Vertientes del Judaísmo

Pregunta: A que refieren los reformistas cuando dicen que no existe "un tipo de judaismo" sino tantos judaismos como judíos hay en el mundo. Cómo hacemos el paralelo con lo que estamos estudiando en el curso?


Respuesta: ¡Buenas! excelente pregunta. Esto es precisamente lo que plantean dicen los cristianos y mesiánicos. O sea: existen muchas vertientes del judaísmo, el judaísmo rabínico sería una entre ellas, válida como las demás. Los reformistas necesitan validar tal idea desubicada para justificar su propria existencia. En este punto, los reformistas son cristianos y los cristianos, reformistas.


Tal tontería se basa en el principio de que lo que hace cualquier congregación de judíos se llama «judaísmo», y que las demás «vertientes» se deben de respectar las opiniones ajenas, incluso cuando son perniciosas o desdicen directamente todo lo que preconiza el judaísmo.


Fijáte: existe uno solo pueblo judío, descendientes de la tribu de Yehudá, descendiente de los patriarcas. Luego el judaísmo es la consciencia colectiva, idiosincrasia y identidad de este pueblo.


Dios hizo de Abraham el patriarca de la nación de su descendencia, por lo tanto se llama «Abinu» nuestro padre. (padre querido, padre bendicho, luz de Israel). Dios le dio y hizo heredar a sus descendientes la tierra de los hebreos (br. 40,15 כי גנב גנבתי מארץ העברים).


Al salir de Egipto Dios le dio la Torá a este pueblo de los descendientes de Abraham mediante Moshé en el monte Sinai. Es decir: Abraham es el patriarca - una vez formado, el pueblo de sus descendientes dio nacimiento a un hijo ilustre, esto es Moshé ben Amram, moshé hijo del pueblo elevado, profeta y depositario de nuestra identidad colectiva, que nos llevaría hacia los bordes de nuestra tierra para que ahí materializáramos el proyecto confiado por Dios a los patriarcas.


Luego el judaísmo consiste, como estudiado en 3 pilares:

1- el pueblo judío (depositario)

2- la tierra de Israel ( el lugar en que se concreta el proyecto)

3- la Torá (el proyecto)


....y esto es el judaísmo. Cualquier cambio en esto puede conducir hacia dos resultados únicamente, igualmente trágicos. Primeramente, a congregaciones de judíos a quienes les faltan una de las bases existenciales. Estas congregaciones son como RENGOS, (br, 32,25-33 וְהוּא צֹלֵעַ עַל-יְרֵכוֹ ...le salió el sol; y cojeaba de su cadera) - esto cuando son seculares y les falta la brújula de la torá, van sin rumbo. Cuando son ortodoxos en el exilio y les falta la tierra de Israel, su judeidad sigue teórica y carece de cuerpo para materializarse. Cuando se asimilan y ya no hay más pueblo judío. Cuando plantean que no hace falta que el judío sea judío, sacaron el depositario (dv, 28,40 כל עצך ופרי אדמתך יירש הצלצל porque tu aceituna se caerá).


Percibirás que en el discurso de todos los que han planteado ser «vertientes» falta uno de los elementos principales, uno de los pilares: los reformistas, los mesiánicos, los seculares, los asimilados,.... Final de cuentas se vuelven todos hacia nosotros y imploran para que os aceptemos o nos atacan de manera descarada y sin vergüenza - pues si la perennidad está y sigue con nosotros, porque siempre hemos mantenido intactos sus pilares. Nos necesitan para que hereden ellos también de dicha perennidad.


Ahora fijáte en como se compuso el argumento - «existen tantos judaísmos como judíos en el mundo» - ¡Qué chiste! no es posible.... es decir: ¿un individuo y una religión son equivalentes? y yo, por lo tanto ¿soy una religión? ¿No comprenden la diferencia básica entre el individuo y lo colectivo? luego si fuera así cualquier asesino o violador judío sería yo una vertiente del judaísmo? ¡Infeliz metonimia! producto de un razonamiento precario - aún cuando hay muchos elementos diversos en un conjunto, las propriedades del conjunto tienen su propria dinámica, a menudo independiente de los elementos del conjunto. Sobretodo, aún cuando todos los elementos del conjunto tengan una chispa, un reflejo de lo colectivo, no se podrá decir que los elementos del grupo representan todo el conjunto. Algunos elementos incluso niegan y se confrontan a la colectividad, o simplemente son totalmente ajenos al grupo y no tendrían que estar ahí.


Pero mira, esto es justamente lo que viene planteando el cristianismo en los últimos 2000 años: un judío muerto y crucificado, esto el judaísmo! no la colectividad de Moshé o la congregación de yaakov.

"Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí" ¡dijo el crucificado mediante la pena del judío reformista Juan (14,6)! Es decir, cuando dejaste de diferenciar lo colectivo del individuo, y creías haber creado un nuevo judaísmo, de hecho creaste una nueva religión, un nuevo dios, te hiciste idólatra como los cristianos. Finalmente cuando dijiste que existen tantos judaísmos como judíos, te hiciste PAGANO.


El judaísmo es por lo tanto la identidad colectiva del pueblo judío. Su genética, su tierra, su torá, su idiosincrasia, sus valores. Cada judío porta en su ser, en su esencia, chispas del colectivo a que pertenece, algunas manifiestas, algunas potenciales. Cada judío es libre como individuo de reflejar, apoyar, cultivar los valores de su colectividad o de rechazar, pelearse y desecharse de los enlaces que lo vinculan a su colectividad. Algunos judíos son grandes y tienen almas anchas, de una chispa desarrollan grandes luces, se convierten en depositarios de nuestra identidad colectiva - hogueras, almenaras potentes que alumbran al infinito, a estos los llamamos RAV (plural en hebreo - depositarios de nuestra identidad colectiva) como Moshé RABENU, individuo capaz de ser el espejo de nuestro espíritu colectivo en todos los niveles, hijo del pueblo (ben AMRAM), de la Torá (Torat Moshé), de la tierra de Israel.


Los que fanfarronean con gran alarde que son una vertiente del judaísmo están de hecho planteando que ellos son EL judaísmo, y nosotros, rabinos, depositarios y mantenedores de la idiosincrasia judía, los usurpadores intolerantes - en el mejor de los casos, una vertiente más entre tantas, todas legítimas. Este tipo de plaga es como un yo-yo, a cada rato vuelve con otro color, pero siempre apesta, y el sabor es siempre lo mismo: dulce para quienes lo tragan, pero amargo al final ....y venenoso.


Anhelan por usurpar la identidad judía y decir que esta será quizá otra cosa, como Nimrod y el faraón confrontan a Abraham, Yshmael, a Itsjak, el ángel de Esav, a yaakov, koraj a moshé, los erev rav a los Israelitas... como los griegos han querido a la torá, pero no a los judíos.... La lista se extiende, lamentablemente. Desde estos que ora dicen que somos judíos, pero no hace falta torá, pasando por estos que dicen que la torá es la biblia y es de todos, o por estos que plantean que no hace falta Israel... Todos nos atacan, por todos los lados. ¡No lograrán! עצו עצה ותפר דברו דבר ולא יקום כי עמנו אל Tomad consejo, y será anulado; proferid palabra, y no será firme, porque Dios está con nosotros.