Capítulo 1: INMINENTE
PARTE 6
Capítulo 1: INMINENTE
PARTE 6
Oftem, con tono grave, les informó a los cazadores que la Gran Conquista había comenzado. Esta vasta campaña, encabezada por los reinos aliados de Garack, Sukral y Trisdal, tenía como objetivo detener el avance implacable de los akudfel del sur, quienes se encontraban bajo el control de los abismales. Las fuerzas akudfel avanzaban sin piedad, destruyendo cuanto se interponía en su camino, y amenazaban con sumir al continente entero en el caos.
Durante su estadía en la base de Sukral, los cazadores aprovecharon el tiempo para curar sus heridas. Mientras tanto, Oftem les proporcionó un panorama más detallado de la situación continental. Sukral estaba exhausta. Las constantes batallas contra las huestes abismales habían dejado a la base desprovista de tropas y suministros. La lucha, que se alargaba sin fin, había reducido gravemente la capacidad de los reinos del norte para sostener una defensa sólida. Con el agotamiento palpable, la única opción viable era marchar hacia la base vecina de Trisdal, donde aún quedaba esperanza de reforzar sus filas.
Con sus escasos recursos, Oftem y los cazadores se armaron de valor y partieron hacia la base de Trisdal. Mientras atravesaban los bosques, encontraron los restos de batallas recientes: cuerpos de doeeld y zarcas se esparcían por el camino. Los zarcas, criaturas insectoides y extremadamente territoriales. A pesar de la amenaza de los zarcas, los viajeros debatían si continuar o buscar una ruta alternativa.
Soldado de la colmena
Desde las sombras, un doeeld herido, con un cráneo adornando su cabeza, los llamó desde los árboles. Con voz debilitada, les explicó lo ocurrido: los zarcas, desplazados por la invasión zombi, se habían convertido en una amenaza latente para Trisdal. Si el grupo continuaba su marcha, probablemente enfrentaría a estos insectoides antes de llegar a su destino.
Cazador de Trisdal
Aun así, decidieron seguir adelante. Al llegar a la base de Trisdal, fueron recibidos por Idarol, la líder espiritual de Trisdal. La base, construida en madera, se encontraba en un estado precario, dañada por las múltiples guerras que habían asolado el área. Las cicatrices de incontables batallas se mostraban tanto en la infraestructura como en los defensores, quienes exhibían signos claros de desgaste y fatiga.
Idarol Polsour
Idarol los acogió en sus carpas y escuchó atentamente el informe de Oftem sobre los recientes acontecimientos en el continente. La druida, visiblemente preocupada, reveló que la base de Trisdal estaba bajo constantes ataques y que sus fuerzas se encontraban al borde del colapso. Era evidente que Trisdal no podría seguir defendiendo la base por mucho más tiempo.
Chamán de Trisdal
Al caer la noche, los chamanes de Trisdal enviaron un munbi mensajero, una de las pocas bestias aladas que les quedaban, para alertar a al reino de Trisdal sobre los acontecimientos recientes. La esperanza era que los refuerzos llegaran a tiempo para evitar el colapso completo de la región. La misión ahora era reunir más soldados y preparar una segunda marcha, antes de que el avance de los akudfel y sus siniestros amos terminara por devastar todo lo que quedaba.
Munbi mensajero