El encuentro de dos mundos

Cuando, el 12 de octubre de 1492, Cristóbal Colón llegó a “tierras desconocidas por los europeos”, este hecho marcó nuevos rumbos en la historia de la humanidad. 

Fue el encuentro de dos mundos totalmente distintos que se desconocían mutuamente, acontecimiento que marcó para siempre la vida y la política en uno y otro mundo. 

A continuación hacemos algunas breves consideraciones sobre el “hallazgo” realizado por el marino genovés y sus consecuencias:

Tratado de Tordesillas

En el territorio donde emprendió la ocupación de las tierras, cada país puso su impronta con características de su cultura, con causas motivadoras y objetivos propios en función del desafío acometidos. 

Por eso el proceso de conquista y colonización fue diferente en cada región americana.

Desde el siglo XVI, la corona de Inglaterra, después de viajes de exploración, compartió la colonización con particulares, a través de un sistema de factorías. Tuvo un carácter esencialmente económico, cuyas actividades y características dependían de las condiciones geográficas y de los recursos propios de cada región. 

En principio no hubo contacto con el aborigen; la colonización se hizo sobre el litoral atlántico, donde se establecieron, en el siglo XVII, las trece colonias, origen de los EEUU de Norte América. La conquista del Oeste vendría mucho después con el descubrimiento de riquezas minerales (fiebre del oro, a mediados del siglo XIX) y, en consecuencia, un período de duro enfrentamiento con los indígenas, recreado por la cinematografía. En esa larga etapa, la cultura anglosajona dejó sus huellas en la mentalidad y en la forma de vida norteamericana (idioma, religión, costumbres). 

La colonización se hizo sobre el litoral atlántico, donde se establecieron, en el siglo XVII, las trece colonias, origen de los EEUU 
La colonización portuguesa de Brasil se inició en el año 1500, cuando Pedro Alvares Cabral llegó a esa región y proclamó la soberanía Portuguesa. 

Los viajes de Colón despertaron gran interés en Portugal que, inmediatamente, envió expediciones al nuevo mundo, donde se suscitó el ya mencionado conflicto de jurisdicciones con España.

Desde el siglo XV los marinos portugueses incursionaron al este de la línea imaginaria del Tratado de Tordesillas, donde establecieron un sistema de factorías por el que los comerciantes lusitanos, mediante contratos, obtenían licencias de la corona para armar expediciones por su cuenta y lograr la extracción del palo Brasil (que luego daría nombre al país) sobre el litoral y emprender la búsqueda de metales preciosos, a lo que sumaría después la explotación de la caña de azúcar. 

La Casa de Indias de Portugal era la que administraba las condiciones contractuales. En el siglo XVI se estableció un sistema de capitanías, por el cual la costa atlántica de Brasil fue dividida en 13 secciones.

Las concesiones eran otorgadas a importantes personajes por medio de cartas de donación, donde se fijaban deberes y derechos de las partes. Pero en principio, la corona no asumió como política de Estado la colonización, ni se internó en el continente, como lo hizo España.

Tratado de Tordesillas

Eran culturas diferentes, pero no inferiores a la europea: azteca, maya e inca, imperios que por su riqueza y esplendor despertaron, aún más la ambición de los conquistadores. Pero también encontraron otras comunidades aborígenes en inferiores condiciones económicas y con menor desarrollo cultural debido a las características de la región.

En el inevitable contacto, entre el blanco y el aborigen, los protagonistas fueron: el conquistador y su hueste; el indio, dueño de la tierra y el misionero.

La relación entre ambos resultó conflictiva y, en muchos casos, extremadamente cruel por ambas partes. Era el encuentro, frente a frente, de dos mundos desconocidos. Indudablemente, el español, con sus atuendos, con sus armas, y con animales desconocidos, como el caballo y el perro, sorprendió al nativo, que al conocer sus intenciones manifestó una lógica resistencia y el choque fue inevitable, como también lo fue el mestizaje, otra de las características de la conquista. 

Desde las primeras expediciones estuvo presente en América, y ante tanta violencia fue el mediador que llegó a tener una responsabilidad muy importante. No solo emprendió la conquista espiritual, sino que se convirtió en consejero y educador del aborigen, para lo que debió aprender su idioma y sus creencias; y muchas veces en su defensa, denunció los excesos a las autoridades españolas.


Fuentes

ROSAS, José María. Historia Argentina, Buenos Aires, Ed Oriente, 1964, t.1. ZANELLATO Y VIÑUELA. Historia de las instituciones políticas y sociales de América hasta 1810, Buenos Aires, Kapelusz, 1983.

Autores: Profes. Delia Reynoso de Ramos y Alejandro Guimera

Colaboración Profesorado de Historia Instituto Sedes Sapientiae

Publicado en "El Argentino" el 9 de Octubre de 2022

Gualepedia: Índice de la página