Considerado el "Ingeniero de la Constitución", se trata de un personaje cuya importancia no es conocida por todos.
Y si bien en los últimos días, su nombre ha sido traído al presente político en los medios de comunicación, son muchos los que preguntan quién fue Alberdi.
¿Fue un presidente?... ¿Qué hizo...?
Por esto consideramos oportuno rescatar su figura.
Juan Bautista Alberdi (1810-1884) era contemporáneo de Sarmiento (1811-1888), con quien compartió -con coincidencias y divergencias- el protagonismo de una época importante en la planificación política y cultural del Estado Argentino. Ambos eran provincianos: tucumano, el primero, y sanjuanino, el segundo; pero los dos con ideas de fuste que quedaron incorporadas a la tradición ideológica argentina y consolidaron la organización nacional.
Se diferencian en la educación que recibieron: Alberdi accedió a estudios universitarios, era Abogado y a través de su actuación profesional y de sus escritos, especialmente de la obra "Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina", dejó sus huellas.
Su pensamiento así como el largo nombre de su obra- se han mantenido vigentes por ser fuente, ideológica (liberal) y orgánica, de la Constitución de 1853; Ley que, aún con algunas reformas, marcó la estructura básica republicana y federal del país, la que conjuga el respeto a las autonomías provinciales, bajo la concepción de unidad nacional.
Influido por las ideas de los intelectuales franceses del siglo XVIII, como Adam Smith, entendía que fomentar la explotación de la tierra, la incorporación del ferrocarril, las inversiones extranjeras e impulsar la inmigración y la educación constituían políticas convenientes de aplicar para la grandeza del país, y que la Constitución era el instrumento adecuado para implementarlas y garantizarlas.
En el aspecto dogmático, defendía los derechos individuales basados en el principio de libertad de pensamiento, de expresión, de culto, de acción y de respeto a la propiedad privada. La Constitución recorta dos planos claramente diferenciados: el de lo público y el de lo privado. Las "acciones privadas de los hombres” son principios que reflejan su idea de que el Estado no debía interferir, siempre respetando el límite de los derechos de cada uno. Por eso hoy, cuando se habla de Alberdi, se habla de volver a los principios constitucionales.
Por supuesto que en el presente encontramos ideologías que anteponen lo social a lo individual, como también se han incorporado a la Constitución, en el artículo 14 bis, el reconocimiento de ciertos derechos sociales.
También en aquel tiempo hubo posturas diferentes, pero siempre pensando en el bien de la Argentina: entonces estos dos jóvenes de la Nueva Generación (1837) fueron quienes más se destacaron por sus aportes: por eso son considerados los padres fundadores de la tradición liberal argentina. Ambos tenían un gran escepticismo respecto de las capacidades de la población criolla y, en consecuencia, creían en la necesidad de reformar profundamente sus costumbres como condición previa a lo que por entonces se llamaba "el progreso".
Alberdi confiaba en que la inmigración y el crecimiento económico irían reformando lentamente el perfil de la población que se iría educando "por las cosas", es decir, por el trabajo y por el ejemplo de prosperidad de los vecinos. Mientras eso sucediera, era mejor restringir los derechos políticos de las clases bajas y dejar el gobierno en manos de las élites. Había que erigir primero una "república posible", para llegar con el tiempo a una "república verdadera", más abierta y participativa, que llegaría más adelante
Sarmiento, de temperamento más nervioso, no estaba dispuesto a tales esperas. Coincidía en la necesidad de atraer inmigrantes, pero proponía que el Estado tuviese además una intervención enérgica para sentar las bases del "progreso" Su confianza estaba en el papel "civilizador" de la cultura y de la ciencia. En las escuelas que imaginaba, la formación debía ser integral, igual para varones y mujeres de todas las clases sociales. En eso su pensamiento era de avanzada para la época. En comparación con Alberdi; entonces parecía más dispuesto a abrir el juego político relativamente pronto.
Sarmiento fue un autodidacta, pero culto e inteligente, y aunque ejerció diversos oficios y funciones públicas, era un hombre perseverante y maestro por convicción, lo demostró en su afán por la educación que marcó la cultura nacional. Una anécdota -relatada por F. Pigna- cuenta que cuando trabajaba en un chacra, su dueño comentó: "Tengo un capataz loco, que se pasa las horas leyendo en voz alta entre los árboles, y cuando se le pregunta qué lee dice que está estudiando para ser Presidente de la Argentina". Cierto o no, este relato refleja la personalidad de quien apodaban el "loco Sarmiento", por su carácter intempestivo.
Reconocimiento por lo que hicieron y aportaron. Una esquina de Gualeguaychú los recuerda. Según registra el Libro de Actas de la Biblioteca Popular Sarmiento, en oportunidad de celebrar un nuevo aniversario, la Biblioteca Popular Juan Bautista Alberdi, de San Miguel de Tucumán, invitó a las bibliotecas populares del país a homenajearlo. Ante tal iniciativa, la Comisión Directiva de la "Sarmiento" solicitó a la Municipalidad poner el nombre del pensador tucumano a una calle de Gualeguaychú. En respuesta afirmativa, las autoridades resolvieron poner el nombre de Juan Bautista Alberdi a la calle Méjico, transversal que nace en Urquiza y pasa por la esquina de la Biblioteca -en calle San Martín-.
De esta forma, en esa esquina convergen casualmente estos nombres, en los cuales la ciudad expresa el reconocimiento y el respeto a dos constructores de la organización y de la cultura nacional y a los valores que representan en la sociedad argentina y en particular de Gualeguaychú.
Fuentes:
Floria y García Belsunce. Historia de los argentinos. Buenos Aires. Ediciones Larousse. 1992.https://noticias.perfil.com/noticias/cul- tura/sarmiento-y-alberdi-dos-modelos- de-pais-para-la-nacion.https://noticias.perfil.com/noticias/cul- tura/sarmiento-y-alberdi-dos-modelos- de-pais-para-la-nacion.phtmlLibro de Actas de la Biblioteca PopularSarmiento Domingo Faustino Sarmiento. Cómo fueron sus primeros años de vida. Clarín.comAutores: Profes. Delia Reynoso de Ramos y Alejandro Guimera
Colaboración Profesorado de Historia Instituto Sedes Sapientiae
Publicado en "El Argentino" el 26 de Noviembre de 2023
Alberdi