El Renacimiento y la nueva concepción de la vida.
La misa de amor
Mañanita de San Juan,
mañanita de primor,
cuando damas y galanes
van a oír misa mayor.
Allá va la mi señora,
entre todas la mejor;
viste saya sobre saya1,
mantellín de tornasol2,
camisa con oro y perlas
bordada en el cabezón3.
En la su boca muy linda
lleva un poco de dulzor;
en la su cara tan blanca,
un poquito de arrebol4,
y en los sus ojuelos garzos5
lleva un poco de alcohol6;
así entraba por la iglesia
relumbrando como sol.
Las damas mueren de envidia,
y los galanes de amor.
El que cantaba en el coro,
en el Credo se perdió;
el abad que dice misa,
ha trocado la lición7;
monacillos8 que le ayudan,
no aciertan responder, non,
por decir: “Amén, amén”,
decían: “¡Amor, amor!”.
(1) Falda. (2) Paño de color cambiante según el reflejo de la luz. (3) Tirilla del cuello de la camisa. (4) Colorete. (5) Azulados. (6) Polvos de antimonio utilizados para sombrear los párpados. (7) Ha alterado el texto de la misa. (8) Monaguillos.
Lo escuchamos interpretado por Amancio Prada:
Referencia de vídeo:
"La misa de amor": https://www.youtube.com/watch?v=D9UDJW3dPo8