos permitirá evaluar un conjunto de soluciones y elegir la mejor.
El uso del pensamiento analítico crítico que plantea este método es muy eficaz a la hora de visualizar los pros y contras de una decisión. Además, nos permite integrar a todo el equipo de trabajo y tomar en cuenta las observaciones de todos para alcanzar un objetivo común. Conseguir un consenso es una de las más importantes técnicas de trabajo en equipo. Si lo logramos, podremos aumentar el rendimiento del equipo de trabajo
Fuente: https://coworkingfy.com/tecnica-de-los-6-sombreros/
Temas para el debate en clase con los 6 sombreros:
Uso de las redes sociales y efectos en la juventud.
Legalización de las drogas.
Permitir el consumo de alcohol a los menores de edad.
Permitir la tenencia de armas.
Derecho al aborto.
Eutanasia.
Pena de muerte.
Testar fármacos con animales.
Inmigración legal o ilegal.
Vientres de alquiler.
¿Se debería intentar salvar una mascota poniendo en riesgo la vida de un ser humano?
¿Son aconsejables las dietas para los adolescentes?
...
...
¿QUÉ PREFERIRÍAS...?
Black stories. Misterios "sí / no".
Resolución de acertijos, enigmas y misterios.
Dark Stories es un juego para jugar en grupo. Una persona, elegida como narrador, elige un acertijo y lee la descripción en voz alta. A continuación lee para sí mismo la solución del acertijo elegido. Elr esto de jugadores deben ahcer preguntas hasta llegar a esclarecer el misterio. A estas preguntas responderá únicamente con “sí, “no” o “no es importante”. La solución correcta es sólo la que se indica en cada acertijo y, ante la duda, siempre se ha de hacer caso al narrador. Si el narrador considera que los jugadores no consiguen avanzar hacia la solución, puede dar alguna pista.
Estos juegos suponen un esfuerzo lógico para nuestro cerebro. Tras una breve y enigmática historia, los alumnos tienen que examinar opciones, buscar conexiones no obvias, formar cadenas lógicas, pensar alternativas, activar la imaginación, aprender a pensar más allá de lo evidente, salir de lo simple y aportar soluciones hipotéticas que expliquen lo que ha ocurrido.
Uso en filosofía:
Los acertijos sí o no son un terremoto para el cerebro. Enseñan a pensar, explorar, encontrar las causas ocultas de cosas incomprensibles. Ayudan a desarrollan la capacidad analítica, la capacidad de hacer preguntas precisas y pensar lógicamente, la intuición, la imaginación, el pensamiento alternativo, el pensamiento creativo... También los acertijos sí o no ayudan a ver el mundo, las personas, los eventos tal como son: diferentes, complejos, únicos.
¿Cómo se juega?
Jugadores:
Cualquier grupo de dos o más personas puede jugar a acertijos sí o no.
Primero, selecciona un narrador.
Lee el acertijo sí o no.
El narrador elige un acertijo sí o no y lee su condición.
Luego mira la respuesta sin mostrarla al resto.
Solo podrá responder "sí" o "no" a las preguntas que le formulen los detectives.
Objetivo:
El objetivo de los jugadores: adivinar y contar lo que pasó.
Para esto, debes hacer preguntas al narrador.
Al mismo tiempo, el narrador puede responder las preguntas solo con “Sí”, “No” o “No importa/No sé/Aclara la pregunta”.
Detalles:
Un narrador experimentado puede agregar detalles a la historia a su discreción (el acertijo puede notablemente complicarse, ya que el número de respuestas “no sé” e “no importa” reducirá).
Ejemplo:
El presentador propone:
Un hombre desnudo fue encontrado muerto en el campo.
Tenía una cerilla quemada en su mano.
¿Qué pasó y cómo llegó allí?
Los jugadores comienzan a hacer preguntas:
¿Había alguien cerca?
No
¿Ya estaba desnudo antes de morir?
Sí
¿Le daba vergüenza su desnudez?
No importa
Y etcétera...
SOLUCIÓN: Un globo aerostático con cuatro pasajeros se había desviado de su curso y amenazaba con estrellarse contra una montaña. Para ganar altura, los pasajeros arrojaron todo el lastre, incluidas sus ropas, por la borda. No era suficiente: uno de ellos tendría que saltar. Lo echaron a suertes, y el muerto sacó la cerilla más corta.
Fuente: https://yesnogame.net/es