Cruzada Deportiva de la Argentinidad

A 80 años de aquel triunfal desafío

"Cruzó desiertos y montañas para calmar la sed de un mundo en sus orillas. 

Bajó del cielo de la patria para mostrarnos la razón de nuestra vida, 

para enseñarnos a ser libres como el espacio que en sus pliegues nos traía..." 

Frag. de La Bandera, de Francisco Luis Bernárdez

Esta cruzada resultó una aventura casi gloriosa que tuvo su origen en Gualeguaychú.

La iniciativa partió de quien fuera entonces el teniente Carlos Mac Dougall, también profesor de la Escuela Normal Olegario Victor Andrade. La idea era que la bandera argentina recorriera todos los rincones de la patria portada por estudiantes y deportistas, con el propósito de sembrar, a través de ella, el sentimiento de argentinidad, de identidad nacional.

Para este desafío, el Tte. Carlos Mac Dougall contó con el apoyo de las autoridades de dicho establecimiento educativo: Prof. Jacinto Franco (Rector) y Ma. Felisa Obispo (Vicedirectora) de la Escuela y, por supuesto, con sus vínculos con el Ejército Argentino, gracias a su profesión.

Concretar el proyecto implicó establecer pautas de organización, contactos previos y gestionar recursos; cuestión que entonces no era fácil por el tema de las comunicaciones (no existían las redes sociales, que hoy tanto nos acercan...).

La insignia debía recorrer todo el país portada por deportistas de distintas disciplinas; cada localidad que la recibía debía darle la bienvenida, previamente anunciada, y comprometerse a entregar el testimonio (la bandera y los documentos que se iban registrando en el recorrido al próximo destino, cual si fuera una competencia de postas). 

Cada lugar que la recibía se encargaba de entregarla al pueblo más cercano, siempre en manos de estudiantes o de deportistas. Así recorrió caminos y caminos de la Argentina, desde Gualeguaychú hasta Jujuy, desde Jujuy hasta tierra del Fuego, desde Tierra del Fuego hasta Plaza de Mayo, desde Plaza de Mayo hasta el río Gualeguaychú.

Esto ocurrió en el año 1943, cuando el mundo atravesaba la Segunda Guerra Mundial, tiempo en que las relaciones internacionales estaban muy comprometidas y Argentina, aunque lejos del escenario bélico, también sufría los efectos de la gran conflagración, especialmente en la economía. Los cruzados contaban, por ejemplo, que a raíz de la falta de abastecimiento de caucho, el calzado utilizado consistió en alpargatas de yute....

La partida

La aventura se inició el 7 de julio de 1943, en la que el grupo de jóvenes, acompañados de algunas personas mayores, iniciaron la marcha (a pie) alrededor de las tres de la madrugada, y con muy bajas temperaturas. Debían llegar a Urdinarrain por caminos de escarcha y, en aquellos tiempos, casi intransitables. Cumplida esa meta, los jóvenes regresaron a Gualeguaychú en medios de transporte. Pero la insignia debía seguir por otras poblaciones de Entre Ríos: Basavilbaso, Tala, Nogoyá, Nogoyá, Echagüe, Gualeguay, Victoria, Federación, Chajarí...

Un largo itinerario

Después de nuestra provincia, la bandera pasó por distintas poblaciones de Corrientes. El 15 de octubre ya estaba en Curuzú Cuatiá, marchó luego a la tierra natal del Gral. San Martín, Yapeyú, desde donde prosiguió a Misiones. El recorrido continuó por pueblos de Chaco, Santa Fe, Santiago del Estero rumbo al N.O. En el mes de marzo de 1944 ya estaba en Jujuy, en abril, en Catamarca, después en La Rioja.

Continuó luego por la región cuyana, San Juan y Mendoza, donde llegó hasta el Cristo Redentor, portada por un grupo de andinis- tas y esquiadores. Sus próximos destinos fue- ron San Luis y la región pampeana. El último gran desafio fue la región patagónica (Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego). Finalmente llegó a Buenos Aires, en donde después de recorrer varias ciudades de dicha provincia fue a la capital, allí se rindió home- naje a su creador en Plaza de Mayo con una ofrenda floral y una tarjeta con esta leyenda "Al General Belgrano el deporte argentino...

En Octubre de 2011 el H.C.Deliberante sesionó en una jornada especial, dado que le entregó una medalla y el nombramiento de Ciudadano Destacado a las 12 personas que aún viven de los 33 que en el invierno de 1943 participaron en el lanzamiento de la Cruzada de la Argentinidad. Ellos fueron: Simón Florentino Silvestrini, Miguel Silvestrinil, Mario César D'Agostino, Voyco Gasparovic, Arquímedes Benjamín Vega, Néstor Clemente Cadario, Ramón Pereda, Fernando Martínez, Dionisio Broggi, Donaldo Zoilo, Ramón del Campo y Osvaldo Pastor Gómez.

El traslado y el tiempo de duración

A esta altura del relato, corresponde aclarar que el traslado en ese largo circuito, de más de 18.000 Km, estuvo a cargo de distintos con- tingentes (delegaciones de deportistas) y se hizo por diversos medios de transporte: a pie, a caballo, en bicicleta, en esquí, en tren, sobre ruedas, en avión, o en barco; según las caracteristicas de cada región y las formas posibles de acceso a cada una de ellas, por eso también hubo lugares en que estuvo más tiempo que en otros; el traslado era un tema clave.

En todas las provincias, que visitó fue muy bien recibida por autoridades, deportistas, estudiantes y pueblo en general, que celebraban su paso con una ceremonia y desplegaban banderas, a la vez que entregaban testimonios de su llegada: fotos, periódicos, actas, banderines, traídos finalmente a Gualeguaychú, los que hoy, por decisión del teniente coronel Mac Dougall, se conservan en el Instituto Magnasco como testimonio de esa inolvidable proeza.

El Regreso

La aventura se inició desde Gualeguaychú a pie, hace justo 80 años (1943) y tuvo como punto de regreso -en barco- el río Gualeguaychú, dos años después, en la mañana del 22 de julio de 1945. El desembarco se hizo frente a los obeliscos donde el pueblo se había congregado para recibirla. El acto central se hizo frente al monumento del Gral. Urquiza, en 25 de Mayo y Costanera. Posteriormente, diversas delegaciones deportivas locales (Liga Departamental de Fútbol, Club Ciclista, Tiro Federal, Liga de Básquet, Federación de Bochas, Federación de Pelota, entre tantas otras) organizadas en postas, compartieron el traslado para llegar al albergue donde tuvo origen la Cruzada: la Escuela Normal. Allí quedó como evidencia de esa maravillosa proeza, nunca antes realizada.

La bandera, que había sido confeccionada por la señora Blanca Azucena del Campo de Mac Dougall, llegó descolorida y algo mutilada por la travesía realizada, pero con un mensaje de patria. Por largos años estuvo en el mencionado establecimiento educativo, en una sala especialmente acondicionada; años después el Tte. Coronel Mac Dougall, decidió su traslado a su domicilio particular, donde formó un mini museo para quienes quisieran conocerlo, alusivo a la Cruzada de la Argentinidad. 

En 1995, también por iniciativa suya, pasó a formar parte del patrimonio museístico del Instituto Magnasco.

Gesta y gestos

Llegar a plasmar esa idea que en su momento a algunos les habrá parecido genial y a otros, una locura, fue posible por la adhesión popular y solidaria, para proveer los recursos necesarios para la difusión, la comunicación, el transporte y el apoyo logístico. Una actitud que se dio en Gualeguaychú y se replicó en cada punto de destino. 

Es que esta "gesta" generó "gestos" como reflejo de los sentimientos que sembró y hoy, a 80 años de su realización, merece recordarse por ser una experiencia enriquecedora de las tradiciones y de la historia local...

Fuentes:

Documentos de la Cruzada Deportiva de la Argentinidad. Archivo Instituto Magnasco.LISSMANN, Mario y Germán SUÁREZ Trabajo de Seminario: Gran Cruzada Deportiva de la Argentinidad. Gchú. 2002. Prof. de Historia. Archivo Sedes Sapientiae. "Ecos de la llegada de la cruzada deportiva". Diario El Diario. Gualeguaychú, 24-07-1945.

Autores: Profes. Delia Reynoso de Ramos y Alejandro Guimera

Colaboración Profesorado de Historia Instituto Sedes Sapientiae

Publicado en "El Argentino" el 23 de Julio de 2023

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