10 de marzo_Jueves

FRAILES DE LA ORDEN DE PREDICADORES

PROVINCIA SAN LUIS BERTRÁN DE COLOMBIA

CONVENTO NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE CHIQUINQUIRÁ

MEDITACIONES PARA LA PREDICACIÓN

Fr. Juan David OSPINA OSPINA, O.P.

JUEVES: 10 de marzo de 2022

Síntesis del Evangelio: «Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá» (Mt. 7, 7-12)


Estimados hermanos, hoy la primera lectura tomada del libro de Ester nos pone de manifiesto una realidad humana y, en muchas ocasiones, cristiana; y es aquella realidad que padecemos todos los seres humanos en la que solemos recurrir a Dios solo en los momentos de angustia, pesar o temor, como le ocurre hoy a Ester. Hoy la primera lectura está denunciando aquella fe circunstancial; es decir, aquella fe que solo se hace presente en los momentos de dolor o angustia.


Es preciso que en este tiempo de Cuaresma reflexionemos acerca de la naturaleza de nuestra fe y de nuestro compromiso cristiano; Hoy la primera lectura nos anima a preguntarnos: ¿Qué mueve nuestra fe? Es decir, buscamos a Dios y buscamos cumplir su voluntad como una respuesta de amor a las maravillas que Dios a obrado desde el principio de la creación en nuestro favor, o por el contrario, solo buscamos a Dios e invocamos su nombre como un comodín para sentirnos auxiliados y rescatados en los momentos de dificultad.


Estimados hermanos, de mil maneras y formas distintas Dios se nos has revelado y nos ha comunicado su deseo de librarnos de los males de este mundo, de cuidarnos y protegernos como sus hijos predilectos, pero aún así, no en pocas ocasiones, preferimos una vida a nuestra manera, alejada en ocasiones totalmente de la voluntad de Dios, y solo volvemos a Él cuando nos sentimos perdidos y desorientados.


Que sea una ocasión especial durante este tiempo de cuaresma, renovar nuestra entrega total y confiada a Dios, ofreciendo y entregando a sus manos nuestra vida entera, nuestros proyectos e ideales, nuestros gozos y alegrías, pero también, teniendo presente a Dios en los momentos de dolor y temor. No olvidemos que nuestro Dios es un Dios que se goza en la felicidad y la realización de sus hijos y, por tanto, es un Dios que se hace presente en todos los momentos de la vida cristiana, incluso en los de duelo, dolor o angustia.


Que este tiempo de cuaresma sea la oportunidad para reconocer la obra de Dios en cada instante de nuestra vida, y que en Él encontramos el artífice de nuestras alegrías y nuestros gozos. No olvidemos que la única certeza que tenemos como cristianos, más allá de saber que a Dios volveremos cuando retornemos a la casa del Padre, es que Dios no desampara nunca, y que está siempre presente en la vida de todos aquellos que como hijos fieles a su voz cumplen con su mandato de amarlo por encima de todas las cosas, así como al prójimo.


Por su parte, el Evangelio de hoy nos anima a entablar una relación íntima, de cercanía y de familiaridad con Dios, pues en verdad Él es nuestro padre y nosotros sus hijos muy amados. Dios desea hacerse presente en la vida de cada uno de nosotros, y aún así, no violenta nuestra libertad, y espera que seamos nosotros los que lo invitemos a Él a pasar y tomar posesión. Pidamos, busquemos y llamemos a Dios como a un Padre, pues él nos dará, se hará presente y contestará siempre a nuestra voz, y Él estará presto a concedernos las gracias y favores que tanto necesitamos y pedimos en oración.


Por último, estimados hermanos, desear a Dios constantemente en nuestra vida y hacerle partícipe de nuestra realización humana y cristiana implica desear, buscar y llevar a cabo actos de amor, de misericordia y de bondad para con los hermanos, ya que el amor de Dios del cual nos hacemos partícipes es un amor de entrega total para con todos sus hijos; Por ello, si buscamos la bondad de Dios, encontramos el camino de entrega bondadosa a los hermanos.