Diez consejos para facilitar la labor docente

1) La labor del profesor es fundamental no solo para el tratamiento del niño con TDAH, sino que al tener como referencia a los demás niños del grupo, muchas veces se dará cuenta antes incluso que los padres, de que las cosas no van bien. No obstante cuando comunique la información a los padres debe procurar ser lo mas objetivo posible, relajando su angustia si es desmedida o alertando si los padres parecen quitar demasiada importancia al problema.

2) Procure no etiquetar al niño, si en lugar de ver al “hiperactivo”, ve a Juanito que a veces pasea por la clase sin permiso, otras veces habla fuera de turno e incluso hay momentos en que molesta a los otros niños, pero también es un chico despierto que en ocasiones habla cuando se le pregunta, que hay momentos en que está sentado en su sitio y a veces realiza sus tareas sin molestar a los otros niños, le resultará mas fácil conseguir el ajuste del niño con conductas hiperactivas al aula. Vea a su alumno como un niño que tiene un problema, no como un niño problemático.

3) Plantee las normas de la clase para todos, no solo para el niño hiperactivo, de forma clara y concisa (“no se puede correr por el pasillo, el que corra tendrá que entrenarse y deberá recorrer el pasillo andando cinco veces”). Evite aquellas situaciones que sabe que el niño no puede controlar, por ejemplo durante un tiempo puede bajar el primero o el último para no estar en las colas del comedor. La competición de unos niños con otros, no beneficia a nadie, cada niño compite consigo mismo. Tener fichas de laberintos, sopas de letras, de colorear, etc. En la clase para los niños que terminan la tarea más pronto, le permitirá tener a los rápidos controlados y motivará a los lentos para que terminen.

4) El manejo sistemático de la atención del profesor a las conductas del niño, sigue siendo el método más eficaz para cambiar el comportamiento infantil. Pero recuerde que ofrece su atención al niño tanto de forma positiva, cuando brinda sonrisas, palmaditas y comentarios elogiosos, como cuando atiende negativamente con las críticas, el ceño fruncido o las reprimendas. Por lo tanto el comportamiento del niño puede estar reforzándose tanto en el extremo positivo como en el extremo negativo de la atención. Si la conducta inadecuada que realiza el niño no es peligrosa ni para él ni para los demás es preferible ignorarla, ya que cualquier atención que se le dé puede resultar reforzante.

5) El sistema “elogiar e ignorar” mejora mucho cuando se añade una economía de fichas en la que el niño consigue puntos para él mismo o para la clase al realizar la conducta deseada. Los puntos obtenidos se pueden comunicar a los padres en una nota, lo que supondrá una recompensa extra para el niño. Evite usar la agenda como medio para intercambiar críticas y aspectos negativos sobre la conducta y el rendimiento del niño.

6) El establecimiento de unas buenas normas o límites es muy necesario para el niño con TDAH, ya que le facilitan un ambiente estructurado que ayuda al autocontrol. Al indicar claramente que se espera de él y las consecuencias que tiene no cumplir las normas, le hará sentirse más seguro. Procure formular las normas o límites en positivo, por ejemplo dígale: “cuando termines la redacción puedes ponerte a dibujar”, en vez de “si no terminas la redacción, no dibujas”. No olvide mantener contacto visual cuando de una orden al niño.

7) Los niños hiperactivos necesitan refuerzos mas frecuentes para facilitar su capacidad de concentración. Subdivida en pequeñas tareas las tareas más complejas. Cuando la tarea requiere mayor concentración el niño necesita trabajar libre de distractores, para lo cual disponga de algunas mesas sueltas y cerca de usted, o cartulinas que actúen como separadores entre pupitres, brindando la posibilidad al niño de elegir ponerse con sus compañeros o trabajar solo. Evitará problemas de relación, llamadas de atención y aumentará el rendimiento del niño.

8) Siempre es preferible usar premios a castigos, corrija los errores de niño de forma positiva, evitando que se sienta humillado o ridiculizado delante de sus compañeros. Ponga mucho énfasis en los logros que el niño va consiguiendo. Es importante que perciba al colegio como el lugar donde se le valora y recibe afecto.

9) El profesor debe ser un modelo de conducta reflexiva y autocontrol, pues el niño con TDAH es especialmente fácil de influir. Procure mantener la calma y muéstrese siempre tranquilo con él. Numerosas investigaciones han demostrado que los profesores reflexivos tienen alumnos más reflexivos y los profesores impulsivos tienen alumnos más impulsivos.

10) No olvide elogiarse periódicamente a Vd. mismo varias veces durante la clase por conseguir ignorar la conducta indeseable y hacer que pase inadvertida. El elogio y el feedback frecuente sobre los resultados de su labor parecen ser el procedimiento más útil de preparación de los profesores.