Capítulo 1: INMINENTE
PARTE 5
Capítulo 1: INMINENTE
PARTE 5
Gefto, con el corazón pesado y la mente agitada, tomó a Ummy del brazo y la guió hacia el interior del Bosque Negro, en un intento desesperado de escapar de sus perseguidores. A medida que avanzaban, el ataque de dardos envenenados y lanzas se intensificaba, causando la caída de los soldados uno tras otro. Los gritos guturales de Trakl resonaban a lo lejos, añadiendo una sensación de urgencia a su huida.
El Bosque Negro les brindó un breve respiro. La secta de Monba, temerosa de los horrores que albergaba este lugar, detuvo su persecución. Aprovechando ese momento de tregua, el grupo se ocultó en un hueco natural bajo un inmenso árbol, cuya estructura y densa vegetación les ayudaron a despistar a sus cazadores. Refugiados en la penumbra del bosque, discutieron su próximo movimiento y decidieron dirigirse a la base de Sukral, uno de los reinos aliados de Garack.
El equipo, a pesar de sentirse más seguros, luchaba con sus propios demonios. Ummy estaba devastada por su fracaso y la pérdida de su amigo, sumida en una profunda tristeza. Sued, cansado y con heridas leves, intentaba mantener la compostura, mientras que Fritsa, a pesar de un corte profundo en el abdomen, ocultaba su dolor para no preocupar a los demás. La moral del grupo estaba por los suelos, pero sabían que debían seguir adelante.
Mientras evaluaban qué ruta tomar hacia Sukral, un fenómeno inesperado ocurrió. El "árbol" en el que se refugiaban comenzó a moverse lentamente. Pronto se dieron cuenta de la verdad: no era un árbol, sino un gigantesco Morbak que había estado dormido hasta ese momento. Despertado por su presencia, la colosal criatura comenzó a agitarse violentamente. Con cada movimiento, el morbak causaba caos a su alrededor, atacando a los cazadores y soldados que se encontraban bajo su inmenso cuerpo.
Morbak devorador
Fritsa, reaccionando rápidamente, disparó un proyectil de éter al tronco de la bestia, pero el impacto no le hizo ningún daño. Gefto, decidido a frenar a la criatura, cargó su brazo con una descarga eléctrica y lanzó el rayo directamente contra ella. El Morbak titubeó por un momento, pero justo cuando estaba a punto de contraatacar con furia, algo sorprendente ocurrió.
Del suelo, frente al morbak, un pequeño hongo comenzó a crecer a una velocidad asombrosa. En cuestión de segundos, un enorme ser fúngico emergió de la tierra, como si hubiera brotado de la nada. El hongo gigante, con un solo y poderoso puñetazo, derribó a la bestia, que cayó pesadamente al suelo, sacudiendo el bosque con su impacto.
Fungó goliat
Gefto, sorprendido y confundido, tomó una postura defensiva hacia la criatura fúngica, notando cómo a su alrededor comenzaban a aparecer varios seres similares a hongos, de diversas formas y tamaños. Fritsa levantó su arma y apuntó a uno que se acercaba lentamente, con una forma más humanoide. Pero antes de que pudiera disparar, Ummy le gritó que no lo hiciera.
__"¡Es Aa'mis!", exclamó, con una mezcla de alivio y reconocimiento. "Conozco a este ser. Es una nativa antigua de este continente, perteneciente a la raza fungó".
Ummy se acercó a Aa'mis y le hizo una reverencia. Luego se volvió hacia los cazadores y les explicó:
__"Son seres pacíficos que cuidan el bosque, pero los zombis han destruido su hogar. Ahora viven en pequeños grupos y nos ayudan a eliminar la plaga de zombis que el nigromante ha sembrado".
Con renovada esperanza, el equipo, con la ayuda de los fungós, pudo hacerse camino hacia la base de Sukral. A medida que se acercaban a su destino, los fungós, de manera silenciosa y sin previo aviso, comenzaron a retirarse uno por uno. No hubo despedidas formales, pues su lenguaje no lo permitía, pero la ausencia de palabras no disminuyó el significado de su partida. Se fundieron de nuevo con el bosque como si nunca hubieran estado allí, dejando a Aa'mis sola con Ummy.
Antes de retirarse también, Aa'mis se acercó a Ummy y, con un gesto solemne, tomó su mano. En un acto de simbolismo, deslizó una pequeña semilla en su palma, dejándola con un mensaje silencioso de esperanza y responsabilidad. Sin más, Aa'mis siguió a sus compañeros, desapareciendo en la densa vegetación del Bosque Negro, su hogar eterno.
Aa'mis
La sembradora
Al llegar a la base aliada de Sukral, fueron recibidos con sorpresa. Poco después, apareció Oftem. Al ver a Ummy, se detuvo con los brazos en la cintura y le dijo: "Estás en decadencia, vieja amiga". Luego miró al resto del grupo. Al notar que sus uniformes no eran de Garack, frunció el ceño y, con una mezcla de desconfianza y curiosidad, lanzó una pregunta directa:
__"¿Quiénes son ustedes?".
A la pregunta de Oftem, los cazadores hicieron un breve resumen de lo acontecido hasta el momento, describiendo los peligros que habían enfrentado en el Bosque Negro y su encuentro con los fungós. Al escuchar su relato, Oftem asintió con comprensión. "Nosotros también hemos pasado por lo mismo con la secta y los zombis que nos han estado azotando sin descanso", comentó, reconociendo el esfuerzo y las dificultades del grupo.
Oftem Destrak
Segundo princesa de Sukral
Finalmente, Oftem se presentó ante ellos con una revelación inesperada:
__ "Soy la princesa de Sukral", declaró con firmeza. Les ofreció una opción.
__"Pueden unirse a nosotros en la marcha contra la secta de Monba. No tienen adónde regresar, y nosotros necesitamos toda la ayuda posible". Gefto, Sued y Fritsa, al escuchar la propuesta, intercambiaron miradas cansadas, pero llenas de determinación. Sabían que habían fracasado en su misión original, pero esta nueva oportunidad les daba un propósito renovado. Sin dudarlo mucho, aceptaron la oferta. No tenían nada que perder y, en ese momento, su única utilidad parecía ser luchar junto a sus aliados contra el enemigo común.