Jasidismo y yetser hará

¡Hola! al revés, el hombre ha sido creado para casarse, tener hijos y construir el mundo. No obstante, no lo hace de manera espontánea sino sus primeros gestos en esta dirección provienen del yetser (fuerza creadora) hará (mala por que puede llevar al equívoco y desubicación). Es decir, el yester hará sirve a un propósito mayor, lo de impulsar al hombre hacia su verdadero potencial creador. Cuando un judío se aleja de los horizontes hacia los cuales debería orientar sus velas, entonces crea una situación de disminución y esta es el satan, que cabalga sobre el yetser hara. Cuando se dice que para el mundo venidero D.ios va a degollar el satan, es una metáfora para expresar que el judío estará a altura de materializar todos sus potenciales de manera completa, exitosa y provechosa y no habrá más situación de disminución sino todo yetser será tov, o sea, toda fuerza creadora se aprovechará al máximo.



Un comentario respecto a esto - la mayor parte del contenido que se encuentra disponible en la red sobre judaísmo ha sido escrito por jóvenes alumnos, curiosos, drogadictos alejados que un día "encontraron la luz" y poquísimo proviene de verdaderos jajamim como ya lo explicamos. Mi rab tenía un chiste recurrente y era lo siguiente: "todos conocen este episodio sobre el Rambam, excepto uno: el Rambam!". En la misma proporción, existe un dicho entre nosotros explicando que "los que no creen en los cuentos jasídicos son de mala fe, pero los que creen en todos los cuentos jasídicos son necios". Asimismo, esta profusión de ideas sin sentido y descontextualizada hace más daño que bien. Ahora fíjense, de la misma manera que no se exige de uno que se enorgullezca de su modestia o que tenga un calmo enojo, ningún líder comunitario en sana condición tendría una conducta bordeando la esquizofrenia, sabiendo que los demás lo seguirán y lo tomarán como un ejemplo a seguir.


Quiero añadir que ni yo ni mi padre o abuelo, ni los maestros que han sido nuestros rabinos tuvimos NINGUNA tendencia jasídica, y no siento siquiera la más mínima identificación con las conductas raras, la separación mística de la vida en este mundo o la celebración espiritual monástica en medio a la nieve y los cosacos (a quienes tengo el asco más profundo) - tengo poquísima y limitada paciencia para las ideas sentimentales que escapen a los bordes de la Torá, de la halajá y de la cabalá cuando esta tiene lógica dentro de nuestro cotidiano, de nuestras celebraciones o nuestros rememorares incluídos en un cuadro de construcción de vida en el día a día, paso a paso, a cada día que pasa, con alegría cuando festejamos, con tristeza cuando nos acordamos de los nuestros. Nosotros, alumnos de ilustres rabinos Sefaradíes que tuvimos el lujo y el honor de aprender directamente de su presencia, estuvimos toda nuestra vida ante gente ¡NORMAL!, que come, bebe, se enoja, pero que trabaja sin cesar para nuestro bien común incluso en las situaciones más adversas. Lamentablemente, el mesianismo desmesurado bebe de las fuentes jasídicas de antaño, y solo los grandes no caen en la trampa - esta trampa trágica en cuyo seno se ha engendrado los primeros cristianos.