Son uno de los tipos más antiguos de peonzas. Se encontraron formas de peonzas de látigo en Egipto ya en el año 2000 a. C. y en China desde el 1250 a.C. La distribución geográfica de las peonzas de látigo abarca a todo el planeta, ya que se encuentran ejemplos en Europa, América, el noreste de Asia, las islas del Pacífico, India y África. Este desarrollo simultáneo de diferentes tipos de peonzas de látigo se demuestra al estudiar las tribus primitivas actuales, ya que las mismas peonzas se desarrollan sin conocimiento de su existencia en otras culturas.
La importancia social de la peonza es más que evidente con la peonza de látigo. La peonza se aceptaba para ambos sexos en la Grecia clásica, como se muestra en las tallas de cerámica y las pinturas. En las culturas de las islas del Pacífico y del sudeste asiático, era principalmente un deporte masculino, con muchas menos niñas y rara vez se veía a mujeres participando, mientras que rara vez las niñas o las mujeres juegan con peonzas en las culturas europeas.
Curiosamente, la peonza se identificó específicamente como una forma aceptable de juego cuando en las "Orders, Statutes and Rules" en 1591 de la Harrow School en Inglaterra se establece: "... No se permitirá que los escolares jueguen, excepto el jueves sólo cuando hace buen tiempo, y el sábado, o el tiempo libre después de la oración. Y su juego será conducir el trompo, lanzar una pelota con la mano, correr o disparar, y ninguno otro". ("...The scholars shall not be permitted to play, except upon Thursday only sometimes when the weather is fine, and upon Saturday, or half-holidays after prayer. And their play shall be to drive the top, to toss a handball, to run, or to shoot, and none other.").
Por conducir el trompo se entiende guiar la peonza de látigo, y además esta es una forma barata de hacer ejercicio. No hay evidencias de que en las escuelas isabelinas de la época existiesen otros tipos distintos de peonzas. Aunque si hay numerosas referencias a las peonzas de látigo en esa época. Así Shakespeare en su obra “The merry wives of Windsor” nos dice: “Since I plucked geese, played truant, and whipped top, I knew not what ’twas to be beaten till lately. Follow me” (“Desde que desplumaba gansos, hacía novillos y azotaba con el látigo la peonza, no sabía qué era lo que había que golpear hasta hace poco. Sígueme”) o en otra obra “Winter’s tale decía “No. If I mistake In those foundations which I build upon, The center is not big enough to bear A schoolboy’s top.—Away with her to prison. He who shall speak for her is afar off guilty But that he speaks” (No. Si me equivoco en los fundamentos, el centro no es lo bastante grande para soportar la peonza de un colegial. ¡Fuera con ella a la cárcel! El que hable por ella es muy culpable Pero que hable”).
También en su obra Coriolanus nombra a las peonzas “What an arm he has! He turned me about with his finger and his thumb as one would set up a top” (¡Qué brazo tiene! Me dio la vuelta con el índice y el pulgar como quien coloca una peonza”) o en la obra"Twelft night" nos decía “He’s a coward and a coistrel that will not drink to my niece till his brains turn o’ th’ toe like a parish top” (Es un cobarde y un villano que no brindará por mi sobrina hasta que su cerebro se vuelva loco como una peonza parroquial).
Para jugar con este tipo de peonzas se necesitan la propia peonza y un látigo para azotarlas. Este tipo de peonzas tienen forma de cono y estaban hechas de madera, arcilla cocida y, en algunos casos, piedra. Una vez hecha girar la peonza se utiliza el látigo para que con él y con pericia se pueda prolongar el movimiento de la peonza por tiempo indefinido pudiéndose incluso, hacer carreras de hasta uno o dos kilómetros de distancia. El método de giro consistía literalmente en azotar el costado de la peonza y azotarla continuamente para que la peonza mantuviera su giro. Muchas de estas carreras se hacían camino del colegio donde jugadores expertos las hacían recorrer hasta 15 metros de un solo latigazo y llegaban a alzarlas a veces, y por desgracia, hasta los cristales de las ventanas.
Esta era una peonza fácil de fabricar de modo casero ya que cualquier desequilibrio en la construcción de la peonza era menos importante, ya que la constante acción de azotar podía compensar cualquier defecto sobre el giro de la peonza. El material del látigo en sí era probablemente lo más importante. Los europeos preferían la piel de anguila porque era económica, suave y resistente al agrietamiento. América, Asia y culturas más primitivas usaban principalmente diferentes pieles o cordones o telas tejidas como cuerdas hechas de algodón o sisal. Sin embargo también se usaban otros materiales como como tendones de oso o ciervo por parte de los indios americanos. Los bantús en Sudáfrica utilizan una rama de la que pelan la corteza, sin embargo las tiras de corteza no deben de desprenderse completamente de la madera, deben permanecer en contacto con una pieza sin pelar de unos 10 centímetros de largo. Luego se corta la parte pelada de la rama de modo que solo queden las tiras de corteza y el extremo no pelado que sirve de mango. Los maoríes utilizaban mechones de lino
La peonza de látigo era corriente en la Inglaterra del siglo XIV y puede que tuviera relación con las ceremonias de la iglesia cristiana primitiva. Cada parroquia tenía su propia peonza (parish top), y cada Martes de Carnaval se celebraban carreras de peonzas de látigo en las calzadas entre las parroquias. Esta peonza parroquial servía no sólo para divertir o hacer ejercicio, sino también para encauzar adecuadamente la conducta o incluso para ser utilizada como deporte competitivo entre las distintas parroquias. Aunque parece que esta peonza parroquial no sobrevivió en el tiempo, los dibujos encontrados hacen pensar que eran bastante grandes, posiblemente de unos 20 centímetros de alto y un peso aproximado de un kilo lo que requeriría fuerza y resistencia para mantener un objeto tan grande girando y, a veces, con más de un adulto azotando. Este ejercicio también proporcionaría un medio para mantenerse caliente a través del esfuerzo físico requerido. La peonza parroquial se guardaría en el patio del pueblo y cuando no se usa hasta el año siguiente se decía que la peonza quedaba “dormida”. De aquí viene la expresión inglesa “sleep like a top” (dormir como una peonza, es decir, dormir profundamente).
Existe una curiosa anécdota que aparece en un manuscrito del Museo Británico acerca de la peonza y la realeza. En ésta el príncipe Henry, primogénito de James I de Inglaterra a las puerta de la ciudad de Sterling, vió una piedra de molino con gran parecido con la peonza que él usaba para jugar y así exclamó: "Ved que hermosa peonza", uno de sus acompañantes le contestó: "Señor, ¿por qué no jugáis con él?" a lo que el príncipe respondió "Sí lo haré, si sois vos quien le da el primer impulso"
La peonza de látigo es también conocida como trompo alemán o peitschenkreisel. También tiene una forma cónica, aumentando paulatinamente de diámetro hasta el final, y su cordel se encuentra en el extremo de un palo largo. Tradicionalmente se fabricaba de madera de encina o de boj y era untada por dentro de brea negra. Los trompos alemanes son gruesos, pudiendo llegar a alcanzar casi 11 centímetros de diámetro en la zona de mayor perímetro. Poseen clavo grueso de punta redonda que puede llegar a medir casi 5 centímetros y del grosor de un dedo. Presenta unas marcas horizontales que rodean el cuerpo que se utiliza para enrollar el cordel del látigo. Así, quien juega sostiene con la mano izquierda la punta de la cuerda, y con la otra el palo, y moviendo con rapidez los brazos, se tira de la cuerda sacándola del trompo, comenzando éste a girar sobre su punta de hierro. Posteriormente se le azota para conservar el movimiento.
Un caso particular de peonzas de látigo se encuentran entre las peonzas maoríes de Nueva Zelanda. Ésta no tiene forma cónica sino que tiene dos puntas, es decir, tiene forma de doble cono. Así mientras se conduce la peonza, se le puede azotar para que haga saltos mortales de modos que gira sobre si misma en el aire y continúa bailando sobre su otra punta.
Las peonzas de látigo también se han extendido en Rusia desde la antigüedad, como lo demuestran, en particular, los hallazgos arqueológicos en el territorio de Novgorod. Incluso, es citada en la obra "Los hermanos Karamazov" (libro 11, capítulo 3, diálogo entre Lise y Alexei Karamazov) de F. M. Dostoevsky:
"¿Usted sabe hacer bailar una peonza?
-Sí.
-Pues él es corno una peonza. Hay que ponerlo en movimiento, lanzarlo y azotarlo, azotarlo y azotarlo con un látigo. Si me caso con él, lo estaré haciendo bailar toda la vida."
Las peonzas de látigo también son un juego popular en Corea. Allí son conocidas como Paengi-Chigi (팽이치기). La peonza de látigo tiene distintos nombres en las distintas provincias de Corea, así en la provincia de Pyeongan, se llama seri (세리) o seru (세루), en la provincia de Hamgyeong, bongae (봉애) o bangae (방애); en la provincia de Gyeongsang a veces se le llama ppaengi (뺑 이) o pingding (핑딩), en la provincia de Jeolla, como ppaengdori (뺑 돌이), y en la isla de Jeju, como doraegi (도래 기) . El lugar del juego suele ser un tramo cubierto de hielo del patio de una casa o un callejón del vecindario. También se puede jugar en la superficie helada de un río, estanque o arrozal.
Además en Corea hay varios tipos de peonzas de látigo:
Malpaengi (말 팽이) que es una peonza parecida al maíz con una de sus puntas puntiaguda.
Janggupaengi (장고 팽이) que es una peonza que tiene los dos extremos puntiagudos.
Sangsuripaengi (상수리 팽이)que es una peonza con una varilla puntiaguda insertada a través de una bellota.
Julpaengi (줄 팽이) que es una peonza con una ranura estrecha en el medio y la peonza janggu es una peonza que se hace rasurando bruscamente los extremos derecho y superior para girar hacia un lado.
El látigo esta fabricado atando la corteza de las raíces de los árboles cortados en trozos delgados, al extremo de un palo. También puede ser de tela, cordel o cuero.