Más allá de la genética

Esta ciencia, sin corresponderse con elementos de la genética clásica, juega un papel muy importante en la genética moderna. Las marcas epigenéticas no son genes, pero la genética moderna nos enseña que no solo los genes influyen en la genética de los organismos.


La idea que se tenía hace pocos años de que los seres humanos son solo fundamentalmente lo que está escrito en nuestros genes está cambiando a pasos agigantados, y la ciencia avanza para lograr descifrar el lenguaje que codifica pequeñas modificaciones químicas capaces de regular la expresión de multitud de genes.


Se está descifrando un nuevo lenguaje del genoma e introduciendo la noción de que nuestras propias experiencias pueden marcar nuestro material genético de una forma hasta ahora desconocida, y que estas marcas pueden ser transmitidas a generaciones futuras.