América del Norte

Este juego estaba muy extendido entre los amerindios del Norte y del Sur, antes de la llegada de los primeros colonos. De hecho parece haber constancia de trompos en Perú desde tiempos prehistóricos.

En América del Norte, se jugaba sobre todo en invierno, en el hielo. Los inuits trataban de hacer dar la vuelta a las cosas con sus peonzas, antes de que se pararan. Los indios Hopi, después de echarlos a rodar, mantenían la rotación de los trompos con un látigo, con el cual azotaban con rápidos movimientos la punta inferior del trompo.