En el vasto mundo de Conquista, todos los continentes y las islas están conectados por antiguos portales nacidos con el mismo mundo, estos portales abren puertas entre lugares distantes, pero, a pesar de su poder, tienen algo en común: un vertedero. Un lugar olvidado en los límites de todo, donde todo lo que cae a través de los portales termina irremediablemente. Seres de todas partes, arrastrados por la fuerza de estos pasajes, caen en este vertedero, un espacio sin ley ni orden, donde no hay garantía de lo que les espera. Es un lugar de olvido, donde los ecos de esos que se han perdido se entrelazan con las sombras del mundo, aguardando su destino en un rincón en el que nada parece existir, pero donde todo está contenido.