El General Belgrano en Entre Ríos 

y la contribución del pueblo entrerriano

“Cuando el interés general exige las atenciones de la sociedad deben callar los intereses particulares …” 

Manuel Belgrano

Entre las tantas responsabilidades que la patria exigió a Belgrano, una de ellas fue conducir expediciones libertadoras hacia los centros contrarrevolucionarios. Misión que debió cumplir, en condiciones adversas, en distintas regiones de la geografía argentina; y fue en Santa Fe y en Entre Ríos –rumbo al Paraguay- donde comenzó sus campañas militares. El 26 de septiembre de 1810 se ponía en marcha desde Buenos Aires, al frente de un reducido número de improvisados soldados; recién el 1° de octubre, después de 5 días de marcha, llegaba a Santa Fe.

En Santa Fe en su carácter de jefe militar y representante de la Junta de Gobierno de Buenos Aires, organizó el nada fácil paso del Paraná para continuar la expedición, pero al mismo tiempo cumplió una intensa labor destinada a resolver las necesidades de su ejército en formación y de la población santafesina que lo había recibido con evidentes pruebas de patriotismo.

También desde Santa Fe debió ocuparse de Entre Ríos, amenazada –en ese momento- por la resistencia contrarrevolucionaria organizada desde Montevideo. 

El Comandante General del Partido de Entre Ríos, Josef de Urquiza (padre del General) se había pasado a las filas realistas; Belgrano nombró en su reemplazo al Dr. Miguel Díaz Vélez.

En la costa entrerriana del Paraná

Cumplida la primera etapa en Santa Fe, se trasladó a la Bajada (Paraná) donde con intenso ritmo de trabajo se propuso divulgar la revolución y la adhesión a la causa, y donde también tuvo grandes satisfacciones por la respuesta del pueblo entrerriano, alentado por el Cura Vicario Antolín Gil de Obligado y el Alcalde Juan Garrigó, ambos identificados y comprometidos con Belgrano y los ideales de mayo. El 8 de septiembre de 1810, el Alcalde informaba a la Junta:

“Vista la circular de 2 de Agosto con q.e V.E. recomienda alos avitantes de dominios aque domen cavallos para el Servicio de las Armas,concilié que el Sor. Cura Vicario de este Pueblo lo Exortace en la Iglesia, y su resultado fue tan felíz, que me lisongeo que en este Partido se han de recoger buena Porcion; pues solame.te en el recinto del Pueblo, y no están todos subscriptos, ay anotados 96 cavallos, pero faltan impresos para repartir alos comisionados dela campaña…”(sic)

Efectivamente, además de la actitud del cura y del alcalde de Paraná la adhesión de los entrerrianos fue categórica. Con satisfacción Belgrano lo comunicaba a la Junta.: “Gloríese V.E. que se acercan ya a700 caballos q.e de donatibo ha juntado, y me tiene prontos, aquí mismo el Alcalde de este dignísimo vecindario, D.n. Juan Garrigó…” (sic)

Debe tenerse presente que el caballo era elemento básico e indispensable para la marcha de la empresa libertadora, y los ejemplares entrerrianos se destacaban por sus cualidades que el general no ignoraba.

Pero al hablar de la adhesión del pueblo entrerriano, no puede dejar de mencionarse el generoso gesto de doña Gregoria Pérez, quién ofreció, para poner a la orden y disposición del Gral. Belgrano: sus haciendas, casas, criados “…desde el Río Feliciano hasta el Puesto de Estacas en cuyo trecho es V.E. el Dueño de mis cortos vienes para que ellos puedan auxiliar al Egército de su mando, sin interés alguno…”(sic)

Por otra parte, el desafío de la campaña libertadora requería el conocimiento de la geografía, limitación que el jefe militar, con inteligencia y humildad, supo reconocer. 

Por eso llamó a consejo a los más autorizados conocedores de los caminos de la Mesopotamia. 

No obstante supo imponer y exigir severa disciplina a sus soldados, pero también valorar y destacar “lo que ha trabajado la Milicia del Paraná[…] lo que han padecido los oficiales y toda la tropa andando al paso del Buey por entre bañados, esteros y lagunas con mil zabandijas y el peso de los soles…” Así lo participaba al gobierno de Buenos Aires.

En la costa del Uruguay

También los partidos de la costa del Uruguay, a los que le había confiado la defensa de ese territorio hicieron su aporte en hombres, caballos y otros elementos; los vecinos de Gualeguay y Gualeguaychú contribuyeron generosamente con la causa. La Gaceta de Buenos Aires (3-10-1811) publicaba el informe del Comandante de Gualeguaychú, Tomás Melián, en la que se informaba que “…este vecindario ha franqueado gratuitamente las caballadas y carretas necesarias para el transporte de tropas, y bagages…

El reconocimiento

Belgrano fue el primero en rendir homenaje a la patriótica ayuda del pueblo entrerriano. En su Autobiografía recuerda con elogios a la población y toda su jurisdicción, destacando que todos a porfía querían servir y con gusto dejar sus casas para ser de la expedición y auxiliar al ejército. “No me olvidarán jamás los apellidos Garrigó, Ferré, Vera, Ereñú, ningún obstáculo había que no vencieran por la patria…”

Sin duda el temple del prócer y los ideales que proclamaba, “…fiel como el que más a los principios de Mayo…”** fueron motivadores para que el pueblo entrerriano, que años después participaría activamente en defensa del federalismo y de la organización nacional haya adherido. Mayo fue el punto de partida para la futura organización republicana del Estado Argentino y Entre Ríos no fue ajeno a ese proceso.

Bibliografía:

* Bando del General Belgrano, Jujuy 1812.**ARCE, Facundo. Entre Ríos en los Albores de la Revolución de Mayo. Paraná,1960.CANESSA, Guillermo. El Pensamiento Democrático Argentino. Kapelusz, Bs.As., 1957

Autores: Profes. Delia Reynoso de Ramos y Alejandro Guimera

Colaboración Profesorado de Historia Instituto Sedes Sapientiae

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