El Cid de las Cuchillas entrerrianas

La vida de Pancho Ramírez, una historia Cinematográfica

Muchos fragmentos de la historia nacional han sido llevados al cine a través de figuras líderes. Así se han recreado las acciones de Belgrano, de San Martín, de Güemes, de Rosas, de Sarmiento. Sin embargo ha escapado a esta iniciativa la figura del Supremo Entrerriano, cuya vida y muerte tienen un argumento con aristas más que suficientes.

Francisco Ramírez, hijo de Juan Gregorio Ramírez y de Tadea Jordán, quien -ya viuda- casó en segundas nupcias con Lorenzo López, con el cual tuvo numerosos hijos. Uno de ellos, José Ricardo López Jordán, fue compañero de luchas de su hermanastro Francisco, y padre de Ricardo López Jordán, quien fuera responsable del asesinato de Urquiza.

La vida sentimental

Resulta novelesca y hasta dramática. Francisco mantuvo un romance formal con Norberta Calvento, a quien abandonó casi repentinamente, hasta con el vestido de novia. Es que cuando el caudillo entrerriano conoció a la Delfina, una pelirroja presuntamente cautiva y de misterioso origen que peleaba como un soldado, dejó a su prometida para vivir una gran pasión. Murió en el intento rescatar a su amor en el campo de batalla. No obstante el desplante, Norberta siguió fel, hasta la muerte, a su primer y único y gran amor. Y pidió ser sepultada con el traje de novia, que guardó con tanta ilusión hasta el fin de sus días.

El caudillo

La actuación militar del Supremo empezó en 1810 cuando, como chasqui de la revolución, sirvió de nexo entre Rondeau y Díaz Vélez. En esa función demostró sus condiciones. Así reconocía sus méritos Rondeau: "el joven Ramírez, infatigable intrépido, buen conocedor de campos....". 

Lejos estaba Rondeau de imaginar que años más tarde él sería su verdugo en la batalla de Cepeda. Es que en esta primera década revolucionaria, a las luchas por la independencia se sumaban ideas divergentes sobre la futura organización nacional (centralismo o federalismo), que abrían otro frente). 

Francisco "Pancho" Ramírez

En este marco, Francisco Ramírez mantuvo una estrecha relación con José Gervasio Artigas, cuyo pensamiento político se basaba en principios claves: independencia, constitución, confederación de provincias bajo un sistema republicano-federal. En 1816, Artigas lo nombró comandante general "por caudillo organizador, capaz de concebir ideas y desarrollar- las valientemente en la pelea y lleno de recursos en las apuradas...".

El año XX

Paradójicamente será el año de la ruptura con sus antiguos jefes y, a la vez, un año de triunfos y derrotas:

Debe recordarse que en la campaña de Cepeda, Ramírez cumplía el mandato de Artigas que lo había designado. Pero por lo establecido en Pilar, Artigas no era más el Jefe Supremo, pues se lo consideraba como el gobernador de una provincia como las demás, no ya un superior sino un igual. Razones que significaron el fin de su supremacía de Protector de los pueblos libres y el comienzo de su eliminación de la vida política. Ramírez ¿fue víctima de los manejos políticos porteños, o victimario de Artigas? ¿Héroe o traidor? Dice Pérez Colman: "Tras la disidencia, sobrevino el choque fratricida violento y sin cuartel, como toda guerra entre hermanos, que no tiene más disyuntiva que concluir con el adversario para no ser aniquilado por éste."

La República de Entre Ríos

Triunfador, después de vencer a Artigas, quedó al frente no solo de la Provincia, sino de toda la Mesopotamia, con el poder suficiente para a convertir en realidad sus ideas de autonomías provinciales y del sistema republicano. Pero sus aspiraciones eran para todo el continente de la Mesopotamia. Así, el 29 de septiembre de 1820, dictó un bando y tres reglamentos, por los que fundaba en ese territorio la República de Entre Ríos. Debe quedar claro que no era su propósito segregar a la Mesopotamia, sino integrar el país en una confederación que nucleara a todos los pueblos del ex-Virreinato. La creación de la República de Entre Ríos fue la consecuencia inevitable en este nuevo escenario en el que Ramírez fuera el gran protagonista y se revelara como buen esta-dista.

"Pancho" Ramírez y la Delfina

El final

Pero poco tiempo pasó para que el caudillo vencedor se convirtiera en víctima de los acontecimientos. En Buenos Aires, vuelve al poder el partido directorial y E. López -su antiguo aliado- firma con Martín Rodriguez, gobernador de Buenos Aires, el Tratado de Benegas. Lo cual significaba la prescindencia de Ramírez y el rompimiento del caudillo santafesino con la política del litoral, y su adhesión a Buenos Aires. 

En consecuencia, la existencia de la República de Entre Ríos fue efímera, porque estalló nuevamente la guerra, esta vez con López. Dice Leoncio Gianello: "...el Cid de las cuchillas entrerrianas, no alcanzará a contemplar su triunfo (...) un ininterrumpido chocar de armas le lleva en alas de su signo, por senderos de epopeya y de grandeza...". 

Un certero balazo terminó con la vida del Supremo Entrerriano, a los 35 años, cuando mucho tenía por hacer... Pero la tragedia no terminó en Río Seco. Ramírez fue decapitado y su cabeza, por orden de E. López, embalsamada y expuesta -como escarmiento- en una jaula en el cabildo de Santa Fe.

El Cid de las cuchillas entrerrianas no alcanzó a contemplar su sueño... y su abrupto final deja un gran interrogante para la historia. 

¿Hasta dónde hubiera llegado, si su vida no hubiese sido interrumpida en plena juventud?

Fuentes:

VÁSQUEZ, Aníbal. Caudillos entrerrianos. Ramírez. 1928SCHUVAARTZMAN, Américo y Jorge VILLANOVA. Francisco Ramírez EL SUPREMO ¿HÉROE O TRAIDOR? Compilación, selección y textos. C. del Uruguay. Ed. El Miércoles, 2020.

Autores: Profes. Delia Reynoso de Ramos y Alejandro Guimera

Colaboración Profesorado de Historia Instituto Sedes Sapientiae

Publicado en "El Argentino" el 12 de Marzo de 2023

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