La vida natural
El tópico del “Beatus ille” tiene su origen en una oda del poeta latino Horacio (siglo I a.C.) que comienza: “Beatus ille qui procul negotiis”... (‘Dichoso aquel que alejado de negocios’...):
De la vida del campo
Dichoso aquel que alejado de negocios,
como en pasados tiempos los mortales,
con sus bueyes los campos heredados ara
y cultiva, libre de la usura,
ni lo despierta la cruel trompeta
ni teme al mar airado
y el foro1 evita y las soberbias casas
de los más potentados ciudadanos.
Ya entrelaza en estrecho maridaje
los altos álamos
con crecidos mugrones2 de la vid,
y podando con hoz ramas inútiles
injerta otras mucho más feraces3;
o a lo lejos divisa
en el angosto4 valle
el rebaño esparcido de sus vacas;
o en ánforas encierra ya las mieles
que exprimió y sacó de sus panales;
o trasquila las tímidas ovejas.
O si el otoño sobre el campo alza
su frente orlada5
de sazonadas frutas,
¡cómo se goza
cogiendo ya la pera que ha injertado
y las uvas que en su color compiten
con la brillante púrpura!
con el fin de ofrecerlas a ti, Príapo6,
y a ti, padre Silvano7, que defiendes,
proteges las haciendas.
Ahora le place bajo añosa8 encina
o en las gramas9 tenaces él tenderse,
mientras discurre el agua por las rocas
y las aves se arrullan en las selvas,
los frescos hontanares10 rumorean,
cosa que invita al apacible sueño.
Mas cuando llega
la estación invernal
de Júpiter tonante11 con sus nieves,
chubascos y borrascas, ya bien lanza
sus perros por doquier, que acosan fieros
al jabalí feroz de pelo hirsuto12,
haciéndole caer en recias mallas;
o con ligera horquilla tiende redes
a los golosos tordos,
o en lazo coge asustadiza liebre
o la extranjera grulla,
agradable botín de sus trabajos.
¿Hay quién con esto
no olvide del amor las inquietudes?
(Traducción de V. López Soto)
(1) Lugar de reunión de los ciudadanos. (2) Tallos de la vid que se entierran para que arraiguen y den lugar a una planta nueva. (3) Fértiles. (4) Estrecho. (5) Adornada. (6) Dios de la potencia sexual. (7) Divinidad de los bosques. (8) Vieja. (9) Plantas gramíneas. (10) Fuentes. (11) Dios del rayo y el trueno. (12) Corto, escaso.
En 1572, la Inquisición inicia un proceso contra fray Luis de León, que permanecerá casi cinco años encarcelado en Valladolid a la espera de ser juzgado. La denuncia anónima lo acusa de traducir el bíblico Cantar de los cantares, en contra de un acuerdo del Concilio de Trento, y de exponer algunas de sus ideas exegéticas en la cátedra (en sus comentarios bíblicos seguía más el texto hebreo de la Biblia que el latino de la Vulgata). Pero, en realidad, el proceso responde a sus rivalidades religiosas y académicas sobre todo con los dominicos. En 1576 es declarado inocente y sale de la cárcel para volver a sus tareas universitarias. Cuenta la tradición que, al reintegrarse a la cátedra, comenzó su primera clase con las palabras: “Decíamos ayer...” (“Dicebamus hesterna die”...).
La ajetreada existencia de fray Luis de León, tanto en el mundo universitario como en el religioso, hará que el tópico del "Beatus ille" se convierta en uno de los temas predilectos de su poesía. Así aparece en su poema Al salir de la cárcel:
Al salir de la cárcel
Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado.
Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,
y con pobre mesa y casa,
en el campo deleitoso
con sólo Dios se compasa,
y a solas su vida pasa,
ni envidiado ni envidioso.
Lo escuchamos recitado por GonzoZero:
Referencia de vídeo:
"Al salir de la cárcel": https://www.youtube.com/watch?v=a8xq_AMyEhw