El Hombre de Orce es un fósil óseo hallado en 1982 por el paleontólogo Josep Gibert en el yacimiento de Venta Micena. Está datado de hace 1,5 millones de años. El fragmento pertenece a la zona parietal y occipital de un niño de 5 años, y este hallazgo supone que la presencia humana en Europa se adelante casi 1 millón de años.

Este fósil ha creado una gran controversia, ya que numerosos científicos consideran que es de origen animal. Los defensores de esta teoría se basaban en la presencia de una cresta en el fósil para afirmar que se trataba de restos de un équido y no de un humano. Estos científicos afirmaron que eran restos de un asno; sin embargo, en 2006 se halló un cráneo de la época romana con una cresta semejante a la del Hombre de Orce, además de los estudios químicos que demuestran la presencia de elementos exclusivamente humanos. Aún así, la atribución de ser humano sigue en discusión, pues un estudio en 2012 afirma que el fósil corresponde a una hembra de un équido.