Catastro de Ensenada

A principios del siglo XVIII surge en España un nuevo modelo de Estado, el borbónico, que entre otras reformas aboga por la implantación de una contribución única que quite los variados impuestos anteriores. Con ese fin se elaboró el Catastro del Marqués de la Ensenada que se confeccionó, entre 1749 y 1753, en las 22 provincias del entonces reino de Castilla.

Para eso el rey Fernando VI promulgó una cédula real el 10 de octubre de 1749 decretando la abolición de los múltiples impuestos anteriores y su sustitución por un impuesto único, más justo: el catastro, graduado según la capacidad económica de cada uno y recaudado sin atender a gracias y favores, como ocurría entonces y que daba lugar a corruptelas y favoritismos en detrimento de los más humildes y pobres.

La elaboración del mismo ocupa, para La Piedra, varios cientos de páginas manuscritas en folios cosidos en dos tomos que se articulan de la siguiente manera: