Autor: Hugo Simberg

Museo: Atheneum, Helsinki (Finlandia)

Técnica: Acuarela 

Dimensiones: 16 × 17 cm.

Kuoleman puutarha.

(Finlandia, 1896)

La obra se interpreta como el ciclo de la vida y la mortalidad, explorando la existencia de la muerte y reflexionando sobre la naturalidad del ciclo. La pintura evoca el sentimiento de serenidad y la transformación de lo sombrío a través de un jardín con girasoles marchitos, mostrando la melancolía de lo inevitable que es la muerte. La serenidad que emana de la pintura sugiere una aceptación reflexiva del ciclo natural y la inevitabilidad de la muerte. Los girasoles, conocidos por su asociación con la vitalidad y el sol, ahora marchitos, añaden una capa de melancolía, simbolizando la temporalidad de la belleza y la fragilidad de la vida. La obra, al explorar el ciclo de la vida y la muerte, se convierte en una meditación visual sobre la inevitabilidad del cambio y la importancia de apreciar la fugacidad de la existencia en su totalidad.