Mantenimiento y sustitución de la válvula de mariposa

La suciedad y el desgaste van deteriorando la mariposa del motor, pero mantenerla en buen estado es sencillo.

Un filtro de aire demasiado sucio o mal colocado, la exposición continua a los gases de combustión o el propio desgaste producido por el paso del tiempo, son los principales enemigos a los que se enfrenta la válvula de mariposa del motor.

Si seguimos un correcto mantenimiento de nuestro vehículo, no está de más echar un vistazo en las principales revisiones, para comprobar el estado de la mariposa de admisión y prevenir antes que curar, especialmente si empezamos a notar algunos de los síntomas descritos en el artículo sobre las averías de la mariposa motor como vibraciones o inestabilidad en el ralentí.

Si decides aventurarte en la limpieza de la válvula, deberás tener en cuenta que después es muy probable que se requiera un ajuste básico desde el ordenador. Habla con tu taller de confianza para acordar esta pequeña puesta a punto antes de entrar en faena, o no servirá de nada la limpieza, pues te fallará la mariposa.

Si por el contrario eres veterano en estas lides, puedes aprovechar para hacer limpieza del caudalímetro y dejar el circuito de admisión en un óptimo estado.

Limpieza de la válvula de mariposa

Es recomendable acudir a un taller para realizar la limpieza o sustitución de la válvula, tal como hablamos en artículos anteriores, pues hay que ser muy cuidadosos con los sensores, evitar forzar el disco o desviar el eje; no obstante si decides seguir adelante, aquí te dejamos unas pautas para ayudarte con el proceso:

• Es preferible sacar la pieza para limpiarla. Si quieres dejarla fijada a su sitio durante el proceso, entonces sólo pasa un paño de algodón empapado en gasolina y ten mucho cuidado de no dejar nada dentro del motor, esmerándote en los bordes e interiores de la válvula. Evidentemente, deberás esperas a que se evapore totalmente antes de arrancar el motor.

• Para extraer y volver a instalar este componente sólo encontraremos cuatro tornillos. Como siempre, os aconsejamos ajustarlos en cruz y prestando una especial atención a la junta que irá ligada a la válvula, sea tórica o metálica.

• No desmontes la válvula para limpiarla por dentro, probablemente la dejes inutilizada. Su mecanismo es muy preciso y a su interior van ligados sensores muy delicados.

• Para limpiarla, no trates de abrirla en sentido contrario, podría romperse. Es fácil adivinar la dirección en la que cede, pese a que siempre ofrece resistencia, ya que aun en reposo, se queda abierta unos milímetros.

• Puedes utilizar un limpiador específico, hay cientos en el mercado, o bien un poco de gasolina y un paño de algodón. Si optas por esta opción, asegúrate de que el motor está frío y deja que evapore del todo antes de montarla de nuevo. Ten cuidado con los tubos de goma de los sensores de presión o válvulas de ralentí, pues el contacto con la gasolina puede estropearlos.

Anular o reemplazar la válvula de mariposa

A veces, la vida útil de ese recambio llega a su fin. Y muchos conductores se plantean en ese caso, si deben sustituir esta válvula o si por el contrario, se puede anular y dejarla fuera de juego.

Desde RO-DES nunca aconsejamos anular un componente del motor. Si va equipado en tu vehículo, debe conservarse. Si anulamos por completo la válvula del motor, además de necesitar un reajuste electrónico, no habrá control en la cantidad de aire que entra a los cilindros en cada régimen de revoluciones.

El coste de sustituir una mariposa motor dependerá siempre del sistema de admisión con el que cuente el vehículo: si no es variable, se reemplazará el cuerpo de mariposa y el precio rondará los 300€ más mano de obra; si por contra, usa un sistema de admisión variable, como en Mercedes, será necesario cambiar el conjunto, es decir, la válvula y la pieza donde va acoplada¸ llegando a situaciones donde afecte a todo el colector de admisión, disparando mucho más el precio y tiempo de mano de obra.

Por suerte, esta válvula es un producto que puede reemplazarse por una similar de segunda mano o procedente de desguace, siempre que esté revisada y cuente con sus garantías legales, tal como las que comercializamos desde aquí, donde el precio, dependiendo del modelo oscilaría entre los 50 y los 150 €.